Se viste Requena con el ocre de la tarde de sus mayores y torna en amanecer luminoso la diadema de plata que corona su frente con el agua clara del Canal. Se calza Requena con pisadas diminutas, con infantiles leyendas, con juegos en la plaza, con tertulias de vecinos y sandalias estrenadas.
Se viste Requena con refajos y enaguas para alegrar la fiesta en honor de santa Ana. Hay ofrenda de flores, versos a la santa; abuela entre las abuelas, campanillas suenan cabalgando el alma. Asociación en auge, festividad de todos, juventud que atrapa la sonrisa del verano que anida en cada casa y para mejor unirnos una paella prepara y el pueblo degusta con armonía y chanza la unidad y la paz recreada. 85 comensales levantan la copa esperando el año próximo repetir la hazaña.
Sombra de llorones, de tamarindos, de chopos y otras plantas dan al ambiente un rincón ideal para la alargada mesa y al sol detienen que en este día quemar quiere pechos y espaldas. Risas servidas al aire escapan iniciando una historia para recordar mañana. Por primera vez en su curriculum, sin clases que separen, con edades mezcladas, Requena se rinde al vestido de rayas de colores pintadas.
Precedió a este día un acto cultural. D. Luis Alonso-Villalobos, médico insigne de Valladolid y convecino vacacional, disertó sobre la alimentación y hábitos de la misma. Fantástica exposición del tema, diálogo posterior y el grato sabor del acercamiento de la cultura "en familia" recibida.
Un mercadillo solidario, aportación de enseres de todo tipo por la generosidad vecinal, ha dado un toque de altura a esta fiesta asociativa de creación nueva.
Repetimos, Requena se viste con traje de gala y al verano hace un guiño de sonrisa clara.
La educación en el deber
Hace 8 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario