Y se me ocurrió componer un rap o un corrido mejicano, pero como no tengo capacidad para tan señeros vuelos , me atrevo con unos ripios, los ripios del financiero.
Cuando yo sea muy grande quisiera ser financiero
para mover todo un mundo, como palanca, el dinero
Pero como soy pequeño me toca limpiar zapatos,
si juego con predadores o acabaré como plato.
Dicen los economistas que es pura necesidad
que pues estamos sedientos bajemos al manantial.
Junto al caudal de los bancos los fondos de financiar
esperan al flaco y débil buena pieza por cobrar.
Nos dicen continuamente que es preciso recortar
nada de tripa ni grasas, sacrificio, adelgazar.
Que no nos pille el cuchillo del carnicero mercado,
que el que corra como un gamo no acabará en el guisado.
¡Pobre, cuitada Grecia! Dicen que la condonan,
que no merece la pena una vaca tan flacona.
Merkel, menuda angelita la adusta dama de acero,
que al eurobanco prohibe aliviar nuestro desvelo.
Así la banca teutona dinero mayor consigue
que el valor a devolver cuando los plazos obliguen.
Y con magnánimo gesto, de la deuda soberana,
solidarios, dicen, compran a las haciendas hermanas.
Alemanes, cuidadito, que si en esta siniestra danza
os quebráis en un tropiezo, acabaréis en pìtanza.
En este capitalismo de regulados mercados
sólo los financieros hacen de su capa un sayo.
En cualquier actividad, una libertad salvaje
prima al fuerte y al malvado pero al débil no le vale
¡Qué utopía más dichosa!
pensar que las fieras hienas
acatarán buenas normas
o les pondremos cadenas.