jueves, 22 de diciembre de 2016

UN RATONCILLO EN EL BELÉN

Con su hociquito rosado y ojos azabache cual cabeza de alfiler, un ratoncillo de unos tres centímetros se asoma tras una silla, casi de su tamaño, dentro de la casa de Nazaret en el belén de Requena.
Esta figura viviente y juguetona pone una nota de dulzura a la escena. Si San Francisco le ha empujado a salir, no lo sé, pero quizá le ha hecho sonreír, recordando aquél lejano nacimiento con protagonistas vivos que él organizaba.
Este año, una vez más, la parroquia se muestra plena de presencias locales, en el belén no en el templo. Cara de fiesta en los rostros, poses sencillas; cabeza cubierta “a la antigua usanza” con la mantilla de domingos las mujeres y los varones contemplando el paso de éstas hacia el Portal. Procesión religiosa y coqueta, fe y tradición en soporte acartonado.
El agua de la fuente burbujea cantando su villancico anual. Sonidos estrellados en el mundanal ruido de la Navidad que chocan con el silencio rural. El amanecer de la Misa del gallo, con su poética y entrañable enhorabuena, ha quedado en el olvido y esa ausencia de voces infantiles y de adultos en el coro rompe en mil pedazos la Nochebuena.
Este pequeño duende, jugando al escondite con inocente agilidad, nos hace retomar el entusiasmo de los días mágicos y felices del pasado. Aparece y desaparece con tal agilidad que sólo su rabillo alargado y juguetón nos indica por donde está. El taller de San José es ahora su centro de observación, entre las virutas se siente protegido y creyendo que no le vemos, hace arrumacos al Niño que está mirando entusiasmado su presencia.
La puerta renovada de la iglesia acoge el Misterio. V Centenario de unos muros, albergue de oraciones, sosiego del alma; pastores con cayado y zurrón fueron testigos, también en Requena, del anuncio del ángel cuando cantaban al adorar al Niño.
Campana sobre campana… Pero mira como beben los peces en el río… Soy un pobre pastorcito que ha venido de…. En un pobre pesebre nació el buen Jesusín ¡pobrín, pobrín!...Noche de Dios, noche de paz.
PAZ en el mundo gritan las bombas forzadas a destruir. PAZ piden los pies descalzos de los que huyen de su país en días como estos. PAZ y alegría repiten las luces de neón decorando las calles. PAZ en los hogares del dolor y la rabia. PAZ en el corazón humano deseamos al deshumanizado corazón de los hombres.
Requena con su belén personalizado quiere revestir de esperanza esta noche callada. Que el hedonismo se achique ante la magnitud de nuestros deseos.

A todos nuestros lectores, con sumo gusto os decimos ¡QUE LA PAZ LLENE VUESTRO CORAZÓN DE ALEGRÍA!

jueves, 15 de diciembre de 2016

SALTO A LA VALLA

Amanece y el altavoz de los medios nos habla de un nuevo salto a la valla. Emigrantes furtivos que buscan libertad fuera de fanatismos y guerras. Dolor hecho lucha, esfuerzo, frío e inseguridad, pero todo amalgamado de esperanza. Sobrevivir a cualquier precio en países desconocidos.
Lágrimas caídas en el mar, unas gotas más que irán y volverán con las olas hasta arribar en una playa solidaria, o lágrimas de dolor por el desgarro de la piel en las púas de las vallas que limitan las fronteras, que paralizan su huida y detienen con decepción esa esperanza.
Frío sobrevolando como buitre hambriento, sobre la escapada y escarpada senda por la que transitan. Adiós cómplice dejando la casa y familiares, llantos que acompañan más allá de la heroica decisión de abandono del país. Promesas de regreso con bienestar para compartir.
Sueños…
El mundo sigue moviéndose y con él los humanos desfavorecidos. Siria se suma a esos países que arroja a sus hijos al desierto de la vida. Nuevo salto a la valla de la libertad, asilo con reservas, lona cubriendo las estrellas velando el sueño, pies descalzos de firmeza, niños mirando el arco iris de un futuro que sus padres ven atrapado en las ruinas y las bombas.
Alepo, ciudad masacrada por el egoísmo de un puñado de déspotas; clamor entre los escombros, sonrisas entre los cascos blancos que acuden a socorrer; brazos prestos a retener la vida que se escapa hacia la eternidad.
Países que apoyan esas guerras buscando beneficio; dónde quedó la primavera de sus vidas, donde la risa era prioritaria, juvenil e idealista, hoy convertida en otoñal mirada donde la vida humana no interesa. Desoír el llanto de la infancia que vaga errante por poblados improvisados, sin familia que los abrace, de calor y seguridad. Bombardeos indiscriminados desplomando su hedor salvaje sobre edificios llenos vida; plásticos cubriendo la huida.
Abre la noche su ventana de luna para fortalecer los brazos que reman en las pateras, que se aferran a los espinos de las vallas, a los pies que caminan entre el lodo de los caminos, a tientas, a trompicones entre espasmos de frío. Familias empobrecidas por la mafia del poder.
Se acurruca la alondra en su nidal de paja, esperando la aurora. Cantará allá donde el día la lleve y sobre árboles nuevos fijará su casa entre trinos y aleteos.
Saltará la valla el cervatillo liberado del cepo opresor y en praderas nuevas pacerá la cultura de su nuevo destino.
Mendigando ayuda, el padre de familia, la viuda o los hijos, al final de su exilio forzado encontrarán en algún país cuyo nombre desconocen, el calor de la navidad, la dignidad que les han arrebatado.
Éste es nuestro deseo.

jueves, 1 de diciembre de 2016

ANOCHE SOÑÉ

Anoche soñé que las estrellas me hablaban,
miré al río y el agua susurró ¡amiga!
En solitario regresé por el camino a casa
y unos cardos salieron a mi encuentro.
Dolida les miré, herida y triste.
Eh aquí que apareció en la andadura
una mano solícita y compasiva.
Vendó la herida aquella
y trasformó mi soledad en compañía.

Risas surgieron de los arroyuelos
que nos miraban.
La amistad brotó sin darnos cuenta
y aún hoy, después de muchos años,
sigue viviendo en cercanía.

Corta cadena de amistades fieles.
Tesoro escondido en el exilio de la fiesta,
en el regocijo compartido
de encuentros fortuitos.

De puntillas se acerca la tarde,
robando la luz al día,
y un ladrido lejano divisa
con su olfato, una presencia ida.
Rabea impaciente, queriendo
llegar a esa altura en que el afecto
se hace uno, la mirada se cruza
y seguirme se transforma en ser amigo.

Nada pide, mi fiel Chindas,
porque acompañar es su deseo.
Amistad hecha presencia,
en momentos especiales,
en olvidos inconscientes,
en soledades ennegrecidas,
en murmullos no entendidos…
Anoche soñé que las estrellas me hablaban,
y en el brillo de sus ojos
entendí cuanto decían:
Mira cada noche al cielo y
sentirás al amigo que se aproxima,
para compartir tus cuitas,
para detener tu caída.

Amigo/a, tu mano está en mi mano,
como en la caña la espiga.





jueves, 24 de noviembre de 2016

IMÁGENES DE HOY

Nace la luz y por nuestras retinas desfilan cientos de imágenes. Ojos amaneciendo con la mirada limpia se enfrentan a un nuevo día para captar cuanto acontece en diferentes formas y colores.

Estampas de risas plasmadas junto a la alameda; imágenes superpuestas en letras de molde, en audiovisuales con fogonazos de luz azulada. Lágrimas de despedida, voces rayadas por la emoción del acontecimiento. Párpados soportando pestañas húmedas. Visión oscilante; montañas con nieve blanca y briznas de maleza en los copos que soportan pisadas agresivas. Silencio.

Música acompañando a lo eterno. Evoluciona el perfil del luto sentido o apenado frente al indiferente pasaje de la distancia emotiva. Miradas soslayadas desde el sillón de la casa a la pantalla que da la noticia, flores vistiendo la escena.

Espejo roto de mujer que glorió su tierra, que luchó y reforzó esperanzas. Pedazos de luna reflejando las grietas de una vida entregada en esta tierra de gratitud e ingratitud,  porque no hay plenitud sin tropiezos superados, sin latidos atropellados.

Carácter para reír, luchar, obtener, sufrir. Arropando soledad al llegar la noche, piensa en seguir dándose al día siguiente. Así día tras día, entre amigos y detractores, camina una existencia de donación permanente. Agasajos que hieren los pies entre palmadas de felicitación en los hombros y saetas del reloj detenidas por los demás. ¡Cuántas horas planificando ayudas!

Llegó el error, agrandado por la lupa del cansancio de los que miran la misma imagen durante años como ese obstáculo que les impide llegar a un destino deseado. Atrás queda el aplauso, la petición sonriente, la disponibilidad si se consigue el favor, piedra en la mano.

Sumida en ese rincón de la vida, la inesperada muerte la visita. Lucha inacabada, pliegos archivados de los pros y los contras. Fuerza y debilidad unidas en el sentir colectivo.

Vuelve el pintor de la escena a detallar aspectos de la masiva despedida, espectáculo de sentimientos encontrados, ramos de flores multicolores que se marchitarán a su lado.


¡Adiós mujer!, como mujer siento la herida que llevas contigo. La debilidad es parte del mundo, sin justificar nunca llegará a la altura de la bondad y el esfuerzo entregado a los demás. Huellas embarradas, pero huellas.

jueves, 17 de noviembre de 2016

PUEBLOS

Vista aérea de Requena de Campos
Pueblo, sinónimo de lágrimas guardadas en pañuelo de tela por las ausencias. Rompe el calendario en estas fechas, sus páginas de calles transitadas, de charlas en el mentirón, en el bar o la plaza.

El silencio se acomoda tras las puertas cerradas, tras los rincones. Grita el aire en el pueblo casi vacío y nadie escucha su llamada festiva. Tras los cristales de las ventanas habitadas, una mirada furtiva contempla el devenir de las hojas caídas del otoño. Vaivenes de la historia que pobló con amor cada hogar. En la festividad de los Santos queda el recuerdo de los abuelos que amasaron el pan de la familia, unas flores y el retorno a la capital. Olvido.

Cuando los pocos habitantes que quedamos en ellos miramos el horizonte que abraza el poblado, contemplamos con cierto impacto la amplitud y libertad que circula por sus venas. Árboles desnudos mantienen las raíces inamovibles del seguir existiendo a pesar del abandono, para renacer con hojas frescas la próxima primavera.

Volverán los hijos al hogar paterno, se revivirá la convivencia vecinal contando los avatares del invierno y, nuevamente, el pueblo crecerá en habitantes y risas.

En las tierras labradas, aparece ya el verdor del grano que germina. Cada año se repite la arada, la siembra…; se hacen mejoras en la localidad para dar bienestar a los que retornan y así, año tras año, la esperanza de su permanencia se acrecienta.

Junto a la comodidad y bienestar en los hogares, aparece un “SE VENDE” llenando de nostalgia la mirada. Luce el sol chocando sobre la fachada en venta, cual beso maternal de despedida a los que se van y pone su dorada mano en el pomo de la puerta para dar la bienvenida del futuro comprador.

Pueblos marcados por el dibujo difuminado de sus huertos, de sus palomares donde el currucucú de las palomas revoloteaba alegre; donde las eras se llenaban de cánticos y de espigas. Cocinas que avivaban el fuego para que la olla borbotease el cocido. Honradez en las gentes, palabra respetada. Sudor en la faena, baño en el Canal…

El antes y el ahora apenas se conocen, se saludan por inercia y educación estrechando la mano, sin valorar la suerte que tienen de que alguien, durante nueve meses, mantiene y cuida el bello recuerdo de su infancia o adolescencia. ¿Quién o quiénes abrazarán nuestros sueños de permanencia en un futuro cercano, quién publicará los bandos o tocará las campanas y repartirá sonrisas amables a los visitantes?.

Un ladrido despierta mi ensoñación, es Chindas que acompaña a la noche en su peregrinar, señalando presencia. Animales de compañía y vigilancia, gracias por estar a nuestro lado.

Pueblo de pueblos diseminados, de noches estrelladas y tonadas musitadas al silencio, romances del vivir en el rural ambiente de la soledad amiga, sois el tesoro histórico de la vida en profundidad vivida. Como diría el poeta, que descansada vida la que huye del mundanal ruido… 

Estos pueblos, queridos lectores, seguirán existiendo si vosotros nos hacéis partícipes de vuestra presencia con asiduidad.


jueves, 10 de noviembre de 2016

ESPUMA BLANCA

Con furia inusitada el mar lanza sus olas sobre la tierra. Una espuma blanca lame la arena dejando en ella la mala baba del alquitrán que se balanceaba al ritmo prepotente del océano.

Relucen las rocas tras esa lamida larga del agua, deteniendo el paso hacia el interior. Fortaleza de esperanza para el humano devenir del profundo sueño de la armonía.

Espuma blanca, engañosa suavidad que atrapa la confianza de quienes pretenden seguirla. Brilló la luz entre los nubarrones y aunque éstos se afanan en deteriorar su imagen, en poseer las mentes más débiles y acumular en las sombras su futuro de poder, seguirán siendo voces discordantes carentes de fuerza.

Arenas mecidas y rechazadas a la vez por la siguiente oleada. Sosegada, de momento, queda la playa tras la tormenta, aunque subyace la incertidumbre, el próximo golpe de espuma blanca puede deshacer por completo los castillos que dejaron olvidados los niños en ella.

Horizonte convaleciente, con esfuerzo y sin él, el ataque del agua a la tierra siempre estará en la mente de quienes la componen. El cielo azul desde lo alto, mira la inmensidad y la fuerza del embravecido mar. Busca éste cómo anular las risas del verano, cómo aliarse con los dioses que la sociedad adora y levantar sus gigantes brazos hasta pretender que zozobre la barca y le rinda culto.

Historia de historias llena, de universal ambición y olvido, de derrotas y triunfos, de sensatez y venganzas soterradas. Ganar porque la voz nos acompaña y el cansancio hace mella en los votantes, es un camino pedregoso lleno de penitentes por el arrepentimiento del voto.

España y EEUU han barajado sus cartas, apretones de manos al ganador y palmadas en la espalda. Todo un lujo de cara a la pantalla y tal el cristal que les separa está la prudencia y el poder económico. Rabietas con pronósticos malolientes para unos, lágrimas de mujer al otro lado.

Frente al equilibrio, la seriedad y serenidad de un candidato, aparecen los detractores. Debilidad en las filas, sueños de venganza en retaguardia. Allende los mares es una mujer con arrestos y categoría femenina la que asume su derrota. Ha triunfado la ordinariez y el dinero. Rocas abruptas se reflejan en el espejo del agua. De nuevo la historia nos contará los secretos de todas las elecciones.


Amigo Chindas, volveremos a recrearnos con el poemario que los hechos nos deparan.

jueves, 27 de octubre de 2016

ABSTENCIÓN

Ya son largas jornadas que mi socio se abstiene de salir al campo y el resultado es que no puedo ser dominador de rastrojos y sembrados con mis carreras y la persecución a animales corredores y aves a las que hago levantar el vuelo.
Mi socio, en el corral, me cepilla el pelo diciéndome que lo contrario les pasa a los socialistas pues su abstención en la investidura parlamentaria permitirá al líder popular formar gobierno.
Por cierto, difícil decisión esta abstención pues son ya varios decenios que se consideran adversarios radicales los socialistas y los populares y en las dos últimas elecciones los Socialistas proclamaron su “No es No” a facilitar el gobierno del Partido Popular.
Pero la decisión del voto negativo supondría continuar con un gobierno en funciones y la convocatoria de nuevas elecciones, lo que es repudiado por el sentir popular y recogido por la mayoría de los líderes políticos.
En resumen, que la opción de la abstención resulta un mal menor o un bien limitado lleno de problemas y frustraciones. Es lo que suele pasar en política. Cuando una decisión es fácil, es que no influye significativamente en el acontecer ciudadano porque es mera oposición y no una propuesta para llevar a cabo, o es una quimera concretada en programas, propuestas o promesas que están muy bien pero flotan en la irrealidad, ya sea por falta de recursos, o porque no dependen de los actores sino de otras instancias, o porque encuentran resistencias que las harán irrealizables.
Hoy es el día de contemplar las expresiones corporales de los diputados: los Populares satisfechos porque consiguen la dirección del poder; los Socialistas tristes y deprimidos, su voto es amargo; Ciudadanos, tranquilos como partícipes en la solución; y Podemos y afines, resplandecientes e iluminados ya que pueden atribuir a la triple alianza ser la responsable de todos los males que nos afligen, y ellos son los que nos traerán todo el bien que predican.
¿Podrá alguien creer en esta España bipolar?. Si Podemos lo cree o cree que le creemos, se puede llevar una gran desilusión.

Cae la noche y antes de retirarse, mi socio me trae la cena. Nosotros no estamos tan divididos. 

jueves, 20 de octubre de 2016

SON DE CASTA

He salido con mi socio por el Canal de Castilla, camino de Valdemorco e íbamos comentando la agitada actividad de los líderes de los partidos políticos. Tirando de distintas hebras hemos acabado dialogado sobre “la casta”, denominación que viene aplicándose a todos los políticos de esta España en crisis, en especial a los sujetos del bipartidismo.

Este significado puede derivarse de las castas de la India y de algunos países en los que un grupo forma un clan especial, separado de los demás por raza, religión o cultura. Así los políticos forman una casta alejada del común de los ciudadanos, preocupados casi en exclusiva de sus gustos e intereses.

Éste es un significado muy etnográfico, el uso común emplea más la palabra para indicar una selección por ascendencia, linaje o porque tiene unas cualidades típicas y ordinariamente sobresalientes. Así se habla de un toro de casta. Mi socio me mira riendo y me dice que soy un perro de casta y que hay políticos de casta.

Los líderes de Podemos que se consideran fuera de la casta, es decir unos descastados. Sin duda alguna, sí, Iglesias y Errejón son políticos de casta porque están, actúan y se mueven ante los ciudadanos como líderes populares; es cuestión de genética, lo llevan como el toro de lidia en la sangre. También lo fueron durante la transición Suárez, Felipe, Carrillo o Fraga.

Tal vez afines al PP consideren a Rajoy un animal político de casta, pero es evidente que no lo es. Rajoy como Rubalcaba pertenecen al género de políticos con oficio que dominan el tejemaneje partidario y el ejercicio del poder pero les falta el pedigrí.

¿Y qué son Rivera y el dimitido Sánchez? Rivera tiene maneras de un político de casta, veremos si el campo político es suficientemente amplio para que se manifieste su valía. En cuanto Sánchez no parece que haya mostrado su carisma y ni que esté ducho en el oficio. Eso sí, es una figura aliñada, que pudo generar esperanzas... sin fundamento.

En conclusión, los descastados son lo mejor de la casta en el lenguaje del pueblo.

Mas la casta o el oficio, aunque puedan aligerar y reforzar el liderazgo político, no son garantía de un buen servicio a la población, todo dependerá de los resultados, y éstos dependerán más de los objetivos que se propongan y que sean alcanzables y de la energía y dedicación que se les dedique.


Nada impide que haya gobernantes sin casta y a los que no les acompañe anterior aprendizaje del oficio que resulten eficaces donde han fracasado gobernantes con destreza innata o aprendida.

jueves, 13 de octubre de 2016

TODO POR LA PATRIA - 12 DE OCTUBRE

Con el cielo plomizo y el uniforme de gala, el corazón lleno de disponibilidad y servicio, la Guardia Civil de Frómista (Palencia) ha celebrado su fiesta grande acompañados de alcaldes, concejales y jueces de su demarcación. No ha habido desfile ni boato aparente pero si apretones de manos y saludos cordiales de felicitación. Gentes sencillas de pueblos pequeños les acompañan. Las ofrendas ante el altar, de entrañable significado, han sido depositadas por miembros del Cuerpo.

Junto a la bandera roja y gualda, símbolo de la unidad nacional, el botiquín hablaba de atención a los débiles. ¡Cuántos auxilios efectuados en carreteras, cuántas lágrimas recogidas al comunicar algún desenlace a los familiares…! y el tricornio que señala  protección, responsabilidad y equilibrio, sobre sus cabezas cobra dignidad. Tres emblemas, tres símbolos de enraizado sentimiento vocacional para servir a la Patria desde la sencillez y la eficacia. 

La Virgen del Pilar, tan pequeña y tan grande, Patrona del Cuerpo de la Guardia Civil, una vez más ha recogido su manto lleno de súplicas de paz, depositadas por estos benefactores de la sociedad, para elevarlas al cielo y ser oídas. Tres ofrendas a los pies del pilar sólido de la esperanza y el cáliz del sacrificio que aunó todas ellas.

Su labor de seguridad ciudadana apenas visible, pero no desapercibida, en estos municipios poco conflictivos en el día a día, nos hace recordar a San Francisco de Asís en su callada y ferviente oración: Señor, haced de mí un instrumento de Vuestra paz, donde haya discordia ponga yo armonía, donde haya error ponga yo la verdad, donde haya desesperación, ponga yo esperanza… Creemos sinceramente que ésta es la oración hecha servicio de la guardia civil.

He observado cada rostro de los miembros presentes tanto en el acto religioso como en el de convivencia posterior. Serenidad, bondad, sencillez, callada grandeza de quienes en cada destino se entregan como son, personas con miras elevadas y corazón pronto a la entrega.

Queremos creer, amigo Chindas, que todos cuantos sirven a la Patria con la dignidad de estos convecinos son dignos de elogios y desde aquí felicitamos a todos.


Todo por la Patria. Cuando la crítica tiñe de furor el heroísmo y la amenaza intenta romper el valor, escucha ¡Oh, Guardia civil! la voz callada de los débiles que suman más que los violentos. La Patria somos todos, las piedras del camino pueden hacernos tropezar o caer pero no impedir que nos levantemos apoyados unos en los otros. 

jueves, 6 de octubre de 2016

VIENTO HURACANADO

Hace tiempo, querido Chindas, que el silencio se ha interpuesto entre nosotros, y he aquí que es el viento el que despierta nuestra voz. Noticias de huracanes nos llegan de todos lados y, aunque un tanto sordos a la lejanía, nos abaten los sobresaltos que traen consigo los movimientos nacionales.

Hace crac la esfera de granito y miles de partículas quedan desparramadas, sin rumbo, desnudas de ideales y a merced del aire que las acoge sin reparo. Lágrimas con voz desgarrada llenan las calles, quedando agazapadas e indiferentes al caer la noche. Un latido de firmeza aparece en lontananza recogiendo las hojas de ese árbol centenario que parecía inquebrantable y el viento huracanado de estos días le tambalea y hace crujir sus raíces.

La rosa roja entristecida va dejando caer sus pétalos, ya no luce en la solapa ni en la mano; su perfume está pisado cual inservible y traicionado aroma de concordia.

Ambicionar la paz sin estrechar la mano, desear sólo para sí la plataforma del Debe sin tener en cuenta al resto de participantes con otras ideologías, conlleva a un huracanado y lamentable paso por la geografía afectada.

A pesar de todo, sueña la tierra removida con volver a ser sostén de valores y proezas, más, otro grito con ecos legendarios, con reflejos de cielos y ríos, apagará la esperanza con sequía y dominará el equilibrio y la cordura.

Unidad silenciosa, sin algazaras ni torpezas; firme propósito de aupar al país libre de ambiciones personales. Cada ciudadano es una meta, un salvamento necesario, una sonrisa que merece nuestro esfuerzo.

Un palentino ilustre, José María Fernández Nieto, hablando de la hermosura del silencio, escribió: Dícese mucho callando, cuando se hace la palabra pan elocuente o fértil sacrificio.

Política del hacer sin desencuentro de masas acaloradas en las plazas, sosegado ejercicio de servir mirando tras el cristal, el umbral de cada casa y en el despacho firmar la paz con los vecinos.
Aunar criterios es difícil, amigo Chindas, pero bajando escalones es más posible el encuentro. Días nos quedan de expectación.


Terminamos hoy, dando la espalda a ese huracán inesperado y con el poeta añadimos: 
Decidme si hermanados, en multitud amante y con toda la luz inmensamente nuestra, no podríamos, juntos, lograr que el mundo viese.                         

jueves, 15 de septiembre de 2016

Ropa al Sol

Aprovechando, querido Chindas estos días de sol, la colada se hace cada vez más frecuente.
Ropa recién lavada, colgada en la cuerda del patio se mece y observa. Colores y trazos se balancean en la paleta del aire y al espacio pintan con suaves pelos de marta.
Vaivenes de columpios en recreos regalados. Pinzas protectoras de caídas, mangas invertidas con puños abotonados al descuido. Pañuelos sin nariz cerca; interiores camisetas de algodón blanco.
Parque revoloteado y movido por la brisa. En la distancia del colgador al suelo, un gato y unas hormigas pasan.
Rayos de sol se fijan en la frescura del agua que escondida llevan las prendas. Éste se sienta junto a ellas y espera, su sed no es tanta, ya llegará el momento de esa gota impaciente que llamará a la otra y… a esa otra, para caer en sus labios y así se secará la ropa.
Manos tibias cambian de posición los pantalones de la otra cuerda, lo de arriba abajo; cremallera abierta riendo. Nuevas sacudidas del aire, pinzas en estado de alerta.
Los palotes de los lados, cual pasmarotes anclados, siguen sujetando las cuerdas del tendido con la fuerza de sus brazos.
Pintura naif del corral con gallinas picoteando. Migajas de pan en el suelo del mantel desprendidas en el sacudido diario, a los pájaros llaman. Jolgorio de trinos alimentados.
Brocal del pozo lleno de flores, adornando.
En este boceto del patio o corral donde tu habitas, mi querido perro, la belleza de lo sencillo y cotidiano te envuelve. Desde la puerta de la casa te observo y corres a mi lado. ¡Guauu…! me dices y con gran cariño te acaricio

jueves, 8 de septiembre de 2016

¡UF, EL CALOR!

Cuando el blanco del folio me mira impaciente por ver lo que voy a escribir en él, se me agolpan los temas de los cuales estamos saturados los españoles.

No, mi querido Chindas, no vamos a caer en la tentación de remachar el clavo de la política. Tú y yo vivimos en la lejanía, donde la ambición no llega, donde nos examinamos las manos cada noche y siguen en su estado natural mañanero tras la ducha.

¡Uf, el calor! ese maravilloso elemento tan agradable en invierno cuando nos visita y tan molesto cuando es invitado a la fuerza y no pone fecha de vuelta a su horizonte; muy al contrario, saca su paleta de pintor y sigue y sigue acentuando los colores del verano. Sudor en el lienzo de la vida que rechaza el exceso y baja las persianas dando a entender su incómoda presencia.

Junto a la maravillosa claridad que nos aporta este sol de “justicia”, está la sombra benefactora, refrescante, serena y acogedora. Muchos adjetivos más se pueden añadir en un día tórrido, cuando divisamos un árbol durante un paseo, cuando un alero te llama invitándote a cobijarte bajo su tejado; caliente fachada con ese velo negro que mitiga el fuego de esta estrella adosada durante horas a ella.

Ojos del astro rey mirando sin sofoco en el rostro ardiente de su esfera. Ojos que no dejan que las lágrimas de las nubes refresquen la tierra que en cada ocaso silencian tu luz. Viento con tímido vuelo acariciando los brazos desnudos que esperan el frescor de la tarde.

