¡Qué bonita es la amapola
silvestre cuando ríe, qué fea cuando llora e inclina la cabeza y marchita
queda! Acompañada de espigas, cardos, ramas secas o verdes, de amarilla colza y
blancas margaritas, adorna, luce embellece. Corazón negro, rojo vestido de
gala.
¡Qué bonita es la amapola cuando
ríe, qué triste cuando llora!
Se detiene el viento a su lado,
mira y admira su efímera belleza; callada espera mientras cimbrea su cuerpo y
el aliento se despide de la mano que la toca.
Rodeada de botones, hijos que
adornan su falda, a su lado permanecen, a su lado sangran el color de la vida
esperando que se abra. Flor de campos, laderas, rusticas fachadas o descampados
son sus dominios; su jarrón de primavera.
Amapola, patria mía, sin sonrisa
nada eres; tu luz acalorada evapora los sueños si arranca la noche de tu vivir
suspirando galanura. Tú eres sosiego si sosegar te dejan, eres paladar de la
vista bordeando el horizonte, el camino o la acera de tu casa, rural, sencilla,
dando paz al visitante.
Convulso está el trotar de
quienes con segar amenazan, “limpiar” de impureza las calles, arrebatar las
raíces, allanar los quebrantos. Tierra sin lodo es imposible si la lluvia la
visita, si el polvo en las casas anida. Nadie habla ni acompaña el educar en
valores, en restaurar lo roto sin desechar la esencia del ser respetando,
añadiendo no restando.
Tus deseos, mis deseos, pacificar
quieren el nostálgico silencio de la espera. El campo de batalla del poder
cierne de gris el cielo, se atrinchera anhelando la conquista del poder.
En silencio la amapola mira la
noche cerrada, apagada la sonrisa, encapsulada el alma. Entre los pétalos, la
esperanza.
El insolente sueña con dominar,
el pacífico en compartir y el político de buena voluntad ¿con qué sueña? A los que sólo nos toca esperar que las voces
y discursos se callen, sigamos como las amapolas, dando color a la vida sin
reparar que los cardos tienen pinchos y a nuestro lado florecen, conviviendo no
hacen daño si el respeto riega también sus raíces.
Amapola, lección escrita en los campos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario