
Para
darlas un color especial vamos a
“encontrar” en cada una el paralelismo con la belleza de la sonrisa reflejada en un
rostro femenino.
Si
nos detenemos en los Jardines de Versalles, como esbozo de esa similitud,
nuestros ojos se llenan se inundan de plenitud, de recreo, de admiración en ese
espacio de libertad, de gozo espontáneo. Observa el rictus de los labios cuando
la sonrisa aflora y compara emociones.
Sigamos
visitando lugares de ensueño y, haciendo en el vuelo giros de cometa, posemos
nuestra mirada en el Castillo de Neuschwantein de Alemania, lugar idílico, de
una arquitectura neogótica verdaderamente fantástica y con un entorno
paradisíaco que lleva a experimentar el placer a cotas altísimas. En la
delicadeza de sus formas encontramos el equivalente en la expresión bellísima
de la sonrisa de la mujer.
Con
el entusiasmo que nos proporciona viajar nos acercamos a Moscú, escala obligada
para admirar un ejemplo más de la inteligencia puesta al servicio de la
humanidad: El Kremlin. Frente al río Moscova su reflejo ahonda en la
grandiosidad; sus fortificaciones se aúnan en nuestro paralelismo con la
fortaleza de espíritu del temple hermoso de la mujer que sonríe.
Un
ejemplo más de espectacular belleza es el Mausoleo de Taj Mahal en la India. Construido por amor, el hechizo
que desprende anonada. Dicen que “la sonoridad del interior es triste y
misteriosa como un eco que suena y resuena y nunca se detiene”. Otra similitud
encontrada en el rostro enigmático que refleja el espejo de la vida interior a
quien nos referimos.
Sin
pretender cansar a mi perro con tantos cambios de escenario le doy unas
palmaditas en el lomo prometiéndole acabar pronto mientras trato de infundirle
alegría.
Recalamos
en Jordania para admirar la Ciudad de Petra. Excavada y esculpida en piedra.
Magnífico tesoro de la antigüedad. Olor a incienso. Una vez más vuelvo la
mirada a esa imagen de rostro iluminado
en leve mueca de comprensión y dulzura.
No
podemos terminar este artículo sin mencionar a La Mona Lisa de discutido,
analizado y contemplado retrato. Enigmático semblante que refleja todo el
sentimiento que el espectador de la obra quiera añadirle. Pero una vez más
proclamamos que nada hay tan “maravilloso” en la criatura humana y sobretodo en
la faz de una mujer que portar en su vida la grandiosidad de una sonrisa.
Decía
Ghandi “ la vida es como un espejo: si sonríes, el espejo te devuelve la
sonrisa.”
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