jueves, 19 de abril de 2012

¿Enriqueces?

Esta tarde del viernes trece ha estado en casa Aurora, la hija de mi veterano contertulio, y me he quedado sin salida al irse a Frómista, al pregón de las fiestas de san Telmo. He aceptado gustoso este recorte vital ya que el pregonero es Juan Ramón Lagunilla, el que da estructura a este blog.

Aurora, que también interviene en él llevándose en un pincho, para enviarlo por correo electrónico, la expresión de cuanto pienso y, a veces, disimuladamente, corrige expresiones y más frecuentemente comas y otros signos de puntuación, pregunta, teniendo en cuenta la plasmación visual de Juan Ramón: ¿cueces o enriqueces? Todos los amables seguidores de este blog constatan que enriquece, le da plasticidad, color, sabor, sentido.
 A la vuelta les pregunté cazurramente a mis socios si era cierto que, como en la localidad hay un centro de equitación, el pregonero, acompañado de dos heraldos con trompetas, los tres a caballo y ataviados como el joven y presumido jinete que fue Telmo González, ha recorrido las calles del municipio anunciando el inicio de las fiestas.
Y si se confirma que el sermón satírico, que tiene lugar tras la procesión del ole, se iba a transformar este año en un recital de los “cantares del milagro”, pues tiene gracia que haya sido aquí, en Frómista, donde el poder divino haya tenido que intervenir para que se devolviera a un honrado prestamista judío la deuda con él contraída por un cristiano dispuesto a pasar a mejor vida olvidando esta obligación, y como un hecho así bien merece que en la villa del milagro se hagan coplas y letrillas que se canten con humor, si era verdad que este año las coplas serían cantadas por un rapero.
Me dice mi socio que me deje de perrerías.
El pregonero, que ciertamente posee el don de la palabra, con sencilla naturalidad, repasó su experiencia vital en la localidad y con sus gentes, como maestro y como actor político.
Pero Juan Ramón es de los que enriquecen. No se limita a cocinar un caldo sino que lo enriquece para darle ese punto exacto del buen sabor. La labor de maestro no queda en una buena enseñanza, sino que se convierte en educación, educación del alumno a quien se ayuda en su maduración como persona y educación del maestro que también se desarrolla. La labor del actor político no se reduce a la promoción de su ideario, sino que se abre al respeto al adversario y a la colaboración en proyectos comunes.
Todo el mundo es cocinero y los hay buenos, regulares y menos buenos. Algunos además enriquecen y, por lo visto en el pregonero, este enriquecer está en abrirse a los demás, en la empatía, en el bien querer.
Siempre, también en los momentos de crisis, no aportarán más los que echen más leña al fuego, ni los que empuñen el cucharón con más remango, sino los que enriquecen.
Mostró Juan Ramón en su pregón su satisfacción por sus muchos amigos, pero también por sus enemigos que, de no existir, harían la vida más aburrida y menos excitante. Es que, en sujetos como él, la confrontación dura, pero franca, no puede ser desabrida. Hasta la enemistad enriquece.

4 comentarios:

  1. El pregón fue un estupendo puente entre el pasado más reciente y el futuro que está a punto de llegar, centrado en los jóvenes de antes y de ahora. Me hizo recordar buenos y agradables momentos. Tienes razón Chisdasvinto, enriquece.

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  2. ¡Me acabo de dar cuenta que Chindasvinto no es Lagunilla!

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  3. ¡Vaya par de pájaros!, Chindas. Yo, que he tenido la suerte de trabajar a la vez con tu jefe y el pregonero, y durante bastantes años, te puedo asegurar que todo lo que cocinaban, además de sabroso, alimentaba.

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