sábado, 24 de febrero de 2018

LA INDUSTRIA DEL JUEGO

Amigos, como bien sabéis tengo adicción a la caza del gato. Más de una vez me ha tenido que atrapar mi socio debajo de un árbol saltando descontrolado, queriendo coger a un pobre gato que tiembla en una rama demasiado alta para mi.

También los hombres tienen sus adicciones. En estos días ha hablado el gobierno sobre la estrategia  sobre drogas y las nuevas adicciones que incluye, en concreto la adicción al juego y las adicciones a usar tecnologías que las propician.

Hace también pocas fechas, un Consejero de la Junta de Castilla y León se pronunciaba entusiasmado por la industria del juego mostrando su importancia y los miles de puestos de trabajo que había creado en la comunidad.

Parecía hablar de una nueva Ley del Juego que facilitaría la puesta en marcha de los establecimientos evitando los largos procesos y exceso de burocracia. Al Consejero se le veía ilusionado con la ley que se iba a llevar a cabo, como yo lo estaría si me permitiesen el ejercicio libre y fácil de la caza del gato.

Tienen las personas una inclinación irracional por la suerte, porque les produce sensaciones angustiosamente excitantes pero satisfactorias y por eso juegan a la lotería, a las apuestas deportivas, a juegos de cartas y ahora a los juegos on line. De esta tendencia se aprovechan empresas y haciendas nacionales y autonómicas para engordar sus ingresos.

El juego está bien si la inclinación no se descontrola produciendo placer, si no hay estafas y crea puestos de trabajo. Pero también es cierto que puede crear una adicción que domina al individuo y se hace patológica.

Esta enfermedad destruye a la persona, perjudica el empleo, rompe familias y a la larga causa más destrucción económica que la generación de empresas y puestos de trabajo de los que hablaba el Consejero.

Si se va a crear una nueva ley del juego que puede proporcionar seguridad a las empresa , creación de puestos de trabajo, e ingreso por los tributos, también debe tenerse en cuenta el juego entre menores, la publicidad fascinante que empuja a jugar a personas propensas a la adicción, el tratamiento de los ludópatas, la gestión y ayudas a los centros y asociaciones que buscan la  recuperación del adicto.

Sr Consejero no piense solo en lo que decía en su intervención ante los medios de comunicación.
Miles de afectados, personas que sufren la enfermedad y sus familias, se han Federado en Castilla y León y necesitan ser tenidos en cuenta y ser consultados. Hay técnicos en universidades y profesionales como psicólogos, psiquiatras, economistas, etc cuyos saberes hay que tener en cuenta.

La Ley la propone la Junta y se discute, modifica y aprueba en las Cortes donde están nuestros representantes. Es necesario que Junta y Cortes se abran a la sociedad, hablen con los afectados y sus organizaciones, y a los capacitados de la sociedad civil.


Yo sé que no se puede dar normas sobre la caza de gatos teniendo en cuenta solo a los perros, ya que también hay dueños de gatos. 

jueves, 8 de febrero de 2018

¿INDEPENDENTISTAS?

   
     Entre mis socios y yo no existe el anhelo de independencia de la comunidad que hemos formado y menos de ruptura o separación, anhelo que sí sienten, parece, muchos catalanes.

  Si la primera palabra del discurso, el primer concepto, es inadecuada, el resto del mismo será posiblemente inadecuado.

    La primera palabra con la que se autodefinen los separatistas del catalanismo es “independentistas” y ya todos empleamos el mismo término. Pero ¿realmente lo son?

   La palabra independentista se aplica al defensor o luchador por la independencia y requiere que haya una dependencia o sometimiento a otro o a otros. En el campo de los pueblos o de los estados, se da cuando uno de ellos es colonia o está sujeto a un dominio extranjero.

   Pero, por más que lo prediquen, Cataluña no es colonia ni está sometida a España. Es España. Y lo es tanto por una larga sucesión de acontecimientos históricos, como por la voluntad democrática de formar una nación con una norma constitucional aprobada por todos, también por los catalanes, y en ella España es una unidad nacional libre y democrática.

  ¿Qué independencia quieren si no hay dependencia?

  Más adecuado será hablar de ruptura, separación, secesión.

 No pueden invocar el derecho de autodeterminación cuando están voluntariamente formando la comunidad española. No revindiquen una libertad que han ejercido y que tienen.

  Más proponer la ruptura, la separación, sí es posible aunque lamentable. Para llegar a ella habrá que conseguir un acuerdo de todos para reformar la Constitución y, una vez conseguida la reforma, habrá que acordar el porcentaje de votos que permitan la separación y el reparto de bienes y obligaciones.

  La ruptura unilateral es un crimen deleznable que rehúsa toda obligación y responsabilidad y una quimera imposible en un mundo cada vez más globalizado. ¿Qué país ha aprobado su proclamación de independencia?


  Si el primer concepto del discurso separatista es inadecuado llamando independencia a lo que es ruptura, todo género de mentiras y tergiversaciones se hace manejable y sugerente en boca de los demagogos, unos sabiendo que mienten; otros, candorosos, ilusionados en las bellas palabras.

jueves, 1 de febrero de 2018

CUESTIÓN POLÍTICA

Hace semanas que no estamos en el blog pero volvemos con la alegría del reencuentro con los lectores.
Como en Cataluña, tenemos un problema, tal vez político, de convivencia con Chindas.
Es voz muy común y en boca de políticos de diferentes tendencias que el problema del separatismo catalán es una cuestión política y como tal ha de resolverse.
El que el Gobierno aplique el artículo 155 de la Constitución y el que el Poder Judicial haya encarcelado preventivamente a determinadas personas, para el separatismo, es ilegítimo pues problemas políticos requieren soluciones políticas; y para sectores constitucionalistas, es un fracaso político.
Sin embargo pensamos que las ideas deben quedar claras.
Cuestiones políticas hay muchísimas, todas las que atañen a la organización y funcionamiento de la nación, como son todo lo que se refiere a la autoridad pública, a la educación, a la sanidad, a la justicia, al orden público, a los ingresos y gastos públicos y a otras muchas cuestiones menores, por ejemplo, al tráfico.
Estas cuestiones admiten diferentes posturas que, en democracia, gozan de libertad de opinión y se resuelven dialogando, fundamentalmente en el Parlamento; y a llegar a un acuerdo mayoritario se convierten en norma o ley de obligado cumplimiento.
Por ejemplo, el impuesto de sucesiones puede admitir posturas diferentes pero aprobado en el Parlamento es de obligado cumplimiento, y si alguien no paga, comete una ilegalidad, y la autoridad o la justicia actuarán en consecuencia.
Lo mismo pasa con las posturas separatistas que opinan que lo mejor es salirse de la nación donde están. Pueden opinar libremente y defender el cambio constitucional, pero mientas ésta no se reforme es de obligado cumplimiento la unidad nacional y el proclamar la separación y tomar decisiones que ayuden a la separación es delito.
¿Qué se cree que son los que conjuran para obrar contra la ley constitucional antes de cambiarla?
La manía de proclamar que el separatismo es una cuestión política y que se resuelve con el diálogo es una de esas patrañas de ciertos políticos para justificar lo injustificable. A veces la población piensa "postura de políticos".
En este sentido se puede decir que no hay presos políticos sino políticos presos "muy políticos".