viernes, 31 de diciembre de 2010

Año viejo, año nuevo

Por fin, ya los días han comenzado a no acortarse. En las excursiones con mi socio, siempre vespertinas, la obscuridad nos caía cada vez más temprana y parecía que la noche acabaría engulléndose al día, pero ya podemos decir que el día le va comiendo la partida. Hay esperanza.

Esto, aunque con algo de retraso, es lo que vamos a celebrar en el año nuevo.
Hay finales que no implican ningún comienzo, como la cárcel con la pérdida de libertad, el paro con la pérdida del trabajo o la muerte con la pérdida de la vida. Estos finales no admiten festejos. Sí los comienzos como aprobar una oposición, inaugurar una casa o un nacimiento. Hay acontecimientos que son final de algo y comienzo esperanzado de otra cosa como el final de los estudios, la despedida de soltero o el final de año. Una etapa ha pasado con sus trabajos y conquistas, con sus alegrías y sinsabores, con sus límites, y la celebración es explosiva, ruidosa y hasta desmadrada, lo pide el haber superado los límites en que estábamos y el deseo de ahogar la añoranza de las buenas cosas y ratos pasados.
Acaba el 2010 y comienza el 2011. A festejarlo. Ha sido un año difícil y lo hemos superado. Comienza otro año para la esperanza.
Confiamos en que la crisis ha tocado fondo aunque aún las tinieblas del paro, de la contracción económica y los sacrificios, estén presentes, las horas de luz se alargarán.
Pero no podemos abandonarnos a un ciego destino ni atribuir males y remedios a fuerzas externas como el gobierno, los banqueros, o los empresarios.
La economía es una organización humana en que todos participamos con diferentes papeles y responsabilidades. Nuestra es la crisis y nuestra la salida.
No hicimos bien la obra de teatro. Director, protagonistas, secundarios y comparsas la marramos y el espectáculo se nos fue de las manos. Pues a remediarlo y ha de ser una obra colectiva. Si sacrificamos a secundarios y comparsas con miles de ensayos, si los protagonistas la pifian, menuda función. Con buenos protagonistas, sin dirección y secundarios fracaso seguro. Así que manos a la obra.
Que hay que sacrificarse, ¡a sacrificarse todos!, comenzando por director y protagonistas.
Que hay que reducir los ingresos, ¡reducción para todos!, comenzando por gobernantes y empresarios, y nos referimos a las personas no al gobierno que puede recaudar más para incentivar más la economía, ni a las empresas para que inviertan más y incrementen producción y empleo.
Que hay que calcular las pensiones en función de año trabajado, ¡que se aplique también a políticos y directivos! Fuera jubilaciones especiales para políticos, ni contratos blindados y jubilaciones de rey Midas para directivos.
Existen dos discursos, uno el de los de arriba que nos dice que son necesarios sacrificios pues si no, no saldremos de la crisis y todos saldremos perdiendo; otro el de los de abajo que pone unos límites a lo que no se puede renunciar como el nivel del salario, el mantenimiento de las pensiones y la edad de la jubilación.
Ambos pueden tener razón, pero chirrían. Es necesario el discurso integrado. Si es necesario reducir la masa salarial con despidos y contención de salarios, pues en la misma proporción la masa de los emolumentos de directivos y dirigentes gubernamentales por reducción de puestos y retribuciones. Y cuando salgamos de la crisis todos hemos de salir a una, en empleo, y retribuciones.
Todo esto es básico y se llama equidad, pero no alcanza. Se requiere también ilusión, iniciativa e imaginación para autoemplearse, para prepararse para un trabajo necesario, para crear y ampliar negocios, actividad, empleo y a esto se llama laboriosidad.
Y saber que unidos es más fácil, más humano y a esto se llama solidaridad.

Año viejo que se acaba y año nuevo a inaugurar. A festejarlo. Y desde el 2 de enero del 2011 manos, inteligencia y corazón y
¡a superar la crisis!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Iglesia laica y comunera

Cuando volvemos de nuestro paseo, antes de entrar en el corral, me gusta, para desesperación de mi socio, dar una vuelta por las calles ya que siempre surge alguna novedad. Aunque en el pueblo por estas fechas invernales no residan más de una docena de personas, también él se adorna con motivos navideños: un gran panel del nacimiento en la pared de la iglesia y casas engalanadas con estrellas, árboles y lucecitas multicolores. Todo obra de los vecinos y visitantes sin costes para el ayuntamiento.


Fuera de ámbitos como este, sencillos, la navidad es una explosión de adornos, de música, de color, de luces; un derroche de regalos, de comidas, de espectáculos; una oferta portentosa de artículos en tiendas y en grandes almacenes. Toda la parafernalia navideña, y, aunque para algunos bajo ella aún palpita la celebración religiosa, para muchos la navidad es solo eso.
Es la condición humana. Una boda, un cumpleaños, un fin de carrera se miden más por el jolgorio que les acompaña que por el acontecimiento en sí.
Aquí tenemos a nuestra Iglesia, que se llama jerárquica a sí misma, es decir gobernada por los consagrados, por los que han recibido la consagración sacerdotal. Este orden sacerdotal aparece como un grupo diferenciado, como los tres estamentos medievales, con diferentes funciones y derechos. En la Iglesia serían dos grupos, el clero y los laicos.
Esta casta sacerdotal sí existía en la tradición judía, perteneciente a una determinada familia dentro de una tribu y consagrada al servicio del templo
Nada más lejos de los Evangelios. Jesús predica a todas las gentes y elige a sus discípulos entre la gente sencilla del pueblo. Sus seguidores forman el pueblo de Dios, la Asamblea Santa, es decir la Iglesia, y no se requieren templos, pues donde están dos o más reunidos en su nombre, allí está Él en medio de ellos. Al descampado, debajo de un árbol, una casa o una sala, pueden ser el lugar de la asamblea. El edificio, si existe, no es más que la casa del pueblo de Dios, pues Él no necesita casa.
En el nuevo testamento, solo Cristo aparece como sacerdote, pontífice o puente entre Dios y los hombres y los bautizados en Él, el común de los fieles, participan del único sacerdocio de Cristo.
Por eso se puede afirmar que el pueblo que forma la Iglesia la hace laica y comunera, como es apostólica, porque eligió entre sus discípulos a los apóstoles, y les mandó anunciar la buena nueva del Reino y a ser testigos de su muerte y resurrección, bautizando a los que cambiando de forma de pensar creyesen, confortando a los hermanos, perdonando los pecados y celebrando la eucaristía.
Hechos y Cartas de los Apóstoles nos muestran como estos eligieron a obispos o vigilantes de comunidades que mantuviesen y continuasen su misión. Los ancianos o presbíteros participaron en esas tareas apostólicas y delegaron en los diáconos las tareas materiales de atención a las necesidades de las comunidades.
La forma que tenían estos discípulos para dedicarse a estas tareas apostólicas era la de su selección, la imposición de las manos y el envío a la misión encomendada. Parece que no hay ninguna unción para ungirlos como personas sagradas. ¿Qué más sagrado que haber sido incorporado a Cristo por el bautismo?

La Iglesia es pues laica, comunera y apostólica.

Jerarquías consagradas, templos, altares, vestimentas y ornamentos, artículos litúrgicos, rituales, consagraciones y ceremonias no son más que parafernalia de nuestro cristianismo, a veces muy bella y que pueden ayudar a las vivencias de la fe de forma positiva, otras la distraen y cuando esta parafernalia se convierte en el fin, en el objetivo, nos pasa como con la parafernalia navideña por la que la navidad deja de ser una celebración cristiana, se hace mundana. Puede que hayamos creado una religión a la medida del hecho mundano, olvidando la radicalidad del anuncio de la buena nueva.

Con todo, desde Requena nos unimos a la parafernalia de las felicitaciones navideñas:

¡Feliz navidad!

jueves, 16 de diciembre de 2010

La economía del conocimiento privatizada

Subiendo el ribazo de los campos del Rosillo contemplamos el paisaje de Requena. Es un paisaje humanizado, tierras cultivadas, el Canal de Castilla, la carretera, los caminos, el pueblo.

En su sencillez se nos manifiestan los dos grandes principios de la economía, los recursos naturales de la tierra, el agua, el sol, los seres vivos y la labor inteligente del hombre que no se reduce a tomar lo que la naturaleza le ofrece sino que la ayuda, la transforma.
Como la transforma se la apropia no conformándose con el fruto, al menos algunos se hacen con la propiedad de la tierra.
Han comenzado las organizaciones económicas que casi siempre degeneran rápidamente en sistemas de reparto entre los poderosos y sometimiento de los débiles: señores y siervos.
Sigue avanzando la actividad transformadora del hombre. Se desarrollan nuevos productos y se incrementan los instrumentos de producción, las máquinas. Más importante que poseer la tierra es poseer las máquinas, las fábricas, los medios de transporte y de servicios. Un pequeño grupo lo consigue quedando la mayoría explotada: burguesía y proletariado.
Como es conveniente juntar recursos aparecen el dinero, los títulos de partes de la propiedad, como las acciones y los poderosos que los controlan, banqueros, agentes de bolsa y financieros que manejan el cotarro en su provecho a despecho de la masa de ahorradores y consumidores: dueños de los mercados y marcados por los mercados.
La realidad no es tan simple. La inteligencia y la equidad también avanzan aunque no sea más que por los tortazos que lo obtuso e injusto dan a todos aún a los poderosos y así desaparece la servidumbre, después las leyes laborales, las antimonopolios, los impuestos crean las clases medias e intentan el estado de bienestar. Seguro que, tras esta crisis, por ella o por los desastres que están por venir también los muy poderosos superagentes de los mercados financieros habrán de claudicar y serán regulados y domados.
Pero ¡la que nos espera! Los poderosos se apropiaron primero de la tierra, después del fruto del trabajo, de las máquinas; hoy juegan con productos que son pura simbología formal de posesión como el dinero, participaciones, acciones, futuros.
Dicen que estamos entrando en la economía del conocimiento aunque es evidente que ésta comenzó con las primeras actividades humanas, por eso hoy estamos donde estamos, pero no es menos cierto que el conocimiento se ha elevado de forma exponencial y se han desarrollado máquinas capaces de almacenar los conocimientos, hacer cálculos sobre ellos, relacionarlos unos con otros, agruparlos y comunicarlos en un grado y a tal velocidad que en este proceso la inteligencia humana ha sido desbordada.
Nos queda la intencionalidad y la creatividad.
Y hasta ahora se había producido la apropiación de los recursos y de los frutos de la inteligencia aplicados a la producción, la tecnología, parece que ha llegado la hora de apropiarse el conocimiento en sí, la ciencia.
Sin los espectaculares instrumentos al servicio de la investigación se hace difícil avanzar al ritmo actual y estos recursos están privatizados y es posible contratar la producción de ciencia como se contrata la producción de automóviles. Y esa ciencia producida en el laboratorio y con el tiempo en la universidad será de la empresa, no de la comunidad científica.

