jueves, 26 de abril de 2012

A la caza


Mi olfato me ha permitido levantar de nuevo una liebre esta nublada tarde del domingo 22. En frenética carrera por el camino de Marcilla no vio, hasta último momento a mi socio que venía por el mismo y que tuvo que apartarse para evitar el encuentro. Es rápida la condenada y no pude darle alcance. No importa, fue una buena tarde. ¡Qué emoción olfatear a la presa, el latir del corazón, el respirar profundo y el dirigir todos los sentidos y los músculos hacia el objetivo! ¡Qué cúmulo de emociones! La naturaleza es sabia y ha dotado con fuertes emociones a operaciones como la nutrición, la reproducción o la caza. Perros y personas, aunque en la actualidad no la necesitemos, somos animales de caza y los cazadores pueden dar conmigo testimonio de la profunda emoción que provoca esta actividad.

Que don Juan Carlos sienta pasión por la caza no es ninguna aberración, ni ningún delito, aunque sean muchos los que han sublimado este instinto y se dediquen a cazar al cazador.
Se ha desatado el pimpampum: que es detestable la caza de animales en peligro de extinción como el elefante, que es indignante que mientras la nación sufre recortes, el acoso de los mercados y el paro incontrolable el jefe del estado se haya ido de holganza, que es indecoroso el alto gasto sólo permitido a las grandes fortunas.
Y han disparado en los bares, en las redes sociales, en las tertulias, en los reportajes, en los pronunciamientos de los politicólogos y hasta en las sesudas elucubraciones de catedráticos de derecho constitucional.   
Tan cargado de pólvora estaba el ambiente que, el pobre sujeto de tan multitudinaria caza ha tenido que entregarse con un “lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir” ¿Se conformarán los cazadores con haber cobrado la pieza o exigirán su despedazamiento?
Tal vez, antes de disparar, quepan otras consideraciones: que precisamente este tipo de caza permite la conservación de la especie al financiar su protección y el control de los furtivos, que el rey no tiene capacidad de decisión por lo que el mortificarse no alivia la situación, sí la solidaridad, que es posible que la función informal que presta el rey a las causas de la nación se desarrolle ocasionalmente en estos cenáculos de grandes fortunas e influyentes personajes. Kayali, el empresario hispanosirio que según dicen colaboró en la concesión del Ave Medina-La Meca a empresas españolas, es el que pagó el viaje ¿era bueno desairarle? Puede que sea una lástima que el argentino Kicillof no frecuente, por ahora,  esos círculos.
Aprovechando el desafortunado viaje a Botsuana y los problemas judiciales de Urdangarín, muchos, como el sublime Cayo Lara, no se conforman con la caza del ciervo gigante del monarca y van a por el gran paquidermo, la monarquía, para ofrendarlo triunfantes  ante el altar de la 3ª república española sin darse cuenta que se han convertido en fieles adoradores de un diosecillo inconsistente.
La 1ª y la 2ª república tenían por objetivo superar viejos problemas de la nación como la relación de iglesia estado con la imposición de la doctrina eclesial en la educación y en la moral; como la existencia de privilegios de la nobleza o el clero o como, sobre todo, la limitación de la soberanía nacional coartada por el poder del monarca. Todo lo que hoy ya se tiene: estado laico, igualdad ante la ley y soberanía plena nacional.
¿Es más moderna y democrática Alemania que Suecia?
El partido, que se quiere jugar,  de república monarquía no es un partido de champions ni siquiera de primera división, lo máximo de segunda, aunque el nombre de república evoque viejas glorias.
No hay monarca ni presidente perfecto, ni parientes, del monarca o del presidente, siempre irreprochables. Sobran ejemplos.
Nuestro rey no tiene poder político, sólo la función de representación, por ello que no tiene responsabilidad política, aunque no deba quedar libre de sus obligaciones personales como cualquier ciudadano ante la ley.
Con todo, la función de representación es importante. Es la imagen del país dentro y fuera de las fronteras y este es un tiempo dominado por la imagen.
Es legítimo pedir que se juegue el partido de república o monarquía. Siempre que el público lo quiera y se juegue con nobleza, oportunidad y sin deterioro de las instituciones.
El dejar chamuscada por la pólvora a la figura que representa al país puede hacer levitar de gozo a algún reprimido y sublimado cazador, pero, ¿es positivo?

jueves, 19 de abril de 2012

¿Enriqueces?

Esta tarde del viernes trece ha estado en casa Aurora, la hija de mi veterano contertulio, y me he quedado sin salida al irse a Frómista, al pregón de las fiestas de san Telmo. He aceptado gustoso este recorte vital ya que el pregonero es Juan Ramón Lagunilla, el que da estructura a este blog.

Aurora, que también interviene en él llevándose en un pincho, para enviarlo por correo electrónico, la expresión de cuanto pienso y, a veces, disimuladamente, corrige expresiones y más frecuentemente comas y otros signos de puntuación, pregunta, teniendo en cuenta la plasmación visual de Juan Ramón: ¿cueces o enriqueces? Todos los amables seguidores de este blog constatan que enriquece, le da plasticidad, color, sabor, sentido.
 A la vuelta les pregunté cazurramente a mis socios si era cierto que, como en la localidad hay un centro de equitación, el pregonero, acompañado de dos heraldos con trompetas, los tres a caballo y ataviados como el joven y presumido jinete que fue Telmo González, ha recorrido las calles del municipio anunciando el inicio de las fiestas.
Y si se confirma que el sermón satírico, que tiene lugar tras la procesión del ole, se iba a transformar este año en un recital de los “cantares del milagro”, pues tiene gracia que haya sido aquí, en Frómista, donde el poder divino haya tenido que intervenir para que se devolviera a un honrado prestamista judío la deuda con él contraída por un cristiano dispuesto a pasar a mejor vida olvidando esta obligación, y como un hecho así bien merece que en la villa del milagro se hagan coplas y letrillas que se canten con humor, si era verdad que este año las coplas serían cantadas por un rapero.
Me dice mi socio que me deje de perrerías.
El pregonero, que ciertamente posee el don de la palabra, con sencilla naturalidad, repasó su experiencia vital en la localidad y con sus gentes, como maestro y como actor político.
Pero Juan Ramón es de los que enriquecen. No se limita a cocinar un caldo sino que lo enriquece para darle ese punto exacto del buen sabor. La labor de maestro no queda en una buena enseñanza, sino que se convierte en educación, educación del alumno a quien se ayuda en su maduración como persona y educación del maestro que también se desarrolla. La labor del actor político no se reduce a la promoción de su ideario, sino que se abre al respeto al adversario y a la colaboración en proyectos comunes.
Todo el mundo es cocinero y los hay buenos, regulares y menos buenos. Algunos además enriquecen y, por lo visto en el pregonero, este enriquecer está en abrirse a los demás, en la empatía, en el bien querer.
Siempre, también en los momentos de crisis, no aportarán más los que echen más leña al fuego, ni los que empuñen el cucharón con más remango, sino los que enriquecen.
Mostró Juan Ramón en su pregón su satisfacción por sus muchos amigos, pero también por sus enemigos que, de no existir, harían la vida más aburrida y menos excitante. Es que, en sujetos como él, la confrontación dura, pero franca, no puede ser desabrida. Hasta la enemistad enriquece.

jueves, 12 de abril de 2012

El mito de los mercados

Tarde del sábado santo. En Requena ha mejorado el tiempo. No amenaza la llovizna y ha subido la temperatura. Cuando salgo con mi socio a pasear, las calles bullen de gente. El pueblo ha quintuplicado su población estos días pasando de una docena de habitantes a más de setenta y ahora cambian saludos, impresiones, noticias.

Algunos dirían que esta afluencia de gente a lugares tranquilos y de bajo consumo se explica por la crisis. A pesar de ello, las personas congregadas no tienen caras de ajuste ni de recortes sino de satisfacción y gozo por la plácida tarde y los cálidos encuentros. Y menudo fin de semanita que nos comunican los medios: la prima de riesgo española sube como la leche hervida, las cotizaciones de los títulos en bolsa están por los suelos, la subasta del tesoro queda en parte por cubrir y los intereses de lo subastado son agobiantes y, por si faltaba poco, el anuncio de recortes milmillonarios en sanidad y educación.
Y como sobre los hombros se lleva un cerebro de hombre cavernario, se personifica a los causantes de tanta desgracia en dioses poderosos y violentos que devoran a sus hijos, los mercados.
Es imposible resistirse a su fuerza destructiva, sólo cabe hacerlos propicios con sacrificios y ofrendas; los sacrificios de los recortes y las ofrendas de buenos doblones en intereses de deuda soberana. Dirigentes políticos y económicos, por propio interés o por ilusas creencias, se han convertido en fieles sacerdotes de este ídolo de oro ante un pueblo descreído.
Para enfrentarse a esta situación no bastan los saberes, es necesaria la sabiduría y ésta comienza con la destrucción del mito de los mercados. Los sujetos activos no son los mercados sino los mercaderes, con nombre y apellido las personas físicas y con ración social las jurídicas o sociedades, y estas con directivos identificables. El recurrir al mito lleva a crédulas ofrendas irracionales.
Al desterrar el mito, las tribus de la selva no quedan libres de tormentas tropicales ni del peligro de las fieras. España está sujeta a la carga de la deuda y al déficit y hay sujetos financieros muy poderosos a los que pueden interesar altas primas de riesgo, ya sea directamente como forma de ganancia prestamista o indirectamente como desestabilizador tanto de los riesgos económicos como del euro y embolsarse ingentes cantidades en apuestas inversoras o en cambios monetarios.
¿Reaccionarán los mercaderes ante ajustes y recortes? ¿Por qué habrían de hacerlo?
Los ajustes suponen más paro, menos actividad económica, menos consumo, menos ingresos del fisco y más gasto, en resumen más dependencia en río revuelto y más oportunidades de inmoderado beneficio. Contemplemos el ejemplo de Grecia y Portugal.
La solución viene por depender menos de tales mercaderes. Pero es imposible domarlos ya que las fuerzas políticas internacionales, europeas y españolas, no están por la labor.

