jueves, 9 de diciembre de 2010

Evaluación ilusionante

Ha nevado. Es la primera vez que experimento este fenómeno. Primera excursión con nieve. Salimos por la carretera de Marcilla. Está despejada y sin un solo vehículo. Mi socio advierte que no salgo de la carretera y pronto la abandona cogiendo el camino de la Mochuela que está nevado. Le acompaño, de momento a su lado, pero poco a poco tomo confianza, husmeo en sus márgenes, penetro en los campos, recorro el entorno. Es estupendo. Un milano vuela majestuosamente a poca altura sobre nuestras cabezas. Me he alejado de mi socio y descubro una bandada de pájaros que reposa en el la nieve. Emprendo frenética carrera. Aturdidos y con los músculos ateridos apenas elevan el vuelo, van y tornan, posándose a veces. Me he quedado sentado, observando cómo pasan repetidamente ante mis narices. Mi socio ha dado la vuelta, retorna al pueblo. Con largas zancadas me pongo a su lado. Evaluamos los nuevos aprendizajes. Estamos satisfechos. Me acaricia. Es ilusionante.


Son estas las fechas de la primera evaluación del curso. Es un trámite necesario y formalizado. ¿Carga para los maestros? ¿penosas y temidas pruebas para los niños? ¿desasosiego para los padres?

Educación infantil: los chiquillos están felices con cada nueva palabra, dibujo o descubrimiento. Los padres babean con los trabajos de sus hijos y las estimulantes observaciones de la señorita. Las maestras sonríen satisfechas; sus niños descubren, experimentan, avanzan. Niños, padres y maestros ven la evaluación estimulante, ilusionante., ¿por qué no ha de ser así en toda la etapa escolar?

El maestro anarquista ha de gozar de espontaneidad, iniciativa y autonomía en tiempos , métodos y programaciones para alcanzar los objetivos que le pide la sociedad.

Dispuesta así la labor educativa, la evaluación de la misma será espontánea, estimulante, dinámica. Maestros, niños y padres constatarán avances, dificultades, conquistas, limitaciones y posibilidades.

Con mi socio repasamos la labor del maestro que pudo ser y no fue. Una escuela donde hasta la expresión fracaso escolar desaparecería por desuso. Donde no habría ni exámenes ni pruebas. El objetivo de la educación no sería superar un determinado nivel sino en el despertar de las posibilidades de auto desarrollo del niño. Sí que habría experimentos, lecturas, expresión oral y escrita, ejercicios de cálculo y de memoria, resolución de problemas y descubrimiento de estructuras lógicas. Cosas como estas representan la actividad escolar, que es lo que hay que evaluar ya que se evalúa la actividad escolar no el nivel de conocimientos.

En las empresas diríamos que no se evalúa el nivel que alcanza la producción sino los resultados en relación con el capital empleado Y puede estar mejor evaluada una pequeña empresa con una reducida producción que otra grande con un nivel de producción muy superior. El escolar es el niño y sus circunstancias, como diría Ortega, y el desarrollo posible y concreto del mismo es lo que se evalúa.

Como maestro anarquista debería haber desterrado el 0, el 1, el 2, el 3, el 4, y hasta el 5. Todo avance es positivo, ¿qué menos que un 6? Debí dejar alrededor del 8 para el avance en que se puso más ilusión y dedicación. El 10 supondría la utopía, el horizonte al que no se llega....Tal vez lo debería haber dado al final de una etapa, como la culminación de un sueño. Pero más importante que los números debería haber sido la palabra que expresa lo alcanzado, las pequeñas y grandes dificultades, las esperanzas.

Y es que más allá de las normas y reglamentos la educación y su evaluación en que intervienen niños maestros y padres ha de ser positiva, ilusionante.

La verdad es que mi socio es un tanto lento si ha tenido que esperar a jubilarse después de más de cuatro décadas en la enseñanza para pensar así.

2 comentarios:

  1. Chindas, le podrías preguntar a tu socio ¿por qué demonios se ha jubilado?
    Tiene las ideas más claras que la inmensa mayoría de lo nuevos profes.

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  2. Amigo Chindas, le podías decir a tu socio que ¡a buenas horas, mangas verdes! Lo del 6 en adelante se le podía haber ocurrido cuando yo estaba en el insti...

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