viernes, 30 de junio de 2017

PREPARATIVOS...

Cabalgando con la celeridad del tiempo, los preparativos del V Centenario de nuestra iglesia local van superando etapas. De los comienzos en que se pergeñaban las ideas a estas fechas, florece la ilusión de un trabajo con perspectivas de éxito.

Días entrañables aparecen en la lontananza de finales de mes. Solemnidad anunciada, prisas por ganar la batalla a la soledad invernal. Invitamos a amigos, conocidos y desconocidos a que vengáis. Pasar un día en el pueblo es sano y gratificante.

La pequeñez de este pueblo-aldea sueña con ser grande por unos días y compartir la experiencia de convivir en la historia del S.XVI dentro del S. XXI con alegría y ambiente festivo, marcando un hito en nuestra experiencia vital.

Los parques se dejan hacer, su melena verde y crecida empieza a ser rapada dejando que los rayos del sol se regocijen en ellos. Los rosales lucen ya sus mejores galas y las calles se preparan para el evento con el aseo esmerado que la ocasión requiere.

Todo empieza a estar a punto. La sequía no ha mermado más que la cosecha y como a mal tiempo buena cara, los vecinos estamos superando esa “crisis” mirando a la veleta de la torre con la esperanza de que se detenga a tiempo de resurgir.

Amigo Chindas, en la próxima semana incluiremos el Programa de todos los actos conmemorativos para que se animen los lectores a visitarnos.


¡GUAUU...!

jueves, 22 de junio de 2017

VERANO ROMPIENTE

¡Hola, Chindas!, parece que con esta ola de calor estamos abocados al silencio  en el teclado del ordenador. El paisaje veraniego se ha tornado árido, sin perspectivas de cambio de color ya que la lluvia pasa sus vacaciones fuera de esta tierra nuestra.

Se agrieta y adolece el suelo vomitando la cosecha sin granar. Llanto sin lágrimas que parece un alarido salido de sus entrañas. El labrador mira con pesar el desatino del cielo, que está borrando las huellas de esperanza que  acompañó la siembra. Una y otra vez otea el horizonte donde cielo y tierra se unen. Impoluto el azul celeste se muestra ajeno a la necesidad de agua. La flor del girasol, único germen sin nacer aún, quiere beber la vida para adornar estos eriales panorámicos.

Cereales que alimentan no verán su harina hecha pan; sus espigas estériles volverán  a caer con la caña al suelo de pisada fácil y triste. La blanca nieve del invierno tampoco cubrió de armiño los hombros de los surcos y la primavera solo aporta gorjeos y flores para recibir al verano.

Ya no hay cantares labrantines en el aire, ni las eras se preparan. La ausencia de lluvia benefactora en su momento ha dotado de  palidez los ocres; murmullos verdosos aparecen espaciados cual melena desaliñada  a medio recoger. Como ves, querido Chindas, el panorama actual causa una cierta tristeza. Las fuentes dejan caer hilos de plata para que abreven las aves, algún animal ocasional y el vecino que gusta de lavar su cara con la frescura del agua.


Vacaciones de capitalinos llenando los pueblos de tertulias en la solana, paseos con el gozo del silencio y el aire decorando el rostro de salud. A pesar del “mal año”, tú sabes, mi buen amigo, que recibimos con gusto a estos vecinos ocasionales y les deseamos felices días compartidos. Que la ola de calor no borre nuestra sonrisa y tu voz suene vigorosa para que podamos seguir tecleando.

¡Guauu..!, Sí, ya sé que tenías ganas de estar otra vez en tu página, intentaremos conservar la amistad de los lectores y que no te olviden.