Un año más llegadas estas fechas,
los pueblos pequeños pasamos a ser dominados por la soledad del silencio y tu y
yo amigo Chindas volvemos a reflejar su impacto en nuestras vidas. Es tan denso
el silencio por las noches que tus ladridos en las manillas del reloj de la
torre hacen eco y dormir se convierte en un enigma de pensamientos cruzados,
agrandando los ojos en la oscuridad temerosos de ruidos extraños cual mirada
gatuna expectante.
¡Bueno,
no ladres solo porque nombro al felino!
En
este desasosegado duermevela el silencio se torna atronador, el aire lame las
calles con cautela y el vacío se extiende por doquier.
Silencio, nada, latido oculto revestido de soledad,
párpados cerrados de descanso merecido y no hallado. Silencio, limpieza del
alma, profundidad y levitación a un mismo tiempo, teoría del vivir y morir en
la grandeza de tus palmas.
Me
dice una vecina que el silencio huele a otoño, me resulta una frase con
enjundia y aquí la dejo para deducción de los lectores. Sigamos, mi perro
amigo, sumidos en el misterioso silencio que los días sin luna llena de sombras
tu corral y nuestro mundo rural, rural, en el que todavía huele a paja yacente
en las tierras y comienzan las cocinas de leña a expandir su olorcillo a humo, nos
lleva a épocas de bullicio. Evocar,
caminar entre nubes pardas intentando adivinar entre las pocas estrellas que
emiten su luz el tesoro que ocultan el silencio y la noche. Cómplices
enamorados, uno mudo y la otra con velo cubriendo su rostro, caminan de la
mano. Adentrémonos más allá de esa imagen errante tan conocida buscando en
el trasfondo de la misma la grandeza que subyace dentro de ella, la paz tan
codiciada por quienes su sosiego carece de realidad. La urbe roba el silencio
de sus vidas, su día a día acompañado por extraños oculta en lo más profundo el
recuerdo gozoso de la amistad sencilla que en las aldeas habita y recibe con
cercanía.
Silencio
que atormenta cuando el vacío se hace sima, pero bendito silencio el que
permite recrearse en las pequeñas cosas que murmuran esperanza.
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