El Peñón de Gibraltar, desde La Línea de la Concepción |
Piedra dolorosa en la vesícula de
España. Sedimentación de enemistad guerrera, de años sin decisión para extirpar
definitivamente la lacra de un colonialismo que no respeta los acuerdos. ¡Hasta
cuando ese sin vivir de nativos y foráneos!.
Finas
fibras de tejidos invisibles envuelven ese cálculo pétreo con rivalidades que
enfiebran a nuestro país y envalentonan al inglés colonizador.
Mares
que sostienen y mecen barcos expectantes; aguas que lamen con avidez la
fortaleza de ambas partes y en la orilla sombreada por el Peñón, los ciudadanos
de a pie respiran la inseguridad de su trabajo.
Gibraltar,
punto de encuentro y desencuentro, guerras que sacrificaron familias, que se
adueñaron del pacífico vivir de sus gentes; que con el Tratado de Utrech volvió
a lucir un sol mediterráneo que auguraba armonía. 300 años han marcado el
devenir de esta roca con sus límites aceptados, pero los nuevos ciudadanos
ingleses, tan caballerosos ellos, han perdido las formas en pro de su ambicioso
afán lucrativo.
Aguas
jurisdiccionales saqueadas. El bastón inglés ha sido incrustado en las simas
hiriendo la belleza del paladar
acuático. Pesqueros con su bandera roja y gualda están sumidos en el ocaso del
sol esperando un amanecer que permita vestir sus redes de plateado brillante.
La
política de ambos países negocia, una defendiendo el acuerdo a respetar entre
“caballeros” y la otra parte haciendo caso omiso a un Tratado tan lejano...
Mientras, el mundo mira sus miserias desde la óptica de la amistad o simpatía a
uno u otro contendiente. Desde el interior de nuestro país y con la perspectiva
simple que nos rodea, soñamos con una solución que eleve nuestra autoestima y
si esa piedra vesicular es nuestra, que cuando acabe la operación “nos la
entreguen”, la conservaremos para recordar lo que ha provocado tal desacierto y
asegurarnos en lo sucesivo que los pactos sólo deben hacerse entre personas
“nobles” de verdad, que haberlos, hay .
Peñón que al cielo miras altanero,/ peñón que asientas
tus posaderas en tierra hispana,/ defiende tus raíces ibéricas y muéstrate
orgulloso de ser español/ aunque en inglés manoseen tus entrañas.
NOTA.- Un ligero "percance" sanitario de mi dueña, ha retrasado un día esta publicación.
Espero que el "percance" haya sido menor y que ye esté recuperada. Dale muchos ánimos y que no dejéis de escribir en este blog. Un abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminargracias amigo lector por sus buenos deseos y ánimos. Esperamos seguir contando con su afecto a nuestro Chindas, de su parte un guau festivo de amistad.
Eliminar