Los medios se hacen
eco de fabulosos espacios imaginados y creados en pro de la cultura. Lugares
para contemplar por el itinerante paso turístico, para valorar la boyante
economía de la ciudad y para, en letra pequeña, ser usados por unos pocos. Esta
es la muestra que nos han ofrecido.
Si la cultura es el
arte del saber y la ciencia la expresión y habilidad de esos conocimientos,
¿porqué enclaustrar la misma? Es cierto que admirar algo bello y a la vez útil
es una forma de enseñanza recibida y bueno es recrearse en el arte creado y
aprender a tener buen gusto. Grandes edificios vacíos dan placer a la vista y
engrandecen el entorno pero sin utilidad no son más que oropel fuera y soledad
dentro.
Amigo Chindas yo entiendo
la cultura como algo más profundo en la formación humana, es la sensibilidad
del arte, la educación social, la enseñanza en valores, la investigación, el
saber empírico de unos al servicio de todos.
Gotas de rocío
impartidas en escuelas son el néctar que perdura en un país ávido de respirar
el bienestar de la sabiduría, de la prudencia, del progreso. Universidades sí,
que a todos llegue la oportunidad de aprender según sus inquietudes para poder
pasar el testigo a otras generaciones. Bibliotecas sí, aunque no sean macro,
llenas de volúmenes ignorados; que a todos llegue el regalo con la gratuidad de
la magnitud del pensamiento humano.
La biblioteca
ambulante que recorre nuestra provincia con el llamado Bibliobús es un ejemplo de expansión y bondad de esa
cultura que acerca a grandes pensadores de la historia. Como decimos en nuestro
libro “Donde la soledad se viste de luz” al respecto: “magnifica excursión es
ésta que a los autores lleva desde la ciudad a la aldea. Tertulias literarias
en movimiento. Revisando los saberes que en el interior están, nos presenta y
saludamos de tú a tú a Homero, Séneca, Garcilaso, Delibes o San Juan...
Confianza de cultura que no margina jamás.
Novelas escritas
con cálamo entintado, fantasía, misterio e intriga, temas sociales escondidos
en el ramaje ficticio para ser descifrados en el interior de uno mismo. Arte,
Historia, Filosofía, Literatura al alcance de la mano.”
Termino haciendo un
canto a esta Cultura cercana mientras observo las estanterías de este autobús
lector. “Coquetería de libros acicalados/ encorbatados/ sus ojos buscan mis
ojos/ su hombro desnudo enseñan/ incitando a mis manos para deshojarse en
ellas.” ( del mismo libro).