jueves, 28 de febrero de 2013

PALABRAS CON HOLGURA


Con regocijo llegan a mi mente palabras familiares que la despoblación llevó consigo. ¡Ay! lamentaban aquellas voces que enojadas reñían a los/as peruchos de entonces; quitando el tranco la portonera queda abierta... Respuesta fácil: “váyase a tomar vientos”, replicaba el pendonero aquél, pingo recalcitrante.

Murmullos en corrillos de delantal y gesticulación acelerada señalan sin señalar el indómito devenir de la generación siguiente. Hilos de humos de un mal liado cigarrillo contemplan la escena y con ojillos de complicidad ríen por la pata abajo sus añoranzas.

 Como testeles sin dueños vuelan en el tendido los pispajos que se orean de su salida del desván. Sinan las campanas del mediodía en algazara monaguil, chiguitos de todos los tiempos saboreando el balanceo de la cuerda que del badajo pende.

Con el cabás en la mano y la pizarra y el pizarrín dentro, los mofletes se colorean con ese viento  fresco, helado más  bien que el invierno trae consigo. Infancia de escuela mixta de entonces, nieve a paladas apartada en estrecho sendero hacia el saber. Recreo con catiuskas que pisotean el albañal haciendo saltar las tripas del agua por los aires que recogen el hediondo aroma de su estancado paraíso.

Con el cántaro a la cadera la fuente se antoja bálsamo que calma la sed en los “encuentros” de la tarde. Enfurruñado está el sol con las nubes que le tapan y una cantinela suena tras ellas con colores que sonrojan o encelan la  mirada. Trazas de pocos amigos surgen de pronto; pico de seda, gracioso y coqueto tapa con premura el sedoso cabello anudando bajo la barbilla sus puntas de regocijo, procurando no tazar esos extremos tan bellos.

Otro momento entrañable, con las coberteras de las ollas los villancicos sonaban a cena de Navidad, a piñones, turrón y a gallo de cresta roja desplumado.

Palabras con holgura que rememoran en esta página, antes en blanco, el vocabulario popular que amenaza con esconderse para siempre si el mundo rural queda dormido. 

Vocablos silenciados/ lenguaje con sabiduría dentro/ paladar en raíces milenarias/ voces que arrullan  nuestros localismos/.

jueves, 21 de febrero de 2013

LAS VEGAS ESPAÑOLAS


     “Trabajo y economía es la mejor lotería”, vetusto proverbio que emancipa la mente que se hace adulta. Las Vegas, esperanzas vanas de riquezas regaladas por el azar, ¿qué te piden a cambio?... ¡tu libertad!.

      Ata tus manos esa máquina de colores, esa voz del crupier, esa ansiedad que te aleja del hogar, ese dolor que adicta tu voluntad. Nuevos horizontes se abren a la ya delictiva sociedad; luces de neón que disimulan con el acicate de “trabajo para muchos” la ruindad del negocio de unos pocos.

    El Estado sonríe con ganancias extras, autoriza spots que sonrojan nuestros ideales de recuperación. ¿Dónde nos lleva el que se supone es el garante de nuestro bienestar?

       Internet, ventana abierta a la solanera del saber que a los niños absorbe en entretenida captación de la ludopatía. Falacia del éxito ocasional que altera en los mayores las ansias adormecidas por las terapias.
       ¡Oh sonrisa ladina del empresario de estos eventos/, eriales de Alcorcón que otrora fueron alimento/, llega el proyecto decorando vuestra página solitaria/ para vaciar en ella la lascivia, los valores heredados, la ingenuidad del hedonismo perecedero/.
        Recóndito almanaque que augura nuevas “Vegas”, nuevo desorden social. El tabaco mata se nos ha dicho; ¿por qué autorizarlo, según negociación en ciernes, en ese lugar?, esto es matar a escondidas “legalmente”, igual que el juego que engancha, revestido de ocio sano.

        Amigos, juguemos a la gallina ciega apoyando este proyecto para que nuestro dinero siga saliendo de España en valijas de cualquier color y aplaudamos como en aquél recorrido de “Bienvenido Mister Marsall”.
           