Ni los mitos, ni la temerosa credulidad que se traduce en ofrendas propiciatorias, ni la fuerza del destino han impedido el desarrollo de las sociedades humanas, aunque a veces éste sea lento y traumático. Si se destruye el mito, los mercaderes especuladores que tras él se esconden no son indestructibles y tienen los pies de barro por su propia codicia y ofuscación.

jueves, 5 de abril de 2012

Tramposos


"In memoriam"
Antonio Mingote

Me gusta acompañar a mi socio en sus caminatas campestres. En las tres últimas he tenido la suerte de encontrar liebre o conejo al que perseguir por estas lomas. A la vuelta al pueblo me apresuro a adelantarme, me pierdo por el caserío y me hago el sordo a sus silbidos. Pero, por si acaso, no tardo en entrar al corral de mis dominios con cara de inocente, pues no hay que tentar la suerte y quedarme un tiempo sin salir.


Por supuesto que soy un pequeño tramposo en este país de tan increíble picaresca como la que relatan estos días los medios: Universidad Politécnica de Valencia, examen para el título de patrón de yate, 21 detenidos, 4 apuntadores externos, 7 suplantadores de personalidad, 10 pinganilleros, entre estos últimos Dani Pedrosa, ¿quedaba algún patroncillo honrado?

Y aunque suplantar la personalidad, obtener títulos oficiales de forma fraudulenta o ayudar a ello sea delito, nos lo tomamos a broma ya que en este país ¿quién no hace trampa? No se cobra o no se paga IVA, se hacen o se encargan chapuzas en economía sumergida, se falta al trabajo con falsas escusas, se cobran paros indebidos, etc. Considerando todo ello no sólo disculpable sino fruto de una sagaz y astuta inteligencia.

Así nos va, pues quienes están montados en el machito de la riqueza o del poder tienen más posibilidades de grandes fraudes y de salir indemnes al tener a su disposición hábiles contables para apañar sus cuentas y abogados que encuentren rendijas legales por las que escabullirse y paraísos fiscales donde preservar sus injustas ganancias. Si hasta son capaces de impulsar decretos de exenciones fiscales de muy dudosa finalidad como las SICAV en que sus ingresos personales se cobijan bajo la falsa apariencia de sociedades inversoras.

Y no son pocos los tramposos con el poder en sociedades o instituciones o cargos públicos ya sea por corrupción, pero también por decisiones de pícaro, que premia a los amigos y maltrata a sus adversarios, que incumple contratos o plazos de pago…

Y aunque en esta época de crisis se levante el grito contra tanto desaguisado, hay conciencia de que de los poderosos pocos son los pillados, menos los condenados y menos aún los que restituyan lo defraudado.

Se habla de una economía sumergida y de un fraude fiscal no inferior a la cuarta parte del PIB.

Como estamos en el país de la picaresca pero también del arbitrismo, no es fácil sustraerse a arbitrar posibles soluciones, como la de nuestro gobierno con la amnistía fiscal a quienes con palabrita de niño bueno confiesen sus pecadillos.

El remedio, por supuesto, está en la maduración ética de la sociedad española, pero es de lógica que, aunque se implanten en la enseñanza cursos de educación ciudadana, las sanas manzanitas se pudren en un ambiente pegajoso, cálido y húmedo. La sana maduración exige la ventilación de la acción contra el fraude fiscal y el beneficio de esa acción ha de ser superior a los costes.

A nosostros se nos han ocurrido algunas propuestas:

1-Todo fraude voluntario es delito que merece la pena de privación de la libertad.
2-Esta pena se cumplirá en centros de detención nocturna (10 de la noche a las 8 de la mañana, por ejemplo); de día que trabajen.
3-En el centro no se permitirá ni tele, ni móvil, ni radio, ni prensa, ni comida, ni desayuno, ni bebidas; sólo agua y libros.
4-El condenado llevará sus sábanas o saco de dormir y hará su cama.
5-El juicio será rápido con la asistencia de un fiscal de hacienda y un abogado imparcial de turno. Si el enjuiciado reclama un juicio ordinario la condena se cumplirá en una cárcel normal.
6-El reintegro de la cantidad defraudada amortizará los tres cuartos de la pena.
7-Ninguno, ni joven ni viejo, ni directivo bancario, ni prócer político, ni Dani alguno, ni aún por indulto, si ha delinquido, se librará de dormir en el centro.