jueves, 29 de agosto de 2013

EL SENDERO DE LOS PASOS DESNUDOS

Amigo Chindas, caen en mis manos unos apuntes que hice allá por los años 50 y tantos en Ecuador y no me resisto a que valores aquella bella experiencia.
Con el guagua (bebé) a la espalda, la pollera limpia de vistoso colorido y la trenza de pelo oscuro sobre un hombro, baja la cholita al mercado. Las manos siempre activas van tejiendo con maestría un sombrero de jipijapa; acabado éste lo coloca sobre la cabeza, luego el siguiente y así hasta llegar al mercado de la ciudad de Cuenca.
Belleza cotidiana repintada en la línea del sendero cada semana. Pasos desnudos, ligeros cual pajarillos picoteando el grano esparcido por el camino, la van acercando a su meta. Aflojando el rebozo con el que sostiene al niño a su espalda, se sienta entre hierbas y guijarros para amamantarlo. Serenidad plasmada de eterno amanecer, sabor a madre del universo expectante.
El mercado en la ciudad es un parque natural de flores en movimiento. Faldas multicolores, sombreros, ponchos, frutas y la voz cantarina que se entremezcla forman un lujoso paisaje para el visitante.
Cuando la tarde va recogiendo los tules del día y la distancia al hogar hace necesario emprender el regreso, la indita atrapa de nuevo a su hijo en la cobija o rebozo colocando a su lado un compañero de viaje; a buscarle bajó hoy al mercado.
Antes de iniciar la subida al monte donde vive, pasa por la iglesia a dar gracias a “Diosito” y allí me sorprendo. Sí, delante de mí, a espaldas de esa señora, dos “caritas” me miran cómodamente instaladas en su “cuna” de viaje. Junto al infante, un chanchito semidormido gruñe por lo bajo. Al lado, junto al banco del templo, un devoto coloca su bicicleta cerca de él. En mi interior suenan campanillas de alabanza y miro perpleja la naturalidad de estos hechos.
Maravillosa provincia la de Azuay en el interior de Ecuador, en ella he descubierto pasos increíbles en el sendero inimaginable de la vida. Rostros soleados de rosáceas mejillas, de mirada inquisidora esperando un saludo, una frase, para responder con una sonrisa llena de apertura y cercanía. Admiro una vez más el traje andino de la mujer. Tres faldas o polleras también llamadas anaco, de paño bien urdido y con variados dibujos y tintes son las sayas de obligado uso. Un corpiño con camisola debajo y el inconfundibles tocado, un sombrero de paja. Calza artesanas zapatillas, algún día quizá fueron nuevas. Maravillosos recuerdos.

No te canso más Chindas, si quieres otro día volvemos a abrir este cuaderno de viaje, ¿te gusta?

jueves, 22 de agosto de 2013

EL PIAR DE LAS FLORES

Chindas, hace mucho que la fantasía que adorna la vida está encerrada en la cápsula del infinito; encadenada por el sol que anda en libertad a sus anchas, quemando parajes de inigualable belleza, y nuestras charlas se han hecho eco de acontecimientos extrapolados a este sentir.
Abramos hoy esa cerrazón y respiremos el aroma que pía al unísono con los pájaros sus romances veraniegos. Cae agosto con pesadumbre en el calendario mientras los tapiales retienen su letargo abrasador. Las surfínias, absorbida su savia azul, empiezan a decaer en lozanía y un leve clamor se escucha al observar las fachadas de las que penden.
Oye, mi buen perro, el cuitado silencio de su fragancia, ese quejido de luces variopintas oscilando como equilibristas a punto de perder su pértiga. Remembranza de primavera a punto de callar, de adentrarse en el gran silencio.
Las vacaciones laborales empiezan a escuchar el gong del retorno, y sumisos, con la cara fresca y airosa por el descanso, lucen su mejor sonrisa a los reencuentros. Atrás quedan esos riegos vespertinos al jardín, ese respirar profundo de la paz en el pueblo con olor a jazmines. En ese silencio de la noche el corazón late expectante al leve murmullo que desde la ventana abierta llega. Es el piar de las flores que no duermen, es su despedida; al lado un capullo rojo renace en el rosal que mira a las flores azules de la alcachofa. Las hojas, primas de las de acanto, abrazan al espinoso tallo sin herirse.

            Adiós dueños de vacaciones recreadas, / adiós a la alegría de vuestra admiración por mi belleza./ Flor de un día soy a vuestro lado,/ sola quedo tras la puerta cerrada/, oid en la distancia mi gemido perfumado y volved a dar alas a mi efímero existir./

viernes, 16 de agosto de 2013

GIBRALTAR

El Peñón de Gibraltar, desde
La Línea de la Concepción
Piedra dolorosa en la vesícula de España. Sedimentación de enemistad guerrera, de años sin decisión para extirpar definitivamente la lacra de un colonialismo que no respeta los acuerdos. ¡Hasta cuando ese sin vivir de nativos y foráneos!.
Finas fibras de tejidos invisibles envuelven ese cálculo pétreo con rivalidades que enfiebran a nuestro país y envalentonan al inglés colonizador.
Mares que sostienen y mecen barcos expectantes; aguas que lamen con avidez la fortaleza de ambas partes y en la orilla sombreada por el Peñón, los ciudadanos de a pie respiran la inseguridad de su trabajo.
Gibraltar, punto de encuentro y desencuentro, guerras que sacrificaron familias, que se adueñaron del pacífico vivir de sus gentes; que con el Tratado de Utrech volvió a lucir un sol mediterráneo que auguraba armonía. 300 años han marcado el devenir de esta roca con sus límites aceptados, pero los nuevos ciudadanos ingleses, tan caballerosos ellos, han perdido las formas en pro de su ambicioso afán lucrativo.
Aguas jurisdiccionales saqueadas. El bastón inglés ha sido incrustado en las simas hiriendo  la belleza del paladar acuático. Pesqueros con su bandera roja y gualda están sumidos en el ocaso del sol esperando un amanecer que permita vestir sus redes de plateado brillante.
La política de ambos países negocia, una defendiendo el acuerdo a respetar entre “caballeros” y la otra parte haciendo caso omiso a un Tratado tan lejano... Mientras, el mundo mira sus miserias desde la óptica de la amistad o simpatía a uno u otro contendiente. Desde el interior de nuestro país y con la perspectiva simple que nos rodea, soñamos con una solución que eleve nuestra autoestima y si esa piedra vesicular es nuestra, que cuando acabe la operación “nos la entreguen”, la conservaremos para recordar lo que ha provocado tal desacierto y asegurarnos en lo sucesivo que los pactos sólo deben hacerse entre personas “nobles” de verdad, que haberlos, hay .

            
Peñón que al cielo miras altanero,/ peñón que asientas tus posaderas en tierra hispana,/ defiende tus raíces ibéricas y muéstrate orgulloso de ser español/ aunque en inglés manoseen tus entrañas.

NOTA.- Un ligero "percance" sanitario de mi dueña, ha retrasado un día esta publicación.

jueves, 8 de agosto de 2013

FESTEJOS

Fiestas de San Miguel 2012
Vamos Chindas, no seas zalamero conmigo porque tu socio está enojado contigo; te escapas de casa y ahora, en verano, hay niños en la calle y “veraneantes” a los que les dan miedo los perros, tienes que comprender que la libertad tiene que ser usada sin perjudicar a otros.
Los días 2, 3 y 4 de este mes hemos celebrado en Requena la fiesta patronal de San Miguel que, como todo Arcángel que se precie, es movible como su festividad.
El calendario de nuestro pueblo ha puesto alas al 29 de septiembre y  le ha arrebatado esa fecha para  que los hijos del pueblo, ausentes todo el año, puedan gozar de sus recuerdos en vivo y en directo.
El sol de estos días enarbola sus rayos para calentar los ánimos. Las espigas ya entregaron su grano generoso al sudor campesino y en la vecindad se respira el murmullo de esos días festivos.
Los baúles vuelven a acoger en su seno los trajes que en ellos son conservados y por unas horas, han sido aireados con ese aire “regional” que tanto favorece a mozas y chiquillos.
En vísperas del esos desfiles y folclore, esas arcas o baúles se sobresaltaron al oír mover sus cerraduras; las bisagras crujieron de placer al poder abrir su alma y, en el encierro, las sayas sintieron al alivio de volar si pesos añadidos a su adormilado yacer. Atrás quedó su letargo de años, una nueva generación vuelve a sentir el placer de vestir esa moda añeja de las bisabuelas con sus chambras empuntilladas y sus corpiños de terciopelo.
Procesión con el estandarte de San Miguel y celebración siguiente de la Asociación Santa Ana con el “nieto” llevado en andas doradas. Una talla del Niño Jesús engalanado para la ocasión, daba su bendición a todas las abuelas con su mirada llena de infantil dulzura rodeado de pequeños, vestidos con manteos rojos, color dominante del cariño.
Un año más Requena ha conmemorado con unidad y armonía sus festejos anuales. Tanguilla, bailes, magia, disfraces... complementos de una fiesta en la que las familias honran al santo con sencillez, esta vez acompañándonos otra Asociación vecina, la de Santa Mª de la Cabeza de Marcilla que, con  su presencia y atuendo típico, realzaron la proximidad de la amistad que comparte la alegría entre estos colectivos pequeños. Gracias por ello.

A San Miguel nuestro patrón
luchador contra el mal, le pedimos sin cesar
que a nuestro lado esté templando el acero de la Fe
para vencer toda adversidad. 
(cántico popular).

jueves, 1 de agosto de 2013

EL COPAGO UNIVERSITARIO

Fachada de la Universidad de Valladolid
En la vida conocer, sentir, querer y actuar es un continuo aprendizaje. En  verano hay más personal y movimiento en el pueblo y mi corral se llena de personas que me son ajenas o apenas reconozco. ¿Qué voy a hacer? ¿ladrar para que sepan que estoy aquí y éste es mi territorio? Así lo he hecho y mi socio ha cogido un rebote supino encerrándome en mi parcela del corral y diciéndome que no se ladra a los amigos.
Ya más tranquilos, hablamos de que es preciso aprender cuando surgen nuevas situaciones. En la educación está la vía para conseguir un más pleno desarrollo personal y una sociedad más justa y solidaria.
Por eso las sociedades modernas ponen un gran esfuerzo en la formación, tanto de personal como de medios.
En concreto, en España existe la universidad pública y la forma de financiarla es el copago. Una buena parte del gasto lo asume el Estado y la otra el estudiante con la matrícula que es una parte considerablemente menor que la del gasto público.
Detrás de esto está la convicción aceptada por la comunidad de que no es posible una sociedad próspera sino es una sociedad del conocimiento; que no se pueden desperdiciar capacidades; y que la solidaridad comienza por la igualdad de oportunidades.
Pues he aquí que la nueva ley Wert, a los que no tienen posibilidades económicas para costear la matrícula, les pide condiciones especiales para gozar de la beca y del puesto universitario que paga básicamente el estado.
Consecuencia: los que sí pueden y tienen más recursos económicos siguen disponiendo de la financiación pública con menos exigencias, y se invocan problemas de crisis y falta de dotación para esta solución.
Se recorta, pues, al que no tiene y al que tiene se le da. Así la sociedad del conocimiento se reduce a los que tienen capacidad financiera, se pierden sujetos capaces y la solidaridad se ejerce con quienes la necesitan en menor grado.

Váyase señor Wert y acólitos; habrá que encerrarlos en un rincón del corral y abroncarles para que aprendan, como hacen conmigo.