Descendiendo la cuesta del Rosillo en que todo parece fácil y sencillo, mi socio y yo estamos asombrados por las capacidades prodigiosas de la inteligencia, por la complejidad extrema de los comportamientos económicos, por las barbaridades e injusticias que pueden cometerse y por la difícil y costosa rectificación que sí suele producirse.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Evaluación ilusionante

Ha nevado. Es la primera vez que experimento este fenómeno. Primera excursión con nieve. Salimos por la carretera de Marcilla. Está despejada y sin un solo vehículo. Mi socio advierte que no salgo de la carretera y pronto la abandona cogiendo el camino de la Mochuela que está nevado. Le acompaño, de momento a su lado, pero poco a poco tomo confianza, husmeo en sus márgenes, penetro en los campos, recorro el entorno. Es estupendo. Un milano vuela majestuosamente a poca altura sobre nuestras cabezas. Me he alejado de mi socio y descubro una bandada de pájaros que reposa en el la nieve. Emprendo frenética carrera. Aturdidos y con los músculos ateridos apenas elevan el vuelo, van y tornan, posándose a veces. Me he quedado sentado, observando cómo pasan repetidamente ante mis narices. Mi socio ha dado la vuelta, retorna al pueblo. Con largas zancadas me pongo a su lado. Evaluamos los nuevos aprendizajes. Estamos satisfechos. Me acaricia. Es ilusionante.


Son estas las fechas de la primera evaluación del curso. Es un trámite necesario y formalizado. ¿Carga para los maestros? ¿penosas y temidas pruebas para los niños? ¿desasosiego para los padres?

Educación infantil: los chiquillos están felices con cada nueva palabra, dibujo o descubrimiento. Los padres babean con los trabajos de sus hijos y las estimulantes observaciones de la señorita. Las maestras sonríen satisfechas; sus niños descubren, experimentan, avanzan. Niños, padres y maestros ven la evaluación estimulante, ilusionante., ¿por qué no ha de ser así en toda la etapa escolar?

El maestro anarquista ha de gozar de espontaneidad, iniciativa y autonomía en tiempos , métodos y programaciones para alcanzar los objetivos que le pide la sociedad.

Dispuesta así la labor educativa, la evaluación de la misma será espontánea, estimulante, dinámica. Maestros, niños y padres constatarán avances, dificultades, conquistas, limitaciones y posibilidades.

Con mi socio repasamos la labor del maestro que pudo ser y no fue. Una escuela donde hasta la expresión fracaso escolar desaparecería por desuso. Donde no habría ni exámenes ni pruebas. El objetivo de la educación no sería superar un determinado nivel sino en el despertar de las posibilidades de auto desarrollo del niño. Sí que habría experimentos, lecturas, expresión oral y escrita, ejercicios de cálculo y de memoria, resolución de problemas y descubrimiento de estructuras lógicas. Cosas como estas representan la actividad escolar, que es lo que hay que evaluar ya que se evalúa la actividad escolar no el nivel de conocimientos.

En las empresas diríamos que no se evalúa el nivel que alcanza la producción sino los resultados en relación con el capital empleado Y puede estar mejor evaluada una pequeña empresa con una reducida producción que otra grande con un nivel de producción muy superior. El escolar es el niño y sus circunstancias, como diría Ortega, y el desarrollo posible y concreto del mismo es lo que se evalúa.

Como maestro anarquista debería haber desterrado el 0, el 1, el 2, el 3, el 4, y hasta el 5. Todo avance es positivo, ¿qué menos que un 6? Debí dejar alrededor del 8 para el avance en que se puso más ilusión y dedicación. El 10 supondría la utopía, el horizonte al que no se llega....Tal vez lo debería haber dado al final de una etapa, como la culminación de un sueño. Pero más importante que los números debería haber sido la palabra que expresa lo alcanzado, las pequeñas y grandes dificultades, las esperanzas.

Y es que más allá de las normas y reglamentos la educación y su evaluación en que intervienen niños maestros y padres ha de ser positiva, ilusionante.

La verdad es que mi socio es un tanto lento si ha tenido que esperar a jubilarse después de más de cuatro décadas en la enseñanza para pensar así.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Perversión económica

Nota.- La presente entrada debería haberse publicado el jueves día 2 de diciembre pero, por motivos técnicos, logísticos y meteorológicos imputables al gestor del blog, ha sido imposible hacerlo. Chindasvinto cumplió como cada jueves y por lo tanto él no tiene ninguna responsabilidad en el retraso. Es un perro muy cumplidor. Pedimos perdón a nuestros seguidores. 
Canal de Castilla Acueducto de Valdelgara

El pasado viernes, 26 de noviembre, mis socios fueron en coche a Valdelgara. Yo les seguí corriendo. En el camino hay varios hermosos charcos, y pasado el segundo, los viajeros bajaron del coche y observaron, a un centenar de metros, cinco animales en un campo de siembra directa. Eran rebecos, bichos desconocidos para mí, nunca los había olfateado y ni se me ocurrió perseguirlos. Poco a poco se alejaron. Nosotros continuamos a nuestro destino.
Los rebecos en Tierra de Campos representan una muy bella perversión en el paisaje agrícola. ¿Qué hacen estos cérvidos de montaña aquí? Sin refugios, expuestos a los peligros de las carreteras y de hombres impulsivos, cazadores o no, que conociendo lo extraño de la situación querrán hacerse con alguno sin temor a vigilancia.

Pero hay otras perversiones diferentes y más dañinas. Perversión: a través de ciertos mecanismos algo se ha orientado en direción opuesta a lo adecuado. Esto es lo que pasa con la perversión económica.
En teoría la organización económica se orienta a buscar eficazmente la producción y el reparto de los bienes y servicios que necesitamos y nos satisfacen.
Tururú. Hoy, al menos, no estamos en el mejor momento de la actividad económica y en cuanto al reparto, con la crisis, unos reciben los palos y otros se forran.
Y es que la necesaria organización económica, ha generado a lo largo de la historia disfunciones, abusos e injusticias que han desembocado en crisis, guerras y revoluciones. Y en el pecado hemos llevado la penitencia apareciendo normas laborales, de regulación del mercado, contra los monopolios o creando derechos sociales.
Mas la actividad fundamental de la economía actual, la financiera apenas tiene regulación y en una economía cada vez más globalizada, cada gobierno, en solitario, no tiene fuerza para imponerse, al revés está sujeto al llamado poder del mercado y en ese mercado, poderosos sin escrúpulos imponen sus intereses y la masa del resto de los inversores procura jugar con ellos para obtener beneficios hasta que se conviertan en sujetos del ataque que les destruya.
Este sistema tan avaricioso, irracional y despiadado acaba por provocar crisis catastróficas, pero las experiencias anteriores nos lleva a evitar a toda costa el hundimiento del sistema con los conflictos y guerras pertinentes y se exige inmensos sacrificios a los de siempre , que se consideran inevitables.
El actual sistema financuero no prima la inversión productiva sino la especulativa que busca la rápida ganacia que generan las espectativas, espectativas que se crean o se exageran de forma artificial
Y no es teoría.
Confirmemos lo dicho con algunos ejemplos.
Entidades financieras amparan los préstamos hipotecarios en la construción con hipotecas muy por encima del valor del inmueble. No se quedan con esas hipotecas, las empaquetan y las colocan en el mercado. El globo pincha y algunas entidades con menos visión y millones de familias sufren las consecuencias.

En tidades financieras, con acuerdos expresos o tácitos, eligen una víctima a nivel de sus posibilidades depredadoras, piden prestada deuda soberana de un país, la ponen a la venta a la baja creando expectarivas de hundimiento, el resto de inversores, asustados unos, espabilados otros también venden. El país no consigue financiación para pagar sus cumplimientos a costes no prohibitivos. Rescate de Grecia, rescate de Irlanda.

Hoy priman productos de inversión llamados de alto riesgo, como futuros... Los que tienen poder e información ganan casi siempre, el resto de agentes casi siempre pierden.

Consecuencias.

- La gran crisis de la que no salimos.

- Para evitar el derrumbe total, salvación de las entidades financieras y endeudamiento de los estados.

- Las entidades financieras que superaron por sí mismas la crisis y los que fueron salvadas huelen carnaza en los mercados y se lanzan a por las posibles presas.

- A río revuelto ganancia de pescadores. Ejemplo, a los bancos alemanes les viene redondo el rescate griego. Grecia cubre su deuda de bajo interés con préstamos alemanes de interés superior.

- Los estados, posibles presas, erizan el pelo, enseñan los dientes : Estamos haciendo los sacrificios necesarios, no seremos fácil presa.

¿Se hundirá el euro?

Difícil la solución. Nadie quiere hundir el sistema, y ¿ reformarlo y corregirlo? Sólo la unión de los países lo conseguiría, pero hay países que de momento salen ganando.

Meditando sobre lo mismo, salgo con mi socio. Es sábado, día de caza, y por no estorbar esperamos casi a la caída del sol. Al llegar a la segunda toja ¡oh maravilla! A 30 pasos tres rebecos. Hoy sí voy veloz tras ellos. Sé que no les alcanzaré, pero seguirles me excita. Rebecos, una perversión bella e inocente en Tierra de Campos. Los gestores de alto riesgo una perversión peligrosa y destructiva en los mercados sin regular.

jueves, 25 de noviembre de 2010

El Estado Laico

Toda convivencia, aunque sea buena, tiene sus aristas. Disponemos de un amplio corral, mi reino. En él, está mi casa, en él corro, descanso, juego, como, persigo a gatos intrusos y a pájaros despistados. También es espacio de mis socios que tienen huerto, tiestos, leñera y hasta el montón de cenizas de la cocina de leña y de la gloria. Como perro escarbo en la tierra, revuelvo las cenizas o desgarro con mis dientes lo que esté a mano y claro, tiestos que se rompen, plásticos para las heladas rasgados y bronca...
Así que he salido al campo con mi socio con cara de pocos amigos y enmudecidos. El ejercicio nos ha relajado y él ha comprendido que yo soy un perro y por mi parte le he reconocido su calidad de persona y suelto el discurso henos aquí zascandileando sobre las relaciones Iglesia-Estado.


En España, como en todos los países modernos, el Estado es laico, independiente y separado de la Iglesia. En la juventud de mi socio les explicaba que la unión Iglesia-Estado era legítima y buena, vamos que formaban un santo matrimonio. Hoy esta unión es concebida como un torpe contubernio y todos nos sentimos satisfechos de la separación.
Pero tantos años, tanta historia compartida y las tensiones de toda separación generan aún roces, quejas y pequeños enfrentamientos.
Laico es un término clerical de origen griego y con la palabra laico se referían al fiel, miembro del pueblo de Dios pero que no pertenecía al cuerpo sacerdotal y jerárquico y como equivocadamente se ha identificado a la Iglesia con la Jerarquía, hoy entendemos por Estado laico el que no está ligado a ninguna jerarquía, a ninguna Iglesia.
La concepción del Estado Moderno incluye, en igualdad de derechos, a todos los ciudadanos, sin distinguir razas, culturas o que sean religiosos, agnósticos o ateos. No está mal el nombre de Estado laico, el estado de todos los que forman el pueblo de un país y en esta separación de Iglesia-Estado, al menos en la cultura occidental, estamos de acuerdo creyentes y no creyentes.
Mas, con todo, sigue habiendo conflictos. Por una parte, grupos religiosos que se sienten poseedores de la verdad, no se contentan con anunciarla y convencer, algo democráticamente correcto, sino que quieren imponerse con condenas y descalificaciones. Por otra parte hay grupos laicistas que creen que toda creencia religiosa es un fraude o al menos es ciega y quieren relegar a las religiones al mundo íntimo y personal y como una concesión, al interior de los templos y se les niega cualquier actividad o pronunciamiento público.
Un Estado moderno es soberano e independiente y gestiona la convivencia, la seguridad, promoviendo el bienestar general y los derechos de las personas; pero no es totalitario y respeta la sociedad civil que goza de enorme pluralidad de proyectos, funciones y asociaciones económicas, culturales, deportivas, festivas, laborales y también religiosas, que tienen su propia vida y que intentan influir y opinar en las decisiones políticas que les atañen.
No es pensable que estas asociaciones y el Estado estén en continua confrontación, aunque surjan diferencias, y que a veces colaboren y reciban apoyo y recursos del Estado.
¿Qué espectáculo más natural ver a Zapatero reunido con la patronal o al Rey asistir a una carrera de Fórmula 1 apoyando a Alonso? La misma naturalidad existe cuando un ministro, creyente o no, asiste a la inauguración de la Sagrada Familia, de una Sinagoga o de una Mezquita.
¿Puede haber imágenes religiosas en una escuela pública, que por supuesto, es laica?
Como símbolo oficial no, es lógico, pero ¿por qué no como expresión de la sociedad civil igual que se puede colgar un cuadro de Nadal, de Gandi o de Severo Ochoa y lo mismo de Buda, de Jesús, de Moisés o de Mahoma? ¿Cómo se pueden considerar ofensivas imágenes de personas tan notables?
A los creyentes cristianos el Evangelio nos anuncia que Dios no se manifiesta en los templos, sino en el pobre, en el preso, en el desvalido, en el injustamente perseguido y como anhelamos el reino de la justicia y de la paz, en el trabajo y el esfuerzo por conseguirlo nos encontraremos con todos los hombres de buena voluntad. No nos podemos quedar en los puros sentimientos interiores, ni en el culto en los templos.
Los laicistas recalcitrantes lo tienen crudo, aunque mas bien, muchos de ellos, se sentirán a gusto con los creyentes en defensa de las causas justas.
Los grupos religiosos integristas, si son de buena voluntad, acabarán comprendiendo que es el mismo Dios el que creó al hombre inteligente y libre y el Dios de la revelación y que Cristo no vino a imponer un dogma o una doctrina sino a anunciar el reino de la voluntad de Dios, que es un mundo más justo, más pacífico, donde triunfe el amor sobre el odio...un mundo más humano.
Separación, pero pacífica. Independencia, pero colaboración.

Veremos si mis socios y yo nos aplicamos el cuento.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Orgullosos de Cataluña

No hay sol. Los cielos cubiertos y una sutil neblina reducen el paisaje al entorno de Requena y los pueblos limítrofes. El viento, al no ser fuerte y sí constante, apenas mueve las ya peladas ramas de los chopos. Este tiempo, no extraño en otoño, parece tender al recogimiento. La tierra alienta en sus entrañas la germinación de las simientes en ella depositadas. Estoy contento y aturdo a mi socio con carreras, saltos y empujones.
Y como estamos contentos, hablemos de Cataluña.

Motivos no nos faltan. No hace mucho se consagró la Sagrada Familia de Barcelona y están en plena campaña electoral.
Los ojos se hacen chiribitas y el corazón se esponja cuando recordamos las vivencias del tiempo pasado en aquellas tierras y con aquellas gentes.
Gerona, el lago de Bañolas, la costa Brava, paisaje e historia. Tarragona romana, viñedos del Panadés, recuerdos mediterráneos. Barcelona, ciudad tan clásica y tan moderna, tan ociosa y trabajadora, tan universal y tan selecta, posada junto al mar y recostada a las faldas del Tibidabo. Lérida, la conocemos menos pues no hemos vivido en ella pero ha de ser maravillosa.
Cataluña, tierra de arribada y de salida, crisol de pueblos con un muy notable patrimonio histórico, artístico y cultural y un más impresionante acervo activo actual.
Sociedad abierta pero al mismo tiempo poseedora de una personalidad propia, arraigada y arrolladora que integra a los que sin nacer en ella en ella viven.
Para quienes la queremos, aunque la observemos hoy desde fuera, su tierra, sus gentes, su economía y su cultura se nos muestran con buena salud y aunque seamos riojanos o castellanos o de cualquier otro rincón de España, nos sentimos orgullosos de Cataluña pues la consideramos nuestra.
Sí que tienen, como todos, sus problemas y defectos y el mayor, a nuestro parecer, es la carencia parcial de lo que más presumen: el “seny
Históricamente al menos no han dado siempre muestras de gran cordura. Se arruinaron en guerras civiles al final de la edad media. Eligieron después el aislamiento, y con todas sus posibilidades, vegetaron durante dos siglos. Se acogieron al rey francés para evitar las cargas peninsulares y, aparte de la guerra, cayeron sobre ellos otras mayores. Eligieron el candidato austriaco, el perdedor, a la muerte de Carlos II y se quedaron sin fueros como castigo del Borbón,
No obstante es un pueblo que sabe sobreponerse a las adversidades. La pérdida de los fueros les permitió el comercio con América y con todos los territorios peninsulares. Resultado, Cataluña en desarrollo. Después de nuestra guerra civil, fruto de nuestras miserias e insensatez, se quedó sin autonomía y sin el uso público de su idioma, pero supo trabajar y fue el motor del comienzo de la transformación económica del país.
Y atrajo a aragoneses, andaluces gallegos, castellanos... y no sólo les proporcionó trabajo sino que los integró, los hizo nuevos catalanes.
Parece que también ahora les puede faltar un tanto el seny. Demasiados partidos, demasiadas divergencias, alejadas, nos parece, de una sociedad menos dividida que sus políticos. Les falta confianza en la fuerza de su identidad, de su cultura y de su economía. Creen que éstas peligran, que son atacadas por no sabemos quién, y que se requieren medidas de defensa y de separación.
Pero ¿se imaginan una población trilingüe o cuatrilingüe, catalán, español, inglés, francés y su posición abierta al Mediterráneo, a Europa, al mundo con toda España detrás?
Paradójicamente es cierto que Cataluña da mucho más de lo que recibe del resto de España, pero al mismo tiempo recibe mucho más de lo que da. Será por lo de las sinergias de la unión.
Pase lo que pase en estas elecciones y en próximo o medio futuro, pues a largo plazo todos calvos, Cataluña nos mola... Barcelona la ciudad que se ha remodelado a partir de los juegos olímpicos, la Sagrada Familia, edificio imponente, imaginativo, luminoso, mediterráneo, único. El Barça, equipo envidia de propios y extraños, cantera de la selección española.
Por eso que con todos sus problemas, aunque se los critique o los critiquemos, con sus excesos de arrogancia unidos a una quejumbrosa manía de temores infundados, estamos orgullosos de los catalanes, de ti, amigo en los años mozos de mi socio, de ti Antoni Samsó , orgullosos de vuestra Cataluña.

El sol aparece tímidamente en el horizonte antes de ponerse. Seguimos con nuestra alegría.

jueves, 11 de noviembre de 2010

El maestro anarquista

Tengo siete meses y medio. Ya soy casi un adulto.
Estas tardes de otoño serenas y maravillosas son ideales para gozar de la naturaleza. Hoy, subiendo al páramo, hilamos la hebra con nuestro vecino que iba recogiendo setas de cardo. Después por la parva del canal en la parte alta, que llamamos conejeras, he dado unas cuantas carreras sin importarme la maleza y los cardos y por ellas he recibido cariñosas palmadas, mientras recibo reproches cuando en el pueblo persigo algún gato. Dicen que estoy recibiendo una sana educación sin amaestramiento ni rígidas normas de aprendizaje.

En el Insti de Carrión, que fue el Insti de mi socio, comentan con gracia el curso sobre competencias básicas y los descriptores que las definen. 10 competencias básicas que se expresan a través de unos 8 descriptores cada una, dan como 80 apartados a tener en cuenta en la programación. Cuando oigo estas cosas sólo puedo decir ¡guau!
Eso sí, entendemos que no está nada mal, que si se habla de educación general básica, se tengan claros los objetivos de la misma que no son unos conocimientos específicos sino más bien unas competencias esenciales y necesarias para el hombre de hoy y que se recojan los descriptores que las definen, es decir, los límites de esas competencias.
Una buena formación y actualización de los maestros es determinante para la calidad de la enseñanza primaria siempre que no olvidemos que un niño no es un robot, ni un ordenador, ni un móvil y que no se puede determinar las reglas de su funcionamiento y las prestaciones que de él podemos obtener. Es un ser sensible, inteligente y espontáneo y necesita un trato sensible, inteligente y espontáneo.
Para ello el maestro ha de ser vocacional, es decir gustarle la profesión, lo que no es difícil pues está en el instinto humano gozar con el alegre desarrollo de sus infantes. Por supuesto que como toda profesión tiene sus dificultades y sinsabores. Pero con profesores que “sufren” su profesión, la programación de competencias con sus descriptores no será suficiente y menos mal que el ser humano es adaptable y duro y puede resistir una educación rígida y triste.
El ser humano puede responder de forma impredecible a los estímulos que le afectan, esto hace que la programación educativa no puede ser ni fija ni cerrada, sino que ha de estar abierta y ser corregida y adaptada continuamente.
Es chocante, a veces desconcertante, pero siempre maravilloso, ver cómo reaccionan los niños y es bochornoso dedicar largas sesiones de programación, burocracia y papeles ingentes pensando que todo se puede fijar y que alumnos de clases diferentes y maestros con su propia personalidad y espontaneidad deban actuar de idéntica forma y seguir los mismos caminos en la obtención de unas competencias básicas.
El maestro vocacional ha de estar bien formado, tanto por sus estudios como por el trato con sus alumnos y diálogo con sus compañeros, a esto llamamos experiencia. Esto le permitirá actuar con plena libertad sin estar pendiente de normas y órdenes educativas que lo envaren y amarguen su quehacer. Ha de ser, como las madres, natural y espontáneo, es decir un perfecto maestro anarquista, sin estar dependiendo continuamente de la ley y de la norma.
El anarquista es un ser libre, sensato y con disciplina interior. Sin esto no se es anarquista sino botarate, y actuará para que sus alumnos sean también libres, sensatos y autodisciplinados. No se triunfa cuando se consigue que sean sujetos cumplidores sometidos a las normas y al estudio cuando lo es por amedrentamiento.
¿Ardua tarea? Bueno, hay que considerar que la escuela no es ni la educadora única, ni siquiera la principal. Toda la sociedad es la formadora de sus hijos: la familia, los amigos, los compañeros, los medios de comunicación, los valores que expresa esa sociedad...
No todo lo soluciona una buena escuela, pero todos conocemos jóvenes o viejos maestros que han calado profundamente en nuestra formación o en la de nuestros allegados, también el frustrante y amargo sabor que nos han dejado otros.

No sé como sería como maestro mi socio; como criador de perros no se da demasiada maña, pero le aprecio y por eso, a veces, hasta le hago caso.

jueves, 4 de noviembre de 2010

La vieja Iglesia

El domingo 24 de octubre estuvo Ricardo a decir misa. Yo le esperaba alegre, pues suele pasar a saludarme, pero no vino. Un bautizo en Piña le obligó a partir nada más terminada la misa.
Era el día del Domund, día mundial de las misiones. Al cura se le iluminaba la mirada al hablar de las nuevas comunidades cristianas, al leer unos párrafos de una carta que le enviaban de una Parroquia de Guatemala. Allí el Reino era anunciado con la integración activa de la comunidad en programas de educación, de desarrollo... Mientras, se le ensombrecía el rostro al contraponer lo expuesto a las actitudes de la vieja Iglesia europea.
¿Qué marca la preocupación de Requena? El cómo conseguir la reparación del tejado del último tramo de la iglesia que es la torre y campanario. Asunto de patrimonio ¿y?

Lo cierto es que el sermoncito traía desazón. Pero aún quedan motivos para la esperanza. Sigue habiendo cristianos llenos de sed de justicia, solidarios, que creen y viven el amor, ya que todos somos hijos del mismo Padre.

Nos ha dejado un hombre luchador solidario y justo, Marcelino Camacho. No era creyente, pero desde sus inicios en la lucha sindical hubo cristianos a su lado y los sigue habiendo en aquellos lugares donde se requiere corazón y están acompañando a las personas que, de otras creencias o increencias, luchan por los valores humanos de la solidaridad y la justicia.

Dos instituciones católicas han sido noticia estos días: Manos Unidas, premio Príncipe de Asturias de la solidaridad y Cáritas que ayuda a 800.000 familias españolas en la actual situación de crisis.
Y es que en el vetusto árbol de la Iglesia católica europea sigue habiendo hojas y frutos anunciadores del Reino de Dios, Reino de justicia de amor y de paz. Tal vez tenga ramas anquilosadas, podridas y hasta muertas, pero tiene vida.
Esta semana veremos a Benedicto XVI en Santiago y Barcelona y la televisión nos mostrará a los peregrinos, los fieles, los pastores y el pontífice: el rostro de la Iglesia, ¿hasta qué punto reflejará el rostro de Dios?
En la parroquia de San Lázaro de Palencia vivió y murió un hombre sencillo de nombre Máximo, mi socio lo trató y dice que sí, que en él, como en otros como él, sí se vislumbraba el corazón y el rostro de Dios.

jueves, 28 de octubre de 2010

Tiempo de cambios

En opinión de los “urbanitas” el mundo rústico es imperturbable, el lugar donde nada sucede, nada cambia, en contraposición a la ciudad donde todo es movimiento y agitación, pero aquí sabemos que el continuo fluir del canal no supone apenas cambio, mientras el lento germinar de los campos supone un proceso de transformación profunda.
Ahora Requena se está transformando. Cambian los colores, caen las hojas de los chopos, los rastrojos son levantados por arados, cultivadores y gradas, ha comenzado la siembra y el pueblo ve reducida su población a poco más de las doce personas habituales
En marcha los proyectos de la nueva campaña, que en el país son los presupuestos, en el gobierno se han producido cambios. Lo mismo acontece en la patronal.

De ello hablamos mientras atrvesamos caminos, rastrojos y sembrados.
Y aquí van dos despropósitos acerca de los mismos.

Primer despropósito.
D. Gerardo Díaz Ferrán convoca elecciones para presidir la patronal a las que él no se presentará. Curiosa la trayectoria de este empresario que se ha presentado siempre como la figura clásica y tradicional en defensa absoluta de la iniciativa privada al afirmar: “la mejor empresa pública es la que no existe”.
Hoy los antiguos trabajadores de sus empresas arruinadas estarán entusiasmados por las bondades de la iniciativa privada.
Claro que, según alguno de los de su cuerda, la crisis financiera mundial y la crisis de la construcción nacional la tiene Zapatero.
¡Qué gran pecado es el absolutismo como el creer que la empresa privada es lo bueno y lo único bueno! y absoluto sólo es Dios, y nuestros primeros padres por querer ser como Dios quedaron en vergüenza, desnudos...¿no pasó eso D. Gerardo?

Segundo despropósito
Dña Teresa Fernández de la Vega es cesada como vicepresidenta del gobierno.
Al anunciar el cambio D. José Luis Rodríguez exaltaba las cualidades y bondades de la cesada y sonaba a funeral, político se entiende, pero funeral, y por si faltaba algo ya le tenía preparado un expléndido panteón, el Consejo de Estado.
Si María Teresa tiene tantas cualidades y está en buena edad, augura y alégrate José Luis porque aún ha de dar “mucha guerra” en la actividad privada o pública ¡ Quién sabe de las oportunidasdes que habrá de disponer en el transcurso de los días!
Durante los primeros cuatro años como vicepresidenta su imagen pública fue sobresaliente y los sondeos de opinión la ponían a la cabeza del ejecutivo. En este segundo periodo ha tenido que ser la voz y el baluarte defensivo ante los graves problemas surgidos y la errática postura del gobierno: desde no hay crisis, estamos mejor preparados y nos afectará menos, nos ha afectado con una especial virulencia pero ya hay brotes verdes, no habrá recortes sociales hasta es necesaria la reforma laboral, el sacrificio de los empleados públicos, el de los pensionistas, la contención del gasto...
La tarea de la vicepresidenta y potavoz era abrumadora, el desgaste evidente y el cese tal vez inevitable pero ¿el funeral?
No fue ella la que protagonizó la política del gobierno, sólo fue la fiel encajadora de muchas sinrazones.
Bien se merece que la dejen protagonizar en la escala que sea su propia iniciativa. Que sea ella la que triunfe o fracase sin pagar por los platos rotos de su superior.

En el campo se ven y se oyen los tractores en plena labor y yo, Chindas, con mi socio gritamos a los cuatro vientos que no queremos el entierro político de la señora Fernández de la Vega.

jueves, 21 de octubre de 2010

¡Viva la anarquía!

Siempre volvemos juntos y entramos juntos por el corral al regresar de nuestros paseos. Hace unas semanas comencé a hacerme el longuis y distraídamente me quedaba por el pilón o recorriendo alguna de las calles del pueblo. Mi socio ha mostrado su enfado y en dos ocasiones me ha sujetado después de entrar con una cadena junto a mi caseta. La norma me ha quedado clara: entramos juntos. También me han hecho saber otras disposiciones como que los tiestos se respetan o que no se entra en la casa.
Cuando salimos ayer, fuimos a cruzar las eras atravesando una pequeña zanja ahora rodeada de hierbajos. Fue en ese momento cuando pasé corriendo, tropecé con mi socio que cayó al suelo entre las hierbas. Rápidamente di la vuelta y me tumbé a su lado. Menos mal que se reía. No hacía falta que se estableciese una nueva norma.

Yo estoy sometido a unas cuantas, pero es que los humanos están rodeados de normas. Normas del estado, del trabajo, de la casa; normas religiosas, deportivas, para la salud. Parece que un buen gobernante, un buen padre, un buen patrón o un buen entrenador no se realizan si no apabullan a sus subordinados con leyes, órdenes, disposiciones.
Por eso que cuando el entrañable Labordeta se definía como un anarquista burgués, nos estaba regalando con un rasgo de su humor inteligente al defender su sacrosanta libertad de monsergas impositivas sin renunciar al buen vivir atribuido a los burgueses.
¡Viva la anarquía! ¡Viva una vida sin principios ni normas constreñidoras! Este parece ser el grito que hoy día nos sale del alma.
La realidad es que apenas es un débil susurro sin sustancia, porque además de toda esa montaña normativa, seguimos borreguilmente la moda, compramos lo que nos ordena la publicidad, pensamos lo que nos dicen los medios de comunicación y bailamos al son que toca la gaita.
Es lo contrario a la libertad, a la iniciativa, lo que se nos inculca como necesario. La disciplina o el cumplimiento riguroso de lo establecido: Disciplina ciudadana, disciplina de partido, disciplina laboral, disciplina en los estudios, disciplina escolar.
¿Dónde queda la espontánea y libre colaboración? ¿dónde la creatividad?
En la vida en sociedad son necesarias las normas, espontáneas unas, como las de la jauría de lobos, las de la peña de amigos o las de la familia; elaboradas las más, pero todas son un medio para el fin de la realización de los individuos. Pero como el dicho común expresa, valoramos más el medio: “sin disciplina caemos en la anarquía”. Cuando la utopía, el ideal al que aspiramos aunque no lleguemos a él, es la sociedad que no necesite ni gobernantes, ni leyes, ni jueces, en que la única disciplina sería la interior que nos capacitase para actuar libre e inteligentemente.
¡Qué maravilla un mundo sin gobierno! Entre tanto, cuantas menos leyes sean necesarias y menor la disciplina impuesta, mejor. Medios los necesarios.

Un perro sin profesión y un jubilado sin obligaciones en un apartado retiro nos sentimos ácratas ¡qué hermosa palabra! “sin gobierno”, sin nadie que nos mande. Bueno, es una ilusión y de la ilusión también se vive.

viernes, 15 de octubre de 2010

Seis meses

¡Guau!
6 meses, 22 entradas y más de 1000 visitas.






Nunca podría haberme imaginado que los paseos con mi "socio" dieran para tanto.

Gracias a todos (y todas) y esperemos que esto dure muchos años.

jueves, 14 de octubre de 2010

Sexismo

Con frecuencia repetimos trayectos y experiencias sin que nos resulten monótonas. Cada día y a distinta hora el campo tiene nuevos colores, encontramos diferentes animales y experimentamos diferentes sensaciones. Hoy volvemos a hilar en nuestra charla un tema ya tratado.

Un comunicante nos preguntaba si nuestra opinión de que la educación escolar debía ser sexuada pero no sexista, incluía la educación separada de niños y niñas. Nada más alejado de nuestros pensamientos.
Pero en esto del antisexismo caben posiciones diferentes. Es magnífico que se luche por la igualdad de derechos. Iguales derechos a la educación, en el trabajo, en la participación en la economía y en la política. Hay sin embargo posiciones extremistas que se manifiestan tanto en la educación como en el lenguaje. ¿Qué sentido tiene considerar como sexista la más mínima diferencia en los juegos o en el trato? En el campo del lenguaje se considera sexista el que no se nombre siempre a niños y a niñas, a maestros y maestras. ¡Qué horror! No se tiene en cuenta que estamos hablando de géneros gramaticales y no fisiológicos y en gramática el género masculino y a veces el femenino tienen un valor genérico si por el contexto no se reduce al género biológico. Que cuando hablamos de niños, se refiere a todo el género humano de determinada edad , que todo el innumerable mundo de los seres inanimados tienen sólo género gramatical, que la pared es femenino y el suelo masculino; que también, a veces, los animales tienen género gramatical sin tener en cuenta el fisiológico, la abeja es femenino y el abejorro masculino. Ver en todo esto sexismo es morboso.
Ya dice el refrán que los extremos se tocan. La hipersensibilidad a toda diferencia sexual se convierte de hecho en un nuevo sexismo. Y se cumple la ley del péndulo. Cuando la presión antisexista es tan agobiante que considera políticamente correcto corregir la
gramática, la reacción de la sociedad no se ha hecho esperar: exaltación y culto al sexo y a las diferencias: dietas, anorexia, botox , implantes, depresiones por no considerarse suficientemente sexy, físicamente el macho humano perfecto o la hembra humana ideal.

Existen diferencias anatómicas, de órganos, de estructura ósea, de morfología y también psicologías y culturales. Y son estas las que pueden ser neutras, positivas y negativas. Corrijamos estas de suerte que siempre seamos tratados como personas con derechos y obligaciones.

Con nuestro ministro de educación el señor Gabilondo se puede afirmar que "los escolares tienen derecho a la diferencia a ser tratados como niños y niñas, no como extraños seres asexuados; pero este derecho no supone diferencia de derechos".
Por cierto que Gabilondo sí parece dar la talla del verdadero político, es decir el que busca el bien de la "polis", de los ciudadanos. Se vio en su intento de pacto escolar. Lástima que tanto en su partido como en los otros, los auténticos políticos se encuentren rodeados de politiquillos que buscan de forma primordial el interés del partido, o ni siquiera eso, sino el bien de quienes controlan el partido. Sería mejor llamarlos aparatistas más que políticos y con tales sujetos ¡qué difícil son los pactos!, tan difícil como armonizar los intereses contrapuestos de los aparatos.

También los canes somos sexuados y las personas con las que convivimos distinguen muy bien la diferente contextura física y psíquica de machos y hembras. Pero somos tan básicamente iguales que los humanos que no conviven con nosotros ni nos distinguen.
Qué fácil admitir la realidad y qué rebuscado y conflictivo lo hacen los hombres.

jueves, 7 de octubre de 2010

Vergüenza

La tarde nublada está buena para pasear. Entre la toma del Canal y los depósitos del agua han abierto una zanja. Al atravesarla en el camino se la ve inundada de agua, señal de deterioro de la antigua conducción. Camino de Valdelgara saludamos a una joven y animosa caminante. Atravesando rastrojos llegamos a la parva del Canal junto a la segunda toja, la charca del Juncal. En el trayecto he podido husmear entre las hierbas en pos de mariposas y saltamontes. A lo lejos, viniendo de la dirección opuesta he divisado a los tres perros de Gonzalo y sin tener en cuenta los silbidos de llamada de mi socio me he ido con ellos a pesar de las protestas de uno de los perros y se su amo y así hemos llegado al pueblo.
Ahora estoy atado en el corral por desobediente mientras mi socio me cuenta algunas curiosidades relatadas por la prensa durante la última semana de septiembre.

Primera curiosidad. La foto de un miembro de los piquetes de huelga mostrando sus hermosas posaderas a los propietarios de un comercio. Es de suponer que intenta una burda burla a quienes no cerraron su establecimiento, pero produce vergüenza esa pose mostrando sus asentaderas al desnudo y bien desarrolladas y no en el tajo de trabajo sino en las antiguas labores de liberado antes de su jubilación. Además por la pose parece dispuesto a soltar mierda sobre todos que no secundan la huelga.
Los trabajadores necesitan más bien dirigentes con cabeza para tener las ideas claras, corazón para sentir con los que sufren y manos entrelazadas para todos juntos tener fuerza ante los poderosos.

Segunda curiosidad. El despedido director general de una empresa galletera de Aguilar se dispone a cobrar la bonita suma de 9.000.000 de euros por su despido. Vergüenza. Los trabajadores pueden ser despedidos sin causa procedente con el cobro de 20 días o 45 y con un límite, pero esto no se aplica a los directivos que, como han tenido poder, se han procurado condiciones leoninas. ¿Somos iguales ante la ley? Los directivos son personas con derechos y contratos, los trabajadores son tratados como máquinas desechables con un pequeño coste por achatarramiento.

Tercera curiosidad. El jefe de gobierno explica en el corazón financiero mundial las medidas tomadas por su gobierno para satisfacer a los mercados.
Esta sí que es la gran vergüenza. Nuestro gobernante rinde pleitesía y da cuenta de sus disposiciones económicas y laborales ante los tiburones del sistema financiero. Algunos de los sentados a la mesa son los mismos que meses atrás se reunieron para atacar, coordinados, en un gran envite contra Grecia, Irlanda, España e Italia. Otros son los culpables de la crisis mundial por la orgía en la búsqueda de beneficios vendiendo “productos basura” financieros.
Tal vez había que contentarlos, pero si existía esta necesidad podía haberlo hecho un secretario de estado o, a lo máximo, la ministra de economía.
Si tenemos que tragar sapos hagámoslo con dignidad y apoyemos todas las medidas, a escala internacional, que sometan su poder con una buena regulación y manden a la cárcel a quienes acuerdan el control de los mercados, lo que es ilícito.

