jueves, 13 de marzo de 2014

MARCILLA - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

            Cuando la ilusión de un pueblo se viste de "Maribel" todo lo imaginable se hace posible. Mujer trabajadora de agrupar los sueños, disfrazar la aventura, sembrar la inquietud de compartir el ocio fomentando la unidad y la amistad, estrena uno de sus muchos logros realizados en el día de ayer en Marcilla.
Invitadas de excepción, abrimos los ojos a este dinamismo sin límites hecho azúcar; paladeamos la belleza de su casa-museo que almacena las sonrisas de otras épocas más calladas, olvidadas en las lagunas de la mente o simplemente inútiles objetos pasados por el tamiz.
El carnaval dejó para este día su broche plateado en el patio, allí brillaba la sardina en ese mar de aire reposando ante la admiración más graciosa de su colorido. Escamas de color de luna hacían resaltar aún más sus ojos de azabache que parecían invitar a mirarlos. Cánticos de singulares risas fructificaban sus notas en torno a esta falla engalanada para pasear las calles antes de  acercarse a su final. ¿Entierro de la sardina?, más bien incineración, porque volátil se hizo ante nuestra expectativa presencia.
Aplausos en el adiós sin lágrimas, en brazos enlazados en el corro de despedida. Brasas azules se movían ansiosas de atrapar los rojos amarillentos que poco a poco buscaban su vestido gris hasta quedar sumidas en el silencio del suelo de la plaza.
Mujeres y hombres, presidenta de la Asociación del evento y alcalde local daban fe de un ritual que va a convertirse en institución socio-festiva de la población. Contemplando, una vez más, ese armazón de hierro que desnudo se exhibía sin apuro agotando el calor de sus "carnes" de cartón bajo su vientre, fuimos dejando que paladease su soledad en la noche ya cerrada.
Celebración " fraternal" junto a la mesa aviada con el esfuerzo y entusiasmo de la amistad compartida sin exclusión alguna. Disfraces de alegorías y corazones abiertos al compañerismo sin distinción de edades. Pregón armónico, jocoso e inteligente. Aplausos y risas. Enhorabuena.
Regalos al paladar iban desgranando el entusiasmo y una queimada gallega, calor en el alma de Maribel, poniendo punto final, vuelve a acentuar el regustillo de esta convivencia vecinal sintiéndonos parte del todo. La carretera llena de serenata oscura, hace brillar aún más los faros de nuestro coche y en el interior, las flores de papel son en nuestra manos, el retorno a la magnitud de la paz invitada.    
Marcilla de Campos queda atrás saboreando la jornada, el esfuerzo. Socios y colaboradoras entre ellas la mencionada, retiran de su cuerpo el mandil blanco y el gorro alto que coronaba su testa como chef de altura de fama bien ganada.
Algarabía de florecillas en el ramo de la amistad, pequeñas mariposas queriendo posarse hasta perpetuar los encuentros, las alegrías y el horizonte común de la soledad de los pueblos llenándolos de luz.

1 comentario:

  1. SOCORRO MUCHAS GRACIAS POR TU ELOGIOS HACIA NUESTRA SOCIA MARIBEL Y NUESTRO PUEBLO. PASAMOS UNA VELADA LLENA DE ALEGRÍA, PAZ, Y UNIÓN ENTRE LOS DOS PUEBLOS. RAQUEL Y MARIBEL.UN SALUDO.

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