jueves, 24 de marzo de 2011

Lechuzas

Lechuza iniciando el vuelo
Corro feliz por las verdes eras moteadas por chispas de color, esas pequeñas margaritas llamadas chiribitas. En la segunda toja nuestra presencia alerta a media docena de patos que salen raudos en formación volando hacia el noroeste. Poco después cuando estamos obsevando el curso de la banda de patos, dos lechuzas levantan el vuelo, la primera sale a nuestras espaldas cruzando el canal hacia el este y a continuación la segunda cruza la toja hacia el oeste.

Los patos, como los partidos o los sindicatos, son impulso, unanimidad, formación y disciplina, las lechuzas son la inteligencia, la acción meditada, diversificada.
A primera vista parece que estamos en una etapa problemática, de crisis económica, desastres naturales agravados con catástrofes nucleares, efervescencia social y política con la caída de viejos dictadores o con el aumento de la opresión sobre los pueblos, mas si observamos con más atención, estos hechos no son mas que fenómenos intensos y graves del cambio más profundo que se está dando. Hemos entrado en un mundo nuevo con las nuevas tecnologías informáticas y de la comunicación, con los nuevos conocimientos sobre la naturaleza y el ser de los hombres, con nuevos materiales y todo esto en esa gran charca global en la que chapoteamos.
Y los poderosos han sacado sus cuchillos y arrebatan las tajadas más suculentas. No son inteligentes, son avariciosos y tienen en sus manos el más poderoso instrumento, el control del dinero, lo mismo da que sean financieros que promotores de nuevas tecnologías, que superagentes de los mercados de servicios o de productos o que sean fabricantes industriales y da lo mismo que sean ciudadanos de viejos países desarrollados o de países emergentes. Proclaman desvergonzadamente el derecho al expolio y lo llaman grandilocuentemente libertad de mercado y consiguen que participemos en la tarea. Su glotonería es tal que pusieron en peligro la misma estructura que alimenta su existencia, las estructuras finacieras o del dinero. Llamaron a rebato pidiendo salvación pues en su humeante pira pereceríamos todos y una vez salvados continuaron la fiesta.
Ellos imponen las reglas y a su son bailamos, exactamente igual que las impuso en el XIX la burguesía industrial y financiera. Aquella situación opresiva encontró la respuesta, en las asociaciones de trabajadores y ciudadanos, sindicatos y partidos con el apoyo de la prensa y grandes esfuerzos. Así llegaron las leyes sociales, salarios dignos, educación, sanidad, pensiones.
El nuevo orden mundial está haciendo saltar todo esto por los aires invocando las leyes del mercado y sirven de muy poco las protestas sindicales, las proclamas de los partidos con los gobiernos compungidos ante el poder supranacional de los controladores de los mercados y se congelan los salarios y las pensiones, aumentan escandalosameste las diferncias de rentas entre los ricos y el resto mayoritario de la población y vuelve a existir ese excedente de mano de obra que pone a los trabajadores, en especial a los jóvenes, a los pies de los caballos de los explotadores. Partidos, sindicatos y gobiernos, aturdidos como los patos, vuelan en formación repitiendo tópicos, pero sólo sirven para cuidados paliativos y ver cómo se desintegra sin demasiado dolor el estado de bienestar.
Invoquemos el reino de las lechuzas, el reino de la inteligencia. No es fácil dar con la solución pero en el horizonte han de atisbarse los caminos que nos conduzcan a ella..
En la revolución industrial las clases trabajadoras fueron el motor de las conquistas sociales, la asociación el medio, y la prensa ayudó a la toma de conciencia y la propagación de las ideas. ¿No podrían ser hoy el motor los jóvenes y los viejos? Los jóvenes porque aún no han sido domados para sujetarse a una cadena y porque son los que más duro sufren, obligados a una larga y ardua preparación son relegados al paro o a trabajos eventuales y mal pagados, salvo los elegidos por el sistema. Los viejos , porque es difícil engañarlos, a perro viejo no se le ata con longaniza,y porque son relegados, disminuyendo sus pensiones, el acceso a una sanidad que se pretende privatizar y porque siendo tan numerosos se les aparta de la participación activa.
¿Y puede sustituir Internet a una prensa y televisión dominadas por los grupos económicos?. Y en lugar de los sindicatos y partidos tan locales o nacionales ¿no pueden ser las redes virtuales el medio universal de enfrentarse a males universales?
Los acontecimentos en el norte de Africa pueden ser los primeros atisbos de los tiempos que vendrán.

El vuelo precavido de las lechuzas hacen que dos socios, yo Chindas joven, cumplo un año, y el otro viejo, rumiemos en Internet nuestros sueños.

1 comentario:

  1. ¡Felicidades Chindasvinto! Espero seguir encontrandote muchos años por este blog con tus reflesiones.

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