jueves, 25 de septiembre de 2014

LA ESTACIÓN DEL CUMPLEAÑOS EN EL PUEBLO

          Con paso lento y festivo el otoño canta al frío de la tarde y comienza a felicitar a la edad que dejó atrás a la juventud en la carrera de la vida dedicándola tres meses de soles, lluvias y de esos atardeceres coloristas que embargan el alma.
           Otoño de luces irisadas en las tormentas que lavan las calles; besos pegados a los cristales que miran hacia adentro y hacia afuera. Arco iris abrazado al recuerdo de la vitalidad del verano lleno de risas infantiles, de juventud que pasea con serena calma y regresa a la casa de los abuelos a degustar los manjares de su niñez, a la conversación en la mesa en la que todos caben y charlan con armonía.
          Otoño, estación sin apeadero, sólo abierto en las vacaciones como parada obligatoria del tren de los quereres más puros. Puertas abiertas de brazos extendidos ¡al fin! tras nueve meses de esperanza y soledad revestidas.
           Preludio del invierno que atavía con la chaquetilla de lana las tardes y comenta con las vecinas el cambio del tiempo que acentúa ese reuma remolón que se detiene haciendo lento el caminar cuando se sale a la compra. Años cumplidos con abundancia en estos pueblos longevos que ven pasar los días con el ayer en sus páginas como una prensa atrasada a la que por curiosidad vuelves a ojear alguna noticia que resalta la portada.
            Belleza de campos a medio labrar preparándolos para la siembra. Ramas secas de plantas que también se van o se esconden al paso del arado para resurgir allá cuando la primavera las llame a decorar el paisaje. Estaciones del año que cada una trae consigo la mirada limpia que el cielo depara a cada humano que sabe valorarlas proindiviso.
            Hoy en que el corazón se funde en el gozo de un día otoñal con sabor a miel, mi fiel Chindas ha borrado la sonrisa de nuestra casa capturando sin piedad a nuestra otra mascota "Chispita", la gatita más cariñosa y zalamera de las que existen, mandándola al otro mundo y dejando a sus dos crías de un mes a la merced del biberón con el que intentamos alimentarles.

      Otoño primerizo en estos días,/ lumbre con brasas que calientan,/ tarde que cae tempranamente,/ esperanza blanca en lontananza y luminaria de flores en la próxima venida... 

viernes, 19 de septiembre de 2014

EDADES DEL HOMBRE: EUCHARISTIA

         Chindas, acabamos de llegar de Aranda de Duero los miembros del CIT (Centro de iniciativas turísticas) de Frómista y, con ese cansancio propio que la larga edad acumula, me pongo a relatarte el gozoso día que hemos pasado y degustado.
            El marco elegido para la exposición es fantástico, pasar por el arco plateresco de la iglesia de Sta María la Real, con la gran belleza de sus bajo relieves y esculturas bien conservadas de piedra, en su día policromadas de la fachada, ya en sí es un lujo al alcance del visitante.
         Con pisadas apenas audibles "Eucharistía" por boca de la guía empezaba su catequesis.                   
           Abríanse los oídos y los ojos a las obras maestras del apostolado de épocas pasadas y actuales, y poco a poco el alma se ha ido adaptando a la belleza de la fe expresada en imágenes.
            Algo tan rutinario para los creyentes como es saber a Cristo en el pan consagrado, aquí diría yo que el arte lo hace oración, curiosidad y remusguillo de fe dormida. Cuadro a cuadro, imagen dolorida o madre tabernáculo como esa magnífica talla de la Virgen de la Expectación de Megeces (Valladolid), seno abierto a la luz, Dios engendrado en humana naturaleza, llaman a saborear la luz que emanan a nuestro paso.
          Pan y vino, trabajo y evocación de aquella última cena que instituye la eucaristía como símbolo y signo de permanencia del amigo entre nosotros. Pasará la lluvia, la tormenta, el calor , la desgracia, el dolor, la soledad y la tristeza rozando nuestra puerta pero Él se detendrá y se detiene siempre en el quicial hasta que abramos la puerta esperando pasar a nuestros hogares para compartir todos esos "males" y aliviar esos sentimientos de pesadumbre.
           Edades del Hombre, una edición que ha alcanzado la madurez con sencillez y elegancia en Aranda de Duero. Tema y armonía de las obras elegidas. Castilla y León posee la cultura del arte religioso a raudales. Imagineros insignes con huellas de expresión inigualable que al hacerse itinerantes traspasan los muros de la privacidad local y levantan el vuelo de los visitantes a la altura de su magnífico legado.
          Chindas, esta ha sido la parte central de nuestro destino turístico pero también visitamos la fábrica de leche Pascual, un complejo industrial que anonada su actividad diaria, riqueza de empleo de la zona. Y, como toda excursión que se precie, hemos visitado la ciudad, saboreado la paz festiva de un pueblo que atesora sencillez y trato amable en sus gentes; paseamos con ese sosiego que da la convivencia de los compañeros de aventura y juntos comentamos el placer de este día lleno de sabor cultural y entrañable amistad.

            Una vez más agradecemos a la directiva del CIT de Frómista su acierto en el programa de este evento y desde Requena valoramos esta iniciativa que une y como dice el poeta Fernández Nieto: "Un día como tantos se levanta el sol y desayuna entre las flores/ y el aire se endominga como un niño que va a estrenar un nuevo pensamiento. Un día el pueblo va repartiendo almendras y canciones/ y madruga su amor alegremente/ para dar la sensación de estar vivo.”

viernes, 12 de septiembre de 2014

EL DUENDE DE LOS SUEÑOS....


Retablo de la Iglesia de San Miguel
            Cuando los ojos se habitúan a lo cotidiano opaco y a la lamentación que le sigue, la inactividad se acrecienta y esa flojera, tan humana como torpe, se apodera de los deseos trastocando su poder creador o reparador.
            El perfume de las ideas, de pronto, invade la sala del alma y pone en marcha la ilusión, la búsqueda, la comunicación, el altruismo y el remolino que el duende de los sueños levanta a su paso obra la maravilla de la acción en grupo.
            Horas lentas que miran, observan, sienten, cantan al color y la risa del placer escondido en las obras que esperan pacientes la caricia del pincel.
            Equipo fraguado en la amistad veterana en años y joven en la disponibilidad, achaques que amainan sus dolencias en la tarea encomendada. Velos cubriendo ese ¡ay! del reuma o la torpeza de la artrosis. Bata blanca señalando compromiso y responsabilidad. Saetas del reloj quietas, mudas para no entorpecer el trabajo.
            Letanías de ángeles escondidos en el trascoro, con algo de envidia tal vez de no tener una presencia real para unirse al quehacer reparador en siglos abandonado.
        Idas y venidas como ardilla en su paraíso de árboles y vegetación. Maderas nobles atormentadas por xilófagos y polvo del camino..., catequesis de antaño, rincones de oración y súplica, estáticas, de mirada clara y profunda esperando...
            El campanario con su mudo proceder suena hoy a gloria en nuestro pueblo, su tañido sigue el largo silencio de la soledad de acontecimientos, pero si nuestra mirada se detiene en el bronce de sus alas, un destello nos devuelve su presencia. Hoy no llora por quienes se van dejando el eco de su voz a su lado "eterno", hoy nos mira desde su atalaya rodeado de palomas y hace que levanten el vuelo para ser mensajeras del sentimiento profundo que anida en su corazón de metal por haber arrebatado al olvido, el interior que preside la convivencia "sagrada" de esta población sencilla pero generosa.

            Duende de los sueños, gracias por vivir estos meses azuzando la voluntad de nuestras manos y, aparcando temores, nos has dirigido al éxito esperado.

jueves, 4 de septiembre de 2014

DESPEDIDA A NUESTRO CURA PÁRROCO

                          
      Ayer, último día de agosto, se despidió de nuestra parroquia D. Jesús Manuel Herreros Recio. Con sentido poético y entrañable comenzó su despedida, al finalizar la misa, con ese gran poema de Machado: "Caminante no hay camino". Todo pasa y todo queda/ pero lo nuestro es pasar/ pasar haciendo caminos/ caminos sobre la mar./     
        Durante dos años exactamente ha sido nuestro compañero de viaje en este peregrinar, ha compartido la amistad sincera de los vecinos, sus vicisitudes, sus inquietudes y su soledad. Ha llenado de cánticos las celebraciones litúrgicas para dinamizar los espíritus decaídos y dar un sentido más colectivo a la oración.
            Su tiempo dominical ha sido un tiempo de compañía, de caminar con todos y cada uno facilitando esa ruta de espiritualidad que allana esos caminos sobre la mar, en este caso diremos que  sobre el mar de Castilla, Campos concretamente.
            Besó como despedida la pila bautismal donde la mayoría fuimos bautizados para animarnos a no perder esa fe que nos legaron nuestros padres. Un gesto entrañable y simbólico.
            Cuando un sacerdote se hace próximo y muestra su calidad humana con una sonrisa siempre a punto, algo se mueve en el alma que eleva y aparca esas dudas religiosas que a muchos retrae o juzgan. ¡Curas así se necesitan en esta Iglesia que parece empieza a entender que el Evangelio es acogida y no rechazo para obtener un trozo de verdad del amor del Dios-Creador en nuestro destino final!
            D. Jesús Manuel, desde nuestro mini-pueblo, le damos las gracias por su tiempo y dedicación. Las obras del templo van saliendo adelante con su afán de sostenibilidad de este patrimonio que tenemos y dignidad que merece un templo religioso.
            Terminamos esta pequeña reseña con Isaías 52: " Dichosos los pies del mensajero que llevan a anunciar la Buena Nueva..." Esperamos siga en su nuevo destino en su línea de hacer el bien con la sencillez que le caracteriza.
            De nuevo y por escrito le damos otro aplauso y su huella permanecerá con agrado en todos los que hemos tenido el placer de conocerle y tratarle. Deseamos que su madre tenga el orgullo de leer nuestro afecto a través de estas líneas. ¡Enhorabuena señora por tener un hijo así!