jueves, 5 de abril de 2012

Tramposos


"In memoriam"
Antonio Mingote

Me gusta acompañar a mi socio en sus caminatas campestres. En las tres últimas he tenido la suerte de encontrar liebre o conejo al que perseguir por estas lomas. A la vuelta al pueblo me apresuro a adelantarme, me pierdo por el caserío y me hago el sordo a sus silbidos. Pero, por si acaso, no tardo en entrar al corral de mis dominios con cara de inocente, pues no hay que tentar la suerte y quedarme un tiempo sin salir.


Por supuesto que soy un pequeño tramposo en este país de tan increíble picaresca como la que relatan estos días los medios: Universidad Politécnica de Valencia, examen para el título de patrón de yate, 21 detenidos, 4 apuntadores externos, 7 suplantadores de personalidad, 10 pinganilleros, entre estos últimos Dani Pedrosa, ¿quedaba algún patroncillo honrado?

Y aunque suplantar la personalidad, obtener títulos oficiales de forma fraudulenta o ayudar a ello sea delito, nos lo tomamos a broma ya que en este país ¿quién no hace trampa? No se cobra o no se paga IVA, se hacen o se encargan chapuzas en economía sumergida, se falta al trabajo con falsas escusas, se cobran paros indebidos, etc. Considerando todo ello no sólo disculpable sino fruto de una sagaz y astuta inteligencia.

Así nos va, pues quienes están montados en el machito de la riqueza o del poder tienen más posibilidades de grandes fraudes y de salir indemnes al tener a su disposición hábiles contables para apañar sus cuentas y abogados que encuentren rendijas legales por las que escabullirse y paraísos fiscales donde preservar sus injustas ganancias. Si hasta son capaces de impulsar decretos de exenciones fiscales de muy dudosa finalidad como las SICAV en que sus ingresos personales se cobijan bajo la falsa apariencia de sociedades inversoras.

Y no son pocos los tramposos con el poder en sociedades o instituciones o cargos públicos ya sea por corrupción, pero también por decisiones de pícaro, que premia a los amigos y maltrata a sus adversarios, que incumple contratos o plazos de pago…

Y aunque en esta época de crisis se levante el grito contra tanto desaguisado, hay conciencia de que de los poderosos pocos son los pillados, menos los condenados y menos aún los que restituyan lo defraudado.

Se habla de una economía sumergida y de un fraude fiscal no inferior a la cuarta parte del PIB.

Como estamos en el país de la picaresca pero también del arbitrismo, no es fácil sustraerse a arbitrar posibles soluciones, como la de nuestro gobierno con la amnistía fiscal a quienes con palabrita de niño bueno confiesen sus pecadillos.

El remedio, por supuesto, está en la maduración ética de la sociedad española, pero es de lógica que, aunque se implanten en la enseñanza cursos de educación ciudadana, las sanas manzanitas se pudren en un ambiente pegajoso, cálido y húmedo. La sana maduración exige la ventilación de la acción contra el fraude fiscal y el beneficio de esa acción ha de ser superior a los costes.

A nosostros se nos han ocurrido algunas propuestas:

1-Todo fraude voluntario es delito que merece la pena de privación de la libertad.
2-Esta pena se cumplirá en centros de detención nocturna (10 de la noche a las 8 de la mañana, por ejemplo); de día que trabajen.
3-En el centro no se permitirá ni tele, ni móvil, ni radio, ni prensa, ni comida, ni desayuno, ni bebidas; sólo agua y libros.
4-El condenado llevará sus sábanas o saco de dormir y hará su cama.
5-El juicio será rápido con la asistencia de un fiscal de hacienda y un abogado imparcial de turno. Si el enjuiciado reclama un juicio ordinario la condena se cumplirá en una cárcel normal.
6-El reintegro de la cantidad defraudada amortizará los tres cuartos de la pena.
7-Ninguno, ni joven ni viejo, ni directivo bancario, ni prócer político, ni Dani alguno, ni aún por indulto, si ha delinquido, se librará de dormir en el centro.

3 comentarios:

  1. ¡Joder Chindas, lo has clavado! En este poaís de paqueños y grandes tramposos, no nos podemos estrañar de que salgan elegidos para gobernarnos otros tramposos. En una democracia, cada pueblo tiene los gobernantes que se merece.

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  2. Hablando de Dani Pedrosa lo del "pinganillo" es una trampilla, pero lo de tener fijada su residencia en Suiza, es una "trampaza" así que me parecen perfectos los puntos 6 y 7 de tu propuesta para este caso

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  3. Esto de la amnistía fiscal es una auténtica inmoralidad. Aquí solo pagamos impuestos los que cobramos de una nómina. deberíamos declararnos todos insumisos fiscales.

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