La tarde es diáfana, fresca y con un poco de viento. Son casi las ocho. Se está poniendo el sol. Desde lo alto de la loma advierto movimiento de perdices en un rastrojo de girasol. Deben ser dos o tres polladas ya creciditas, pues cruzo rápido en pos de las que levantan el vuelo y, a la vuelta, puedo perseguir a otras tantas, y al acercarse mi compañero se aleja pausadamente alguna otra. Mi socio me señala con su vara algo en la lejanía. Tardo en darme cuenta y al acercarme dos pesadas abutardas levantan el vuelo para posarse un centenar de metros más adelante. Sobre la charca del Rosillo ocho milanos planean majestuosos en gran exhibición de vuelo. Al llegar al pueblo, sobre la chopera, un par de docenas de grajos graznan como viejos canónigos mientras se desplazan desordenadamente, sin concierto.
Mi socio está pletórico, satisfecho. Me comenta que muy pocos espectáculos pueden ser tan gratificantes para el alma y los sentidos como una tarde como esta, llena de armonía, de belleza,. Pero le hago observar que muestra aficiones muy antiguas, que hoy el disfrute se consigue con los procesadores, los móviles, sus juegos y la comunicación virtual y lo demás se considera despreciable.
Y es como los romanos, que consideraban despreciables a los bárbaros porque farfullaban en lenguas extrañas y no conocían lo placenteras que eran las termas con los baños de agua caliente y fría, gimnasio, lugar de encuentro, negocios y charla, biblioteca...
Hoy en día en la nueva Roma que es el mundo desarrollado, el inglés es la lengua del imperio, de la ciencia, de la técnica, de la economía, del comercio y de la comunicación, y las TICs son las termas virtuales de un mundo virtual, lugar de encuentro, negocios, placer, juego, información, comunicación y tuiteo.
Los que como mi socio, no dominan el inglés son bárbaros y si además sólo usan el ordenador como máquina de escribir, no frecuentan los laberintos de internet y ni siquiera usan el móvil es que son cavernícolas o antepasados de un estadio primitivo de la evolución humana.
Por eso que se considera primordial, para que la sociedad hispana se inserte en la nueva Roma, que el sistema escolar forme a todos en el dominio del inglés y en el uso de las TICs. Lo que no está mal y es inevitable, como no estuvo mal para los hispanos de los primeros siglos el aprender latín y gozar de los placeres de las termas. Además como es útil, placentero y necesario, no requiere de los oradores políticos ni la ultra dedicación impositiva de los docentes. Basta acompañar, a veces dejarse llevar sin poner obstáculos al curso natural de los acontecimientos
Pero no hay que echar al olvido que el mayor nivel de bienestar y el refinamiento de la sociedad romana no impidió su decadencia y su ocaso, mientras las sociedades bárbaras progresaban y la sustituían
No es finalidad del sistema educativo engendrar angloparlantes y internetactuantes que se producirán por generación espontánea, sino acompañar y suscitar su desarrollo en los escolares, desarrollo intelectual, humanístico, científico, técnico, artíatico, crítico; su desarrollo personal de voluntad, disciplina, seguridad y confianza; y su desarrollo social de sentido de comunidad, solidaridad y justicia.
La sociedad romana perdió su fibra ética y de esfuerzo, su fibra emprendedora e innovadora, su fibra patriótico-social y pereció.
Todo lo que facilite la vida y la haga más placentera es bueno, siempre que la facilidad y la satisfación impulsen a saber más, a ser más dueños del propio querer, a compartir más. Si adocenan, hacen blando el carácter e impulsan el egoísmo llegarán otros dando sopa con honda y podrá decirse: “Llegaron los sarracenos y nos molieron a palos, que Dios bendice a los malos cuando son más que los buenos”, más en empuje, más en innovación, más en cohesión social, no hace falta que sean más en número.
Por cierto que Requena estás más allá del limes del imperio, y no sólo porque no tenga escuela de inglés, sino porque no dispone de banda ancha y ni siquiera de cobertura de móvil.
La educación en el deber
Hace 8 años
Tienes mucha razón, Chindasvinto. Lo más importante es la educación y formación como personas, sin desde ñar por supuesto ni las nuevas tecnologías ni los idiomas; por cierto, no solo el inglés. Pero es que tu final pone de manifiesto un problema sangtante de nuestro país: las nuevas desigualdades que se están produciendo (la "brecha digital") entre el mundo urbano y el rural. De nuevo se va a incramentar la distancia formativa e informativa entre ambos, al menos en algunas, demasiadas, zonas de nuestra comunidad. Eso es lo primero que habría que resolver. De nada sirve formar a nuestros jóvenes en las nuevas tecnología, si luego para poder usarlas deben irse de nuevo a "la capital", produciendo un nuevo éxodo rural, el de los pocos que vamos quedando.
ResponderEliminarPues que suerte tiene Chindasvinto de vivir en Requena. Al no tener banda ancha, ha aprendido a disfrutar de otros placeres. ¡Todo tiene sus pros!
ResponderEliminar¡Y sus contras! Tengo que uitilizar un "intermediario" para publicar este blog!
ResponderEliminar¿Pero es verdad que Lagunilla es solo tu "itermediario?
ResponderEliminarPor supuesto que solamente hago de "intermediario". Me limito a colgar en el blog las reflexiones de Chindasvinto y de su "socio", que tampoco soy yo.
ResponderEliminar