           Empresario de lágrimas ajenas, remedando a Santa Teresa os diré : “Sin herir, dolor hacéis y con dolor deshacéis el amor de las criaturas”. Incautos nacionales os apoyan para luego lamentarlo mañana. No es un tópico aquello de que el español piensa bien pero tarde.

           Pañuelos de papel / recogedor de lágrimas/, sibilino subterfugio que acaricia los ojos que no quieren ver/ y en el blanco de textura suave/ se agazapa  ese juego mortal que se acerca/.

jueves, 14 de febrero de 2013

EL SONIDO DE UNA MIRADA


Grito en la noche de los tiempos actuales que sobrecogen el mirar claro del amanecer.
Grito en la noche que obliga a apretar los párpados, a ocultar el sonido de la luz.
Mutismo de esa mirada que escucha sin querer oír las voces envolventes de la nada que se envalentonan con los roces. Suena en silencio cuando juzga con mirada fija y airada.

Mirada: campana sin badajo de tañer, metal paralizado en cuencas que vierten lágrimas.

Ojos grandes, pequeños, rasgados, de colores que brillan o entelados de añoranza.
Mirar sonando a risas con festivos caireles en el rostro aportando el regusto del mimo. Percepción de notas amarradas a las pestañas y en ese subir y bajar, cual monaguillo tocando la campana, oír, sí, oír la profunda y elocuente melodía de una bonita mirada.
Sueños de unidad, de apretujada hermandad en las calles, las aceras, las tertulias; principio de reencuentros, de cruces de miradas de complicidad cercana y amiga.
Suena a “gloria” esa mirada rociada con el agua de la fuente, lavada con las dos manos,
siempre en plural para que las legañas no se arrinconen en el descuido del egocentrismo.
Sonido, sonido de vibrante cercanía de los hechos que se comunican con audacia recorriendo los sentidos. Sortilegio de presuntas miradas envenenadas con un resonar que escuece.
Miradas maniatadas por soledades que dejan que el viento fluya a través de sus lacrimales.

¡Ay! Sonidos de una mirada que espera, que sueña, que ama...
    

jueves, 7 de febrero de 2013

¿NECESITAMOS PONER TÍTULO?


Inevitable, querido Chindas, he de hablarte de la actualidad nacional. Subidos como estamos en el cotarro que tenemos próximo al Canal, divisamos una panorámica sosegada en plena gestación, no hay aves de rapiña que se lleven nuestro embelesado paseo. Fuera de estos muros de aire el otro  trozo del mundo español está revuelto, revuelto.
Duele la costa de un amarillo brillante y pretende ocultar el amanecer triste de huellas malolientes.
¿Cómo no oír, ver y saborear el acre día a día que vivimos, que toca bruscamente nuestro hombro a su paso?; sin disculpas avanza con altanería, sonríe y se mofa de los ataques informativos que cual altavoces se oyen en toda esta sala de fiestas y dejan que resbalen por su impermeable caparazón o concha. Caracol de mar o tierra, ¡babosa al fin!.
Fantasmas de dudas, morbosidad de las masas en el aire por ver sin vendajes la lepra que atenaza la honradez de esa gente “de bien”, sí, están al acecho para recrearse de su desnudez y lapidar su carrera. El ojo por ojo está en la mente de todos los que no emulamos al señor que llama “dos veces”.
¿Es quizás todo este estrepitoso revuelo una mascarada del carnaval que se avecina? , no puede ser verdad esta huelga generalizada del servicio de basuras de los políticos corruptos; ¿nadie  tiene el coraje de coger el toro por los cuernos y darle el puntillazo  merecido? Ante los disfraces que se adelantan a la cuaresma, confiamos que la Justicia se pasee entre las charangas  para discernir  la letra entre sus notas volátiles.
España, piel de toro toreado, despellejado, pisoteado, iluminado con velas apagadas. España, orgullo patrio mancillado por esa tela de araña que invisible tiende sus hilos por toda la geografía. Voces elevadas cual montes nevados se dejan ver sin mostrar las cuevas de su interior. El pueblo clama por los golpes recibidos buscando una respuesta y el desconcierto se atrinchera en los despachos. Con siglas o sin ellas cepillemos el cepillo de las “partidas” con educación.