Cae la noche. Ya estoy suelto, pero antes mi socio me invita a no enorgullecerme por mis actitudes no correctas. Quién sabe si los tres protagonistas de nuestras historias no están muy orgullosos de lo que hicieron. Pobrecillos, ni siquiera tienen el sentido de la dignidad. Yo agacho humilde la cabeza y espero la cena.
La fotografía fue publicada por "El Norte de Castilla"

jueves, 30 de septiembre de 2010

Los aparatos

Por dos veces me he encontrado en las calles del pueblo con dos perros adultos de menor tamaño que el mío. Son una pareja blanca, de bella estampa. Me he acercado a ellos arrastrándome, reconociendo su jerarquía. Ella me ha aceptado pacífica mientras él se enfrentaba conmigo de forma agresiva, eso que su amable dueña le decía que yo sólo quería jugar al tiempo que me acariciaba. Se ve que los perros, en nuestra vida actual, sin formar manada hemos olvidado los códigos genéticos del reconocimiento, mientras los lobos respetan a rajatabla los códigos que les permiten la trabazón de la manada.
Nada distinto a lo que pasa entre los humanos que cuando forman grupo crean inmediatamente una serie de relaciones de poder, sumisión, apoyo y dependencia que garantizan la funcionalidad y permanencia del mismo.
Las sociedades en el ámbito político se llaman partidos, y en el ámbito de las relaciones laborales sindicatos y patronales; y los sistemas de relación con los que se controla al grupo se les viene llamando el aparato del partido, del sindicato o de la patronal.
Y son necesarios para que el partido se organice eficazmente en la conquista de su cuota de poder y para que los sindicatos y las patronales tengan la fuerza a la que aspiran en las relaciones laborales.
Pero se produce una dinámica muy curiosa con los aparatos. Por una parte son fruto de la racionalidad y de la voluntad democrática, lo que exigiría estar siempre abiertos al cambio según las aspiraciones y criterios de todos los miembros del grupo. Por otra es instintiva la necesidad de liderazgo y permanencia con una cesión del poder de decisión a través de una urdimbre de relaciones jerárquicas. Difícil equilibrio entre la racionalidad democrática y el liderazgo instintivo y su entramado.
Aunque el aparato es necesario ya ha sido muy estudiado y tiende por naturaleza a hacerse rígido, a anquilosarse y alejarse de su objetivo de servir eficazmente al interés del grupo, persiguiendo más bien su propio interés.
Así acontecen hechos tan curiosos como los que se dan en la actual situación española. Según los sondeos de opinión ni Zapatero ni Rajoy ni el presidente de la patronal responden a lo esperado por la mayoría, tanto del país como la de sus asociaciones, pero sus estructuras de poder se mantienen intactas y ay de quien ose atacarlas, seguro que no sale en la foto; por otra parte hoy se reafirman porque el cambiar de liderazgo generaría partidos sin una dirección consolidada durante un periodo de tiempo, dejando al grupo a merced del adversario en esta etapa de crisis y en las próximas confrontaciones electorales.
Pobre del que fracase en ellas; los que dentro de su partido, la mayoría, consideran que el liderazgo no es adecuado encontrarán motivo para su renovación sin el temor a ser aplastados. Por el contrario, el que triunfe, a pesar de la evaluación negativa de su liderazgo, lo consolidará aunque su triunfo sea en realidad sólo un fracaso menor que el del adversario.
En cuanto a los sindicatos, es evidente que necesitan también un fuerte liderazgo apoyado por un potente aparato para su efectividad en sus relaciones con la patronal y con el poder político.
Lo que sucede es que sus dirigentes y sus colaboradores son liberados del trabajo y se han formado unos aparatos de estructura rígida en la que los trabajadores perciben que esos liberados están más interesados por las prebendas de su seguridad, de sus privilegios y de su pavonearse de ser los defensores de los trabajadores y sus necesidades laborales, de las cuales ellos están cada vez más alejados.
Es aspiración de muchos el que quienes lideran la lucha sindical sean los que están en el tajo, lo máximo con una liberación parcial, y sustituir a los liberados con empleados del sindicato, dependiendo de los líderes que serían trabajadores de verdad.
Pero ¿quién pone el cascabel al gato?
El aparato, al considerarse flor y núcleo del sindicato, ha de considerar esta postura como un ataque al sindicalismo.
Pero bueno, diréis ¿cómo un perro sin manada y un jubilado sin trabajo y sin militancia partidista, que residen en un tranquilo rincón del mundo rural se atreven a disertar de aparatos tan alejados de ellos?
Los perros no saben dar una respuesta adecuada a los códigos de grupo por falta de manada. Lo mismo nos puede pasar a nosotros pero, ingenuos, pensamos que la lejanía permite divisar mejor el horizonte.

jueves, 23 de septiembre de 2010

La huelga general

Como podéis imaginar yo soy parte de la casa. No soy una máquina que realiza ciertas funciones con un coste determinado. Soy un noble animal inteligente y sensible. Vigilo la casa, hago de compañía y sirvo de interlocutor en las meditaciones peripatéticas de mi socio y ante todo soy un amigo, y quien tiene un amigo tiene un tesoro.
Vamos subiendo al páramo por el camino de Valdelgara reflexionando sobre la situación de los trabajadores en las empresas.

Naturalmente que los trabajadores son parte de la casa, que no son un simple factor de la producción como la energía o las materias primas con un coste determinado.
La empresa es un proyecto humano que empleará todos los recursos materiales necesarios, pero el proyecto es llevado a cabo por personas. Es cierto que unas tienen la propiedad de esos medios materiales y con ella la gestión y la dirección, mientras que otras ponen el trabajo y su capacidad. No son partes enemigas teniendo una tarea y un objetivo fundamental común aunque, a veces, tengan intereses diversos y hasta contrapuestos.
El próximo miércoles 29 hay una huelga general motivada por los temas laborales.
Gobierno, instituciones de la Unión Europea, el F.M.I. y muchos llamados técnicos han preconizado la reforma laboral. Más de cuatro millones de parados, las dificultades de las empresas que piden menos costes en los despidos, y la posibilidad de llevarlos a cabo si la empresa lo necesita para no estar abocada al cierre total, y temerosas de contratar cuando es posible, por si la suerte se tuerce.
Creen los sindicatos que estas medidas no crearán empleo ya que el paro es debido a causas económicas y no laborales y que se produce un ataque en toda regla contra los derechos adquiridos de los trabajadores.
Angustioso dilema para una sociedad dividida entre quienes sienten un ataque a sus derechos laborales y aquellos que están en paro, tienen un trabajo temporal o quienes intentan reactivar o al menos que no se hundan sus pequeñas o grandes empresas y que opinan que una huelga general no ayuda a generar una salida a la crisis.
Despidos y huelga. Estamos en un enfrentamiento no sólo dialéctico sino de medidas de fuerza. No hay que extrañarse, en toda sociedad surgen conflictos. Hay que esperar que la lucha sea noble con los menores daños posibles y que juntos se pueda mejorar la situación presente.
Para ello es evidente que no ayudan nada las intervenciones espúreas que aprovechan las turbulencias para sacar provecho para sus intereses partidistas o localistas.
Los sindicatos han de reconocer que es necesario defender a los trabajadores con contrato basura y a los parados y que la legislación laboral no contribuía a ello.
Los empresarios y directivos habrán de convenir en que los trabajadores no son un elemento más de la empresa y que, con la crisis, todos deben sacrificarse.
Piden contención de los salarios ¿también de los suyos? En los países nórdicos hay normas sobre cuantas veces puede la retribución más alta sobrepasar a la mínima.
Piden despidos fáciles y baratos, ¿no puede darse la misma proporción de despidos entre los directivos y de los trabajadores? y ¿cómo es posible el despido fácil y barato del trabajador y el blindaje de los directivos?
Los grupos ante las dificultades pueden reaccionar de forma diferente, los que se enfrentan y se autodestruyen o se impone un sector sobre el resto oprimido o los que se cohesionan, introducen cambios, sobrellevan juntos la adversidad y avanzan hacia soluciones para todo el grupo.

La tarde es serena. En el horizonte se ven pequeños pueblos, otros páramos y al fondo la montaña. Aquí no llega el ruido, el tumulto, la lucha. Qué fácil es divagar sobre los problemas y qué poco les dirán nuestras razones a los que están metidos en el fregado.
Desandamos el camino, mi socio en silencio sin que mis carreras ni mis brincos le distraigan.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Pequeñas cosas

¡Qué alegría! ¡Qué gozo! ¡Qué diversión! Hemos ido a regar. El agua ha comenzado a correr por el regato. Parecía algo vivo moviéndose, avanzando. He jugado corriendo con ella, sobrepasándola, volviendo, salpicándome, mordiendo las hojas que arrastraba o escarbando para que avanzase cuando algún pequeño obstáculo lo impedía. Mi socio me contemplaba, radiante su mirada, al ver mi extraño y frenético comportamiento.
En ese momento pasó un ciclista seguido de su perro. Me fui rápido tras ellos. Un nuevo entretenimiento. Casi tiramos al ciclista que echó pie a tierra mientras mi socio me llamaba sin mucho éxito. Era el día de mis travesuras. Poco después pasó una señora con un perrito sujeto con una correa. Me apresuré a su encuentro enredándonos los tres. Mientras la señora urgía a mi socio para que me llamase, yo no estaba para hacer caso a las llamadas,
Ya volviendo a casa fui recriminado por mi actitud, lamentando lo bien que había comenzado el día y como mi atolondrado actuar nos había hecho quedar mal con dos vecinos y que de no corregirme tendría que salir como el perrito, sujeto con una correa.
Le miré pícaro como interrogando si los humanos no cometían también algunas actuaciones erróneas, pequeñas cosas y si también deberían ser castigados.
Y sí las cometen. Este mismo día El Norte de Castilla ponía en un pie de foto que la Junta se había gastado en las loberas de Caleruega 1.500.000.000 euros. Nos reímos comentándolo. Ya se podía gastar algún milloncejo en las perreras de Requena. Se ve que el autor de pie de foto ni siquiera leyó lo que escribía y dejó mal parado al periódico. ¿Habrá sido corregido o seguirá suelto para sus travesuras ¿
En los paseos que damos por el Canal, solemos pasar por las tojas del Juncal y del Rosillo. Este invierno han construido muy bien unas arquetas con contador de agua para poder mantenerlas como charcas en los secos meses veraniegos. Es el primer año y ahí están las tojas sin gota de agua y las arquetas muertas de risa esperando que les den uso Si en el primer año no se emplean es dudoso el que se empleen alguna vez. Se han colocado carteles explicativos de las charcas, de su fauna y flora, se ha hecho un gasto este año inútil ¿seguirán sin sujetar los que tan alegremente sueltan los cuartos que administran?.
Constatamos que también nosotros cometemos pequeñas faltas. Algunas de las mías las he contado mi socio me cuenta una suya en su último viaje a Palencia, pero ambos creemos que lo importante es ser responsables y corregirlas, pues si en los pequeños fallos pasamos de largo ¿Quién puede asegurar que en las ocasiones graves no tendremos un comportamiento despreciable?
Sigo saliendo al campo sin correa. Mi socio cree que he de llegar a ser un perro magnífico capaz de dominar mis instintos cuando me impulsen a un comportamiento inadecuado. Yo sé que así será..

