viernes, 28 de octubre de 2011

Carotas fantasmales y seseras emboinadas

Estamos tranquilos en nuestras viviendas. Caminamos seguros por la calle. Paseamos, socorremos sin temor por los campos. Es otoño, estación, en estas tierras del Canal de Castilla, de serenidad y calma. Y con el cambio de tiempo, hasta la esperanza de lluvias comienza a materializarse.


Y por fin, con la aterradora imagen de un trío de carotas fantasmales y seseras emboinadas, atuendo negro y puño cubierto en alto, salen a comunicar “el cese definitivo de la actividad armada”. Es una gran noticia que genera un gran suspiro de alivio. Con ese rimbombante