En vano miramos los hilos de algodón que aletean por el cielo con la esperanza de que se tiñan de oscuro sabiéndolas llenas del agua esperado, pero… es ilusoria su preñez.
Chindas, tú a pesar del abrigo de piel que no te quitas nunca, parece que el calor no te afecta, pero cuando te tiras al agua tras una rata o pececillo, sales gozoso del chapuzón. Grato frescor que anonada al mismo sol.


Me abanico con soltura meciendo al aire, renglón de brisa gritando libertad de fresca serenidad. El calor se retira por unos instantes y la esperanza renace vislumbrando el placer de la lluvia.¡ Guauuu…!

sábado, 3 de septiembre de 2016

LA TRILLA DE GARBANZOS

Cuando hay un acontecimiento como éste, del pasado hacer de los labradores, la alegría vuelve al lugar atrayendo a visitantes. Los garbanzos saltan entre las pajas y el trillo, su cabeza dorada revolotea chocando por los bordes de la parva y el polvillo que el aire se empeña en ocultar.

Bolitas con perspectivas de cocido son solaz en la mesa. Recreo rural en cualquier mesa e incluso en sofisticadas cocinas de ciudad. ¡Ah! los pueblos, cuántos y sabrosos paladares guardan en sus recetas culinarias de las abuelas, pueblos a los que se les retira el saludo en invierno mirando con cierta “pena” a los que vivimos en ellos, me refiero a los pueblos pequeños.

Volvamos a la trilla, esta vez era Mundo, nuestro vecino, el que soltó los fardos donde llegaron abrazados a la era desde la tierra en que nacieron; ¿a morir? No, a regalar su bondad a las ollas. Música y algarabía en las manos de los niños a los que les hacía ver en la palma de su mano, la graciosa naricilla que estas legumbres tienen; sin ojos ven y cosquillean en el corazón de quienes los acarician jugando con ellos.

El bufar del tractor, nada parecido al de los animales que entonces arrastraban el trillo, resoplaba mientras hacía círculos sobre el blando lecho de los garbanzos. La bielda aclarará ese rumor al caer en los sacos y quedar listos para el envasado. Familia abrazada, apretujada con cariño, con recelo en algunos, con amorosa cercanía para otros. En el campo se miraron esperando este momento, lloraron con la lluvia pero también bebían ese néctar que les caía del cielo y les hacía crecer. ¡ Oh dichosa cercanía!, bendita trilla y acribado. Ilusión chocando esa naricilla mencionada. Saludo esquimal en un saco de arpillera.

Garbancito, garbancito, dónde estás que hoy no te he visto…, jugábamos cuando éramos chicos. De nuevo reímos con esta estampa de verano tardío. Gracias Mundo por este regalo al pueblo.


Garbanzo blanco o negro en un mismo horizonte, separados en la olla y juntos en el cariño. La noche y el día caminan de la mano, los pájaros cantan a la aurora y las estrellas hermosean el universo. Garbanzos blancos que se cocinan y negros que les da valor. ¡Olé al sabor rural, a las legumbres y los cereales, a los labradores y a los moradores del campo!. ¡GUAUUU…!

jueves, 25 de agosto de 2016

TERREMOTOS

Cuando el dolor y la devastación aparecen unidos, algo atenaza e impacta en el corazón humano. Hoy es en Italia y la India, las distancias desaparecen y la desolación hace eco en todo el mundo. Sangre teñida de muerte, escombros sepultando las ilusiones sin mirar las edades, vistiendo de yeso y tierra el placer de vivir.

Bomberos y voluntarios entregan su esfuerzo en recuperar hálitos de esperanza, gemidos sepultados que confían en ser hallados para respirar libres de la opresión que los atenaza. Lágrimas alrededor, cuyas pupilas sólo alcanzan a ver sus casas derribadas, sus recuerdos rotos e inaccesibles.

Cámaras y TV filmando el cruel destino de unos pueblos sencillos; ruinas que fueron hogar donde el amor residió, donde el sol iluminaba las estancias a través de las ventanas, el mismo sol que mimó sus fachadas. Zapatos desparejados olvidando al compañero que recorrió en compañía la campiña. Imágenes de silencio gritando soledad bajo los escombros. Niños que no conocerán la alegría de jugar. Jóvenes cuyos sueños han quedado truncados por el sismo… Pesar en esas calles que dejaron de ser límite de viviendas y vías de convivencia, gotas de lluvia del alma.

Abrazos de reencuentros en el exterior sobre los restos dolidos de los familiares sepultados. ¡Ah dolor atormentado que respirando tristeza, ríe a la caricia que le permite seguir viviendo! Cae la tarde y el trabajo es arduo. Perros policías siguen husmeando las oquedades y su olfato arranca atisbos que acelera la excavación intentando llegar a tiempo de salvar otra vida. Extraordinaria labor la del cuerpo de bomberos, nacionales y extranjeros que aportan su experiencia y entrega personal a ésta y otras tareas dolorosas y de riesgo. Desde aquí nuestro reconocimiento.  

Terremotos, voces de la tierra sumergida, tormenta lejana de los abismos, noche bajo nuestros pies con fuego en las entrañas. Sin flores ni luz que recree la vista mueve sus ansias de protagonismo hiriendo, adueñándose del horizonte saltando por los aires la maravillosa realidad del mundo creado en su superficie.


Incendios y escombros atenazan hoy nuestro corazón apesadumbrado, aquí y allí hermanamos los desastres y con la débil aportación de nuestros sentimientos, esperando que tras el crepúsculo de vuestras lágrimas nos veáis a vuestro lado y la confianza renazca de nuevo en el futuro que os espera.