jueves, 9 de septiembre de 2010

La escuela

Requena, como muchos otros pueblos de Palencia, es un pueblo con abuelos pero sin nietos, con maestros jubilados pero sin escolares. La representación gráfica de su población, más que una pirámide invertida, es un paraguas abierto pero sin mango. Sólo dentro de la población de los animales domésticos somos normales. Tengo cinco meses y mi socio “jubilata”, que me ha extraído un diente sangrante de los de leche, dice que ya es hora de dar un paso más en mi educación, que ya es el momento de la escuela. Y de la escuela hablamos que va a comenzar el curso.
Parece que estamos en tiempo de reformas, de pactos. Tal vez sea más positivo hablar de mejoras, lo que supone siempre que no todo lo que se hace está mal, pero sí que es necesario corregir, incrementar, superar...
Y hay que comenzar a mejorar desde la base, la educación infantil, después la escuela primaria. Mejorar sólo la ESO sin mejorar las etapas anteriores puede tener buena fachada pero poco calado.
La mejora tiene que tener clara la finalidad de la escuela: como diríamos antiguamente iniciar la formación de mujeres y hombres hechos y derechos. Personas hechas que desarrollen sus cualidades para valerse por sí mismos en el trabajo, en el conocimiento, en las relaciones, en el autodominio; y derechas, es decir, rectas con los poderosos, ecuánimes con los iguales y benevolentes con los necesitados.
Se forman personas, por lo que la educación no puede ser sexista pero sí sexuada; las personas no son ángeles, tienen sexo con sus características y cualidades físicas y psicológicas, igualmente válidas y complementarias pero diferenciadas.
La escuela no es el único agente formador, están la familia, los amigos, el pueblo, la ciudad, el barrio, los medios de comunicación, el conjunto de la sociedad, por lo que ni todas las deficiencias formativas se deben a la escuela, ni se solucionarán sólo con mejoras escolares.
La escuela debe disponer de los medios adecuados a su fin y al momento en que vivimos, pero es necesaria cierta austeridad y contención. Nuevas tecnologías sí, pero su exceso puede ser turbador y contraproducente; se forman personas y no manipuladores de maquinitas y consumidores de productos virtuales.
El principal recurso educativo es el maestro. No debe escatimarse en su formación y hay que poner a su disposición lo necesario para el desempeño de sus tareas.
Si queremos una población bilingüe no se conseguirá sin maestros bilingües aunque sea necesario para conseguirlo un año de prácticas en los países adecuados.
Los seis años del periodo escolar comprenden una etapa básica e integradora. Multiplicar los maestros especialistas en inglés, educación física etc., dispersa y distorsiona. El maestro debe tener capacidad de dar toda la enseñanza básica. A esta edad tener en casa dos o más madres distorsiona. Salvo ayudas especiales el maestro es maestro de todo y en todo.
La administración educativa debe marcar los diversos objetivos y sus etapas: comprensión y expresión del idioma, el lenguaje matemático y su operatividad, el conocimiento del medio físico etc., y controlar sus resultados.
Y los centros escolares y los maestros deben gozar de libertad para asignar cursos, pudiendo el mismo maestro continuar con el curso varios años, poner un maestro por grupo, o poner cada dos grupos dos maestros. Los maestros han de gozar también de libertad de distribución de tareas y horarios pudiendo, por ejemplo, enseñar matemáticas con problemas de física, de geografía y de expresión en inglés y dedicar a ello el tiempo necesario de la jornada escolar o toda ella.
La inspección deberá comprobar los resultados, dialogar con los maestros sobre posibles desviaciones de los objetivos perseguidos y, de persistir estas, hacer introducir cambios y hasta a obligar al reciclaje educativo.
Menos mal que en este periodo no hay una barrera de cierre y fracaso escolar; su educación continuará en la ESO. Siendo esto así habría que hablar de modos de evaluación, pero ya llevamos varios días dialogando sobre el tema escolar y nos cuesta expresarnos de forma breve, clara y sencilla.
No lo conseguimos pero el tema nos gusta, por lo que tal vez otro día...

jueves, 2 de septiembre de 2010

Don Esteban, obispo

Cuando suenan las campanas me alboroto y lanzo un aullido prolongado, interminable. Están tocando a misa y me uno a la llamada para que tanto los habitantes de la casa, como los vecinos, sepan que las puertas de la iglesia están abiertas. Mi dueña suele decir que ya canta el monaguillo.
Requena tiene un gran templo gótico del dieciséis. Yo suelo a veces rodearlo cuando salgo por el pueblo y hasta una vez en que estaban las puertas abiertas me asomé a su interior. Tiene un gran retablo del dieciocho y otro con una escultura de Santa Ana y siete preciosas tablas del siglo de fundación del edificio. Me cuentan que además hay una extraordinaria cruz procesional medieval llevada a varias exposiciones y depositada en el museo diocesano.
Todos los domingos viene un cura, uno es buen amigo mío y suele acercarse a saludarme.
Pues si esto existe en Requena, uno puede imaginarse la riqueza patrimonial de la diócesis palentina.
Como este domingo se ha hecho cargo de la diócesis D. Esteban Escudero, le damos la bienvenida y nos alegramos mucho, pues, según nos cuentan, se le ve contento con su nombramiento y todos suponemos que, con la edad que tiene, no será Palencia un pequeño momento en su carrera eclesiástica ascendente.
D. Esteban ya preside la comunidad católica provincial y además de ser responsable de su gran patrimonio, preside una institución con numerosas personas con dedicación total sacerdotes, religiosos y religiosas. La Iglesia desarrolla una extensa labor en el campo de la educación, de la sanidad, de la atención a los mayores y a los necesitados a través de colegios, residencias, Cáritas, etc.
Numerosas asociaciones e instituciones dependen del obispo y la mayoría de los palentinos se consideran fieles o tienes contacto con la Iglesia con motivo de celebraciones y fiestas como bodas, bautizos, comuniones o defunciones. ¿Qué otra autoridad provincial tiene tantas responsabilidades y con tantos medios?
Pero nuestro obispo sabe muy bien que no es un señor feudal, que su ministerio es un servicio; que el patrimonio de que dispone es una acumulación de arte y de sacrificios de numerosas generaciones por lo que por su origen es un tesoro que pertenece a toda la sociedad palentina y que, estando al cuidado de la Iglesia, supone responsabilidad y gastos más que beneficios; que instituciones y agentes religiosos tienen su propia autonomía y que la labor episcopal es fundamentalmente de animación y de referente de unidad.
Bien sabe nuestro obispo que la sociedad actual, sobre todo la población joven y activa, vive alejada de la práctica religiosa y con frecuencia es muy crítica con la Iglesia y hasta con el mismo hecho religioso.
¿Consistirá su misión apostólica en defender la fuerza de la Iglesia, su visión de la moral y una legislación inspirada en su doctrina, o en el anuncio de la buena nueva, sin imposiciones y en confortar a los creyentes en la fe, en la esperanza y en el amor en una llamada a la renovación continua?
Los cristianos somos hombres como los demás con sus aspiraciones, virtudes, defectos y deficiencias y, sin una renovación continua interior, ¿cómo podemos ser testigos de ese mundo nuevo que es el reino de Dios?
Anuncio y testimonio. Señor obispo bienvenido. Yo me uno al anuncio cuando suenan las campanas y espero que mis socios puedan dar testimonio de aquel en quien creen.

viernes, 27 de agosto de 2010

Violencia y esclavitud.

Aunque parezca extraño, conozco más a las personas que residen en el pueblo que a los canes. Sé cuántos somos más por los ladridos que por haberlos visto y es que no es fácil la comunicación acostumbrados como estamos a estar, algunos atados y otros viviendo en los corrales sin salir de ellos.
En el patio de la casa llena de flores anejo al mío, hay un perrito simpático que viene de Cantabria los fines de semana y en cuanto nos vemos en la calle nos saludamos alegremente. Detrás de la iglesia hay un pastor alemán atado a la entrada de una nave agrícola; le acompaña una perrita libre de ataduras que me ladra furiosamente cuando paso, me acerco a ella, se calla y recibe mis carantoñas. Son tres los que pasean con su dueño todas las tardes y, a veces, nos encontramos. Cuando era más pequeño me trataban bien, pero últimamente mientras un pequeño perro juega conmigo, la perrita me ladra furiosamente y el perro mediano de rabo cortado gruñe con furia, arquea el lomo y se acerca ladrando obligando a intervenir a su dueño mientras mi socio me llama para continuar el paseo. El otro día me encontré solitario a un perro grande, me acerqué a él arrastrándome, en señal de buena voluntad, nos miramos complacientes, pero él siguió su camino sin ganas de jugar. Cuando recorro la calle más alta del pueblo, dos perros asoman sus cabezas por encima de la tapia, uno es inmenso y me ladra intimidatoriamente. Y ya he contado que todos los atardeceres anda suelto Charli, el violento, que ha mandado al veterinario malheridos a dos perros más pequeños. Y yo me pregunto el porqué las relaciones pueden ser tan difíciles y sobre todo el porqué de la violencia,
Y ya está mi socio desatándose en comentarios; que también entre los humanos que se dicen racionales y solidarios, existen los violentos que basan sus relaciones en determinadas circunstancias en la imposición por la violencia. Defienden sus intereses por la fuerza bruta. Tal vez, a veces, se sientan débiles e inseguros en una relación normal de diálogo, racionalidad y cercanía natural.
Hoy tenemos una ley sobre la llamada violencia de género por la que, aparte de proteger a las posibles víctimas y castigar a los delincuentes, sirve para concienciar que el que se impone con violencia es una persona débil y despreciable, incapaz de relacionarse de una manera humana racional.
En este aspecto, y a pesar de la existencia de pirados, la comunidad ha progresado pero hay un campo denigrante en nuestro tiempo: la esclavitud sexual.
Todos sabemos que hay miles de mujeres obligadas violentamente a prestar servicios sexuales. Se comercia con ellas se las compra y se las vende, se las secuestra, se las maltrata para que se sometan, se las coacciona, se las amenaza, son violadas repetidamente. Y no son delincuentes solitarios los que realizan estos delitos, sino bandas organizadas internacionalmente.
No hay que confundir esto con el tema de la prostitución, ya que si alguien quiere relación sexual, previo pago, la relación libre no está regulada por ley y lo no regulado no es ilegal.
Pero el secuestro, la violación, el maltrato y la amenaza están condenados por la ley como delitos y su comisión por bandas criminales tiene una especial gravedad.
A veces leemos en la prensa que la policía ha desarticulado una banda de prostitución ilegal.... No, no y no. Nunca aparece como una banda de secuestradores, de violadores. Si un secuestro o una violación están severamente castigados ¿cuántos años de condena de cárcel deberían recibir los autores de secuestros y violaciones en cadena?
No hay conciencia de semejante atropello, tal vez, porque legisladores, jueces, abogados y fiscales, policías, empresarios y obreros, ricos y pobres, cultos e incultos, directamente o indirectamente a través de su entorno se recurre al sexo pagado y no sería tranquilizador para su autoestima que debajo de estos desahogos exista un submundo criminal.
Y que no se diga que es difícil probar el delito. Es una actividad cara al público y ciudadanos y policía saben donde hay prostitución y no es difícil barruntar cuando esta no es libre. Pero claro, si se descubren abusos y las penas son mínimas como un delito contra la libertad laboral, la capacidad de coacción que amenaza a la propia vida y la de sus allegados es máxima y testificar es un gran peligro para condenas tan suaves. Estas son bandas auténticamente terroristas que causan terror y dolor en miles de víctimas. ¿Las tratamos como tales? Vergüenza, vergüenza y vergüenza.
Como espero que los perros violentos estén a buen recaudo y encadenados, se supone que también las personas buenas y sensibles aspiran a que estas bandas sean erradicadas y sus miembros acaben en cárceles de seguridad.
¿Qué partido pondrá esto como prioritario en su programa?

viernes, 20 de agosto de 2010

Animosos

Son las seis de la tarde. Estamos en agosto, hace calor y pega el sol. Por la margen derecha del canal caminamos hacia la esclusa de Boadilla. Al salir de Requena el canal debe abrirse paso en la gran loma que separa las aguas que van al Pisuerga y al Carrión. Es el mayor vaciado de tierra de todo el trayecto. Subiendo y bajando la loma no hay ni un árbol ni una sombra y el paseo se hace pesado y fatigoso. Me quejo con débiles gruñidos y me hago el remolón. Me tumbo a la sombra de unos matojos mientras mi socio sigue su camino. Me ha entrado la crisis, pero las circunstancias obligan, tengo que correr un poco para alcanzarle.
Terminada la cuesta reaparece el verdor, los árboles y la gran toja de Valdemorco. Entramos en el mirador de las aves, y mientras yo me tumbo feliz a la sombra él contempla la charca, las lomas de Campos y a lo lejos la Cordillera Cantábrica.
A las siete y treinta y cinco se oye de pronto un rumor intenso, los carrizos de la toja no se mueven, pero los chopos que a nuestras espaldas bordean ambos márgenes del canal se agitan por el viento. Ha surgido el cierzo e instantáneamente se retira todo el denso calor y el sofoco de la tarde.
Habiendo bebido yo en las aguas de la laguna, animosos, iniciamos la vuelta. Ahora, sí, el paseo invita a la comunicación...

Estamos en plena crisis, parece que todo está agostado. La subida de la cuesta es dura, agobiante, espesa, irrespirable. No cesan los lamentos y aunque, tal vez, la estemos ya bajando, qué tentación dejarse estar, tumbarse a la sombra de cualquier mata y seguir rumiando nuestro malestar.
Es cierto que muchos lo están pasando muy mal, como los millones de parados, las dificultades de la economía y parece que nuestros dirigentes nos conducen en una senda de sacrificios sin futuro. No obstante el cauce de la economía sigue su curso; tenemos desarrolladas infraestructuras, empresas agrícolas, industriales y de servicios, tenemos escuelas y universidades y centros de investigación y, sobre todo, tenemos personas no menos formadas ni menos capaces que las de nuestros amigos y competidores. ¿Por qué tanta amargura, tanto desánimo? Por supuesto que la cuesta es dura, los tiempos secos y bochornosos, pero con buen ánimo será más fácil y rápido el llegar a rutas más apetecibles.
No vale la pena quejarse porque nos hayan congelado o reducido salarios y pensiones, ¿es necesaria una huelga general? Si lo es, no puede ser como un lamento supremo de nuestras desgracias. Es muy posible que, como a río revuelto ganancia de pescadores, algunos sectores poderosos intenten organizar la salida de la crisis y el futuro en función de sus intereses y egoísmos y sea conveniente hacerles saber a ellos y a nuestros dirigentes que todos tenemos derechos a la dignidad de una vida próspera y a la participación equitativa tanto en los bienes como en la organización de la sociedad. Que la huelga sea más una posición ante el futro que un lamento sobre el presente.

Animados por el viento del norte que nos da de cara, nos acercamos al pueblo, soñando con empresarios esperanzados y dinámicos pensando más en inversiones y en futuro que en reducción de plantillas y en despidos, con trabajadores orgullosos de su aporte a la comunidad, exigentes en sus derechos porque son responsables en sus obligaciones.
Impulsados por el viento unos ciclistas pasan rápidos cuando estamos a punto de cruzar la carretera.

Buena imagen la del esfuerzo y rendimiento sin ponerse a lamentar de los baches y las cuestas.

viernes, 13 de agosto de 2010

Oposición

La otra semana sufrí un grave contratiempo debido a mi comportamiento. Doy fe de que no hubo maldad en lo que hacía. La dueña de la casa cuida los tiestos que tiene en el patio, bueno, mi corral y yo, por instinto, escarbaba en ellos, la tierra estaba blanda, buen sitio para ocultar mis huesos. Peor era el momento de recuperarlos derribando el tiesto, a veces rompiéndolo y esparciendo la tierra. Yo ponía cara de arrepentimiento cuando me reprendían pero seguía con esta labor de oposición sistemática a la labor de la jardinera. Y llegó el momento culminante, había plantado unos puerros, los había abonado y regado, ¿qué mejor terreno para mis labores escarbatorias? Consecuencia, me puso una correa al cuello y me sujetó con una cadena. ¡Qué día de llantos! Menos mal que al atardecer me soltaron y no me he vuelto a ver sujeto.
Sobre ello hemos platicado. En un país y por supuesto el nuestro, es un partido el que tiene la labor de gobernar, dispone, cultiva y siembra esperando que su labor culmine con el desarrollo armónico de lo plantado. Y existe la oposición, que si no destruye el trabajo desarrollado por el gobierno, como hacía yo con los tiestos, se dedica sistemáticamente a criticar su labor, si riega porque malgasta el agua, si no, porque no pone los medios para el desarrollo, si siembra melones que mejor sería calabazas. Así que la oposición se pasa el día oponiéndose y el gobierno justificándose y acusándola de no hacer nada positivo.
Lo malo es que ambos, de buena fe, creen que esa es su misión y que ese es el comportamiento que se espera de ellos. Se dicen adversarios políticos y están felices en esta lucha sin cuartel celebrando sus sagaces acometidas al rival, jaleados por sus camarillas.
Entre tanto, los ciudadanos se hastían de tantos dimes y diretes y se cabrean porque orientan más su dedicación y energía a esta lucha dialéctica que a la labor de conducir la polis, es decir gobernar.
Ya dicen las encuestas que entre nuestros grandes problemas, los políticos son uno de ellos y no tenemos la posibilidad de librarnos de los más combativos, pues nuestro sistema electoral es de listas cerradas y los partidos, camarillas, tienden a poner a sus afiliados de más acerada dialéctica contra los adversarios y les exigen más caña.
La solución, tal vez, comenzaría por eliminar la palabra oposición. Todos los que hemos elegido son nuestros representantes y esperamos de ellos que construyan, no que destruyan. La labor de control y oferta de alternativas concretas a problemas concretos es construir. Hablemos, pues, de partidos del gobierno y partidos del control y alternativas y habrá que crear una correa o una cadena para los que son siempre destructivos, aunque lo sean de buena fe. Al menos que en las listas podamos eliminar sus nombres y puedan quedar fuera del quehacer político un tiempo, hasta que aprendan.
Oposición, menuda canallada, como la que yo hacía con los tiestos. Yo soy inteligente y he aprendido, ¿por qué no pueden aprender los políticos? o ¿esperan un correctivo?