Saltando de prosa en prosa llego hasta ti, "Cantar de los cantares". Se acelera el alma, en vergeles se adentra y tras la opalina vereda, el corazón se solaza.
Encuentro de reencuentros de belleza anhelada. Salir en su búsqueda, amar cada pisada hallada y abrazar la dicha de compartir ansias, de reír pregonando ese hallazgo de dicha, esa fusión con el pueblo que despertó fresca y sencilla la mañana.
Emergen a tu lado pueblo mío las luces y el sol se atreve a inundar tus campos de pétalos irisados por el rocío antes bañados y a admirar se detiene, las casas, los sentimientos que en ellas anidan, el ruido, la vida y cuanto el entorno amalgama.
Ambiente festivo a tu lado se respira y las distancias se acortan, la emoción se detiene un momento pensando es ensoñación paladear la dicha de estar unidos, de tender la mano y tocar tu cara. Pueblo, lejano esposo de la trama.
Búsqueda recreada en la esperanza de permanencia en quereres, de retornos deseados. Habitantes en esta cuna nacidos, venid, corred, que yo vea vuestros progresos, que paladee en la misma mesa los frutos de vuestros deseos. Queríais este encuentro y aquí me tenéis admirando también yo vuestro crecer, la algarabía del corazón que ríe de placer.
Un aire suave os envuelve y su cálido mensaje me llena de alegría. Abro mis brazos y cabéis todos en el amor que de mi corazón rebosa. No más distancias, no más huidas, que vuestra libertad os devuelva cada verano a recorrer las calles, a convivir con la sencillez que realza vuestra belleza en los lares de Requena.
Chindas, sé que no entiendes nada de lo que mi mente refleja, sólo te aclaro que es un diálogo entre los deseos de las gentes y la respuesta del pueblo que los oye.
¡Qué grande es comunicar la serenidad y la paz de la convivencia veraniega con los vecinos ocasionales de estas vacaciones!
La educación en el deber
Hace 8 años
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