Cabalgando con la celeridad del
tiempo, los preparativos del V Centenario de nuestra iglesia local van
superando etapas. De los comienzos en que se pergeñaban las ideas a estas
fechas, florece la ilusión de un trabajo con perspectivas de éxito.
Días entrañables aparecen en la
lontananza de finales de mes. Solemnidad anunciada, prisas por ganar la batalla
a la soledad invernal. Invitamos a amigos, conocidos y desconocidos a que
vengáis. Pasar un día en el pueblo es sano y gratificante.
La pequeñez de este pueblo-aldea
sueña con ser grande por unos días y compartir la experiencia de convivir en la
historia del S.XVI dentro del S. XXI con alegría y ambiente festivo, marcando
un hito en nuestra experiencia vital.
Los parques se dejan hacer, su
melena verde y crecida empieza a ser rapada dejando que los rayos del sol se
regocijen en ellos. Los rosales lucen ya sus mejores galas y las calles se
preparan para el evento con el aseo esmerado que la ocasión requiere.
Todo empieza a estar a punto. La
sequía no ha mermado más que la cosecha y como a mal tiempo buena cara, los
vecinos estamos superando esa “crisis” mirando a la veleta de la torre con la
esperanza de que se detenga a tiempo de resurgir.
Amigo Chindas, en la próxima
semana incluiremos el Programa de todos los actos conmemorativos para que se
animen los lectores a visitarnos.
¡GUAUU...!
No hay comentarios:
Publicar un comentario