jueves, 18 de agosto de 2016

AIRES FESTIVOS RURALES

Llegó agosto, amigo Chindas, con sus calores, brisas y soles. Los pueblos comenzaron a revivir con estos veraneantes hijos del pueblo y algún que otro vecino venido de fuera pero empezando a enraizar en ellos.
Pueblos con sabor a amistad, a acogida. En este nuestro, tan pequeño, se multiplica la población y los chiquillos corretean por las calles con esa libertad que madurará en sus recuerdos.
Apenas comienza el mes y las fiestas locales van dejando caer sus notas de alegría. Cada fin de semana aparecen en el calendario vecino; en el que está un poco distante, en el nuestro. Cada santo patrono ha variado su fecha para estar con todos los que se ausentaron en este mes. Peana parecen del día más señalado, el de la Virgen en su Asunción.
San Miguel, en nuestro pueblo, se coloca con su espada en alto, como defensor de la Reina de los Cielos, otros la circundan simbólicamente, compartiendo la festiva convivencia. Actividades para niños y mayores, bailes regionales transmiten la tradición que, con sus trajes de gala de entonces, chicos y chicas danzan aupando la añoranza en los mayores y vistiendo de colorido y bordados artesanos las plazas o calles.
Los organizadores de los eventos municipales han sacrificado su tiempo en pro de todos y cada uno de los asistentes. Han ideado cómo agradar al paladar del alma para que en cada hogar el ánimo sea o fuese rayo de sol, un hálito de cariño festivo, un abrazo del retorno.
En Requena, Noelia, vicepresidenta, ha dejado caer sobre todos su esfuerzo con la naturalidad de quien sabe darse con una sonrisa, con la amabilidad de agradar intentando dar gusto a todos. Desde aquí, Chindas y yo, la damos un aplauso y un guauuu… lleno de agradecimiento.
Paladea agosto sus días mirando por las ventanas abiertas, un viento suave al atardecer mueve las surfinias que cuelgan de los balcones y el color de sus pétalos se expande por las calles. Corros vecinales comparten, en charlas amenas, las incidencias del día, mientras una bandada de pájaros cruza el horizonte de sus cabezas, “charlando” también de sus festejos.
La brisa y la alegría que se posó en estos días en los pueblos empiezan a disiparse, el trabajo espera y algunos ya partieron a sus casas de invierno. Silenciosas van quedando las puertas cerradas, con su cara lavada y ventanas remozadas.
El viento sigue ondeando la izada bandera. El relámpago de la venida se esconde tras los ojos del primer día y no se va tan fácilmente con esta partida. Los días que quedan de agosto siguen aireando esa presencia y todo lo que se ama renace con el recuerdo.


Aires con sabor rural, auténtico. Luz y sombra acogedora, movidas con la música infinita del corazón festivo, que juega a la alegría y al abrazo. Vacaciones que a la soledad dan esperanza y un futuro presente en la lontananza donde el eco retorna cada día. 

miércoles, 10 de agosto de 2016

EL SILENCIO DE LAS LETRAS

Chindas recupera la alegría de su ama
Tal vez, querido Chindas, alguno de nuestros lectores habituales hayan echado en falta ese diálogo-monólogo que tenemos tú y yo cada semana y que con gusto compartimos.

El teclado del ordenador ha guardado silencio, sus letras miraban expectantes las lágrimas que, cual cataratas improvisadas, rozaban las mejillas de tu ama. Cristalinas aguas que salían del escondite que las emanaba: una hernia discal de carácter complicado.

Como te digo, las palabras escritas paralizaron su lenguaje familiar, sólo nuestra mirada se cruzaba y abrazaba la amistad que nos une. Hoy de nuevo el arco iris ha roto el maleficio de la lluvia tormentosa e insaciable y luce sus colores dentro del espejismo de la risa.

Las manos expertas del neurocirujano  Dr. Antonio Luis Mostaza, de León, su paciencia laboriosa y profesionalidad reconocida, han hecho el “milagro” de la sonrisa. Con trato amable, sencillo, lleno de sensibilidad y cercanía dejó caer sobre el dolor el brote de la esperanza. En su especialidad de la columna vertebral, miró y analizó mis ayes, sus causas y con el mimo de su saber fue realizando el trabajo que me ha devuelto a la actividad diaria.

El agradecimiento, por muchas veces repetido, siempre es pequeño porque la aportación que hacen a la sociedad estos médicos vocacionales, especialistas en valorar los tormentosos sufrimientos enfermizos del ser humano e intentar paliarlos con su inteligencia puesta al servicio de los débiles, hace de esta profesión un digno capítulo de vida que merece ser resaltado y reconocido.

No puedo Dr. Mostaza por menos de insistir en esta página en darle las gracias de nuevo. Su mano en la mía abundó en esperanza y hoy siento su presión con la satisfacción de la amistad surgida. 


El esqueleto, mi esqueleto dañado, ha sido consolidado y una luz nueva llega de lontananza protegiendo su haz de la oscuridad de la aflicción, volviendo la calma al hogar y tú y yo, mi querido Chindas, seguiremos escuchando y compartiendo los ecos de la sociedad en que vivimos. Tus ojos grandes volverán a posarse en los míos mientras mi mano acaricia tu lomo.

jueves, 30 de junio de 2016

TRASTOCADA ESTÁ LA NOCHE…

Trastocada está la noche con su silencio de estrellas. Espiritoso vacío en la copa de la decepción. Romances al lado, de albores boreales. Trinos deteniendo el vuelo en las sombras rasantes de su esperanza.

Trastocada está la noche…

Inusitado desencanto en fecha señalada. El suelo pretendió tocar el cielo y las nubes detuvieron su ascensión. Nubes coloreadas por el entusiasmo retórico de cohetes desprovistos de fluorescencia que petaron su asiento en ellas. Anuncios de pirotecnia fumígena con protocolo de colorido y explosión de júbilo. Fiesta sin credibilidad para muchos, sin respuesta al tronío anunciado por otros tantos.

Trastocada está la noche…

Llega la mañana mostrando el rostro sensato del día, el camino en compañía que facilita la ruta del equilibrio; los árboles siguen siendo árboles con su trayectoria de oxigenar y dar sombra, de mirar el horizonte desde la atalaya de sus ramas, protegiendo al pajarillo que se posa en él e indicándole seguridad a su lado.

La luz, que tilda a la noche de oscura, opaca y sectaria, tampoco es tal, tiene la grandiosidad de la diferencia y el valor intrínseco del descanso y la belleza de las luminarias, en días de serena atmósfera. El contraste está en el objetivo que cada una se marca y la valoración que pretende empape de equilibrio el vivir cotidiano.

Rebrota el manantial en la llanura refrescando los pies del caminante, arroyuelos a su paso le hablan del buen camino que les espera si saben detenerse y limpiar sus aguas de malezas e insidiosas miradas de soslayo que corrompen.

Viajero, con alma de peregrino, sigue hacia adelante, contempla tus huellas mirando alguna vez hacia atrás y ve si siguen la ruta correcta, pero no te detengas, aporta tu pisada “haciendo camino” viable para los que te siguen.

Nueva etapa, sin revanchas ni resabios de contraposición; esfuerzo conjunto por mantener la dignidad del pueblo que ha hablado, pero que no es sordo a los ayes que desde la cuneta se oyen. Unidad, respondiendo con generosidad, interés y esfuerzo por remar en una misma dirección, salvando escollos juntos, apoyando nuestras manos en las débiles que se no tienden a diario.


Trastocada está la noche, herida y fría. Paloma mensajera sin laurel en el pico, aterriza, detén tu vuelo en la cabalgata que te llevará al arca de la esperanza.

jueves, 23 de junio de 2016

EL SOL

¿Sabes Chindas que según nuestro calendario ya estamos detenidos en la estación del verano? El viaje del tiempo ha sido tan raudo que apenas recordamos las otras paradas obligadas. El otoño con sus cobrizos paisajes o el invierno apenas vestido de blanco y la dulce primavera que nos regalaba flores a través de las ventanillas del departamento. Todo queda atrás y ahora el verano con la melena desmelenada de la euforia, del “destape”, añorando el agua de playas o piscinas, viene a incitarnos, a sonreír el murmullo callejero.

Verano y sol, pareja jocosa y festiva que pinta murales de placer con los trinos de los pájaros al amanecer, que regala el placer de pasear por alamedas, que dora la espiga y los cuerpos enseñando la salud que tersa la piel.

Sol del verano que apacienta los ánimos y a la vez los exalta, paradoja reflejada en el agua de los ríos. Cristalino espejo con fondo celeste y risas en movimiento camino del mar.
Luz que apabulla los suspiros enamorados de la naturaleza, descorriendo el velo de la noche para mostrar la hermosura de la aurora.

Estío que plagia los calores del corazón humano cuando ama locamente, cuando recrea la juventud en pandillas llenas de ilusiones. Las nubes intentan tapar el fuego del sol, sin éxito, merodeando el universo y llorando a veces perlas cristalinas y fugaces.

Sombras entremezcladas en las hojas brillantes de los árboles dan a la luz un protagonismo más rico en matices. Tormentas de verano, genio resentido y gris del paraíso celeste. Envidia latente de la claridad ajena.

Vivir quisiera sobre la nube que toca la luz en la altura y oculta la mirada aviesa de la tierra que se angosta cuando el sol se detiene en ella. Nuevamente contrasentidos de luces y sombras, de sequía y lluvia acelerada e hiriente. Verano con semblante festivo, serio, mohíno, galopante y aplanador.


Verano y sol, conjunto de prosa y poesía para suavizar los pasos de la vida.

jueves, 16 de junio de 2016

DESDE EL SILLÓN

Cómodamente sentados en el sillón de casa, querido Chindas, miles de españoles seguimos el Debate, sí con mayúsculas, porque los cuatro candidatos a la Presidencia del Gobierno estaban ahí con la sana intención de jugar con las cartas boca arriba.
¡Cuántos proyectos de futuro! ¡cuántos reproches! ¡cuántas intenciones intencionadas! y ¡cuánta esperanza derramada!
El buen porte de todos y esa higiene que hacía resplandecer el plató, sosegaba las dudas y equilibraba el desequilibrio de jornadas anteriores. Agresiva educación de alguno, serenidad de convencimiento de otros, latidos fuera del pecho tratando de dirigir la cuadriga a su terreno.
Sí Chindas, la política y el cotidiano vivir se alían y a la vez se enfrentan, se estrechan la mano derecha escondiendo la daga en la siniestra. Sin oposición del signo que sea, ésta carecería de vigor, se tornaría mandona y el ¡porque sí! arrasaría las ilusiones de la ciudadanía.
Vivir con la frente levantada, el cuerpo erguido y las manos laborando es el horizonte que todos deseamos.
Iluminados por el resplandor de la pantalla todo parece más fácil; entenderse sin acritud allana el camino de la concordia y facilita la posibilidad de seguir unidos aportando cada uno sus grandes o pequeñas ideas, para que se consolide la democracia y la unidad nacional.
Han pasado dos días y las opiniones periodísticas se visten de colores y pronósticos, el pueblo habla en silencio para llegar a las urnas respondiendo al canto de sirena de su líder, con la ilusión de levantar la copa de cava en el triunfo final.
Romper moldes, edificar sobre arenas movedizas, plantar césped artificial y regarlo con la sensación de pisar sobre un mundo nuevo lleno flores de plástico, porque el sol es antiguo y no se necesita para dar vida a las plantas.
Intentar salir de la injusticia social es loable, el darnos los buenos días con los vecinos es señal de convivencia sin heridas, el estudiar para servir es digno de elogio y el levantar el ánimo del enfermo con una asistencia digna es magnífico.
¿Dónde queda el dinero?, en el abierto abanico de actividades políticas es necesaria la moneda de cambio, pero mi querido Chindas, colocado éste en un lugar intermedio donde el egoísmo no le lustre tanto, que “se paralice” en bolsillos particulares, quedando su brillo opaco para los demás. Ya me entiendes.
Tiempo variable en las próximas semanas, el ganador renovando o intentando renovar, tirando papeles usados, limpiando por aquí y por allá los despachos, organizando la casa a su manera… y el país a la expectativa.
Paraguas nuevos para legislatura nueva, ilusión o desilusión en las filas de “mendigos” a sus puertas esperando igualdad de oportunidades. El jarrón roto habrá que restaurarlo para dar la imagen que conserva la belleza de lo antiguo, se dirá alguno.
Sin herir, educar; sin ofender, educar en valores. Sólo tomando en serio la educación de base, se lograrán los grandes objetivos de equilibrar España al completo.



jueves, 9 de junio de 2016

TRANSPARENCIA

Transparentes son las urnas que miran nuestras manos, desde su corazón vacío, al depositar el voto. Tras sus ojos claros queda nuestro deseo para ser contado, sumado. Voz callada, oculta en un sobre, que otros harán suya a la hora del recuento. Una gota en el conjunto pero decisiva, ¿irreflexiva?, tal vez, por la influencia verbal del candidato.

Corazones opacos, anochecidos por la injusticia social, quieren otorgar su confianza en quienes les endulzan el paladar con su cercanía. En esos líderes que, si alcanzan sus objetivos, adornarán sus salones con la copa del triunfo.

Transparencia renovada en el buen hacer del día siguiente y sucesivos es lo que todos queremos. Abnegación, lucha, trabajo real de esos políticos que están en la cresta de la ola ahora, a pesar de su constante movimiento giratorio, como la veleta, lleno de vientos ofensivos, señalando siempre el norte degradado del adversario, para que esa creencia en sus palabras fáciles den el resultado esperado por el pueblo.

Junio, con sus días soleados, con las tertulias en la solana, en las calles, amalgamando la amistad que retorna del invierno ciudadano en la multiplicidad de vivencias y pareceres políticos, armoniza la convivencia.

Tersura en el alma de quienes nos gobiernen a partir del próximo mes, sosiego para españoles deseosos de equilibrio y una patria unida para orgullo de todos.

Espera la espiga que el sol vista de galanura su cuerpo, el rocío bese cada mañana su despertar y la lluvia empape sus raíces de savia nueva para su maduración gozosa.

Urnas, elecciones, compás de espera. Pensemos con el poeta indio Rabindranaz Tagore “El pez es mudo en el agua; la bestia, ruidosa en la tierra; el pájaro, cantor en el aire. Pero el hombre tiene en sí la música del aire, el alboroto de la tierra y el silencio del mar.”


¿Con quién te identificas? Mira en tu interior y ¡vota!

jueves, 2 de junio de 2016

ARCHIVO MUNICIPAL

Querido Chindas

Hoy, gracias a la Diputación de Palencia y a su presidenta en concreto, que apoyó nuestro interés por volver a oír la voz de la historia de nuestro pueblo, somos en este día un poco más felices. El archivo municipal ha sido “restaurado” y luce con la claridad del trabajo esmerado y  profesional de la empresa GESTIARCHIVO. SL.

Con interés y minuciosidad, las manos expertas de Laura Escudero y Roberto Velasco han ido desgranando las semillas encapsuladas del ayer en nuevas carpetas. Historia adormecida en el desordenado olvido, en años incontables por la memoria descuidada de los sucesores de aquellos primeros albores.

Nuevas técnicas en paralelo con el papel ajado, dan protagonismo a esos retazos aletargados  de actuaciones municipales que marcaron un antes y un después en el cotidiano caminar de los ciudadanos.

Letras con señales marchitas, desgastadas por el tiempo de silencio, reciben el beso del aire que las tornan visibles. Con cálamo o plumilla entintada vistieron sus rasgos, dejando la huella del escribano, fiel testigo de los hechos enmarcados.

Los dos técnicos mencionados, como arqueólogos de las grafías encontradas, ponen en nuestras manos responsables los testimonios de aquellos que labraron su futuro, nuestro presente hoy, con la voluntad de mejorar su entorno en pro del bien común. El testimonio de aquellos ediles de seriedad castellana y honradez en el alma.

Mapas señalando horizontes y propiedades, lindes, términos con caminos rurales, hitos delimitando, protegiendo. Tras el papel entelado, olor a pan germinado en los campos.
Libros con pastas de cartón coloreado, sobrios y atrayentes, de contabilidad, de registros varios, llenan de abrazos ideados e idealizados. Salidos del desván de la desidia vuelven a la estantería nueva, al local creado para su custodia y estudio.

No sabemos qué sensación experimenta una paloma cuando se posa en la mano cálida de un niño, pero imaginamos que el mismo placer que estos técnicos del archivo cuando tocaban unos hechos escritos hace ¿siglos?. Dulzura y placer combinados con la paciencia y el interés de palpar la lontananza del tiempo. Trabajo que refocila y da plenitud a la vocación del orden y la memoria escrita. Estadísticas del insondable recreo del alma.

Héroes del reencuentro de la nueva época que amanece para estos papeles desgajados y ojos expectantes, de sonrisa esperanzada en un futuro de consulta ordenada, se afianzan en la inquietud del buen hacer de Pilar Rodríguez y Areños que desde su castillo vigía, han sido los motores de la iniciativa y emplazamiento final.


A todas/os, mil gracias desde el corazón soñador de un pueblo que se resiste a quedarse fuera de la cultura y el progreso. ¡Guauu…! 


viernes, 27 de mayo de 2016

LA AMAPOLA

¡Qué bonita es la amapola silvestre cuando ríe, qué fea cuando llora e inclina la cabeza y marchita queda! Acompañada de espigas, cardos, ramas secas o verdes, de amarilla colza y blancas margaritas, adorna, luce embellece. Corazón negro, rojo vestido de gala.

¡Qué bonita es la amapola cuando ríe, qué triste cuando llora!

Se detiene el viento a su lado, mira y admira su efímera belleza; callada espera mientras cimbrea su cuerpo y el aliento se despide de la mano que la toca.

Rodeada de botones, hijos que adornan su falda, a su lado permanecen, a su lado sangran el color de la vida esperando que se abra. Flor de campos, laderas, rusticas fachadas o descampados son sus dominios; su jarrón de primavera.

Amapola, patria mía, sin sonrisa nada eres; tu luz acalorada evapora los sueños si arranca la noche de tu vivir suspirando galanura. Tú eres sosiego si sosegar te dejan, eres paladar de la vista bordeando el horizonte, el camino o la acera de tu casa, rural, sencilla, dando paz al visitante.

Convulso está el trotar de quienes con segar amenazan, “limpiar” de impureza las calles, arrebatar las raíces, allanar los quebrantos. Tierra sin lodo es imposible si la lluvia la visita, si el polvo en las casas anida. Nadie habla ni acompaña el educar en valores, en restaurar lo roto sin desechar la esencia del ser respetando, añadiendo no restando.

Tus deseos, mis deseos, pacificar quieren el nostálgico silencio de la espera. El campo de batalla del poder cierne de gris el cielo, se atrinchera anhelando la conquista del poder.

En silencio la amapola mira la noche cerrada, apagada la sonrisa, encapsulada el alma. Entre los pétalos, la esperanza.

El insolente sueña con dominar, el pacífico en compartir y el político de buena voluntad ¿con qué sueña?  A los que sólo nos toca esperar que las voces y discursos se callen, sigamos como las amapolas, dando color a la vida sin reparar que los cardos tienen pinchos y a nuestro lado florecen, conviviendo no hacen daño si el respeto riega también sus raíces.


Amapola, lección escrita en los campos.



jueves, 19 de mayo de 2016

EL DOLOR DEL DOLOR

Dolorido está el dolor por su reciente caída. ¿Qué es el cuerpo sino dolor vestido de rosas algunos días?

Tropiezan los pies y cae en brazos del suelo la torpe naturaleza que a los años pone vetos y a la mente incongruencia. Por dentro no se envejece pero por fuera… reflejos faltan. Cual saeta lanzada con fuerza en la diana acierta y el dolor agudo del dardo penetra, hiere y humedece las mejillas del disco que sin esperar recibe la dolencia.

Se hace lento el caminar llevando las muletas, una de esfuerzo y otra de voluntad; la cabeza levantada y la sonrisa presta. Sigue el dolor en el refugio metido y asomando con ayes, de vez en cuando, intenta pasar desapercibido, pero ¡ay! de nuevo tortura la desventurada zona que grita hacia dentro para amortiguar su duelo.

San Isidro tan feliz sale a bendecir el campo y el hisopo de mis desvelos rocía la verde y fértil tierra ajeno a que, por su culpa, tenga el tropiezo de amigo. Dolor de dolor callado por sufrir se hace enemigo ¿seremos algún día amigos y no vivir enojados? Realidad tierra campera, la de soledades y entusiasmos, la de arada y siega, la de eriales y prados. A los pies del Santo las lilas de mayo esparcen su aroma recreando al aire, mientras los pájaros gorjean y despiertan al amanecer con el primer canto del gallo.

Pastillas de colores agradables, al desayuno empiezan a ser parte de mi parte, acompañan sus ¡buenos días! calmando y a fuer de ser constantes, amainan el vendaval del dolor por un rato. Buscan refuerzos a mediodía y a la noche para que el sueño palíe los desvelos de los huesos.

Dolor del dolor que se auto invita a la fiesta del vivir y es marginado por su carácter cruel, por su inoportuna presencia. Las obras ya se terminan, el andamio es retirado y mi imprudencia castigada, los vecinos admiran el trabajo y regocijan de veras de la renovación lograda.

Cántico, pues, al buen hacer de las manos artesanas. Archivolta una vez más, deja su huella profesional en la piedra que perpetuará la historia, nuestra historia local.


Esfuerzo, arte y dolor, unidos en el entusiasmo de mejorar nuestro entorno. Jardín de ilusiones al alcance de las manos. Mariposas azules libando las flores que sobre los balcones penden y zumbidos de abejas defendiendo su despensa. Poesía de luces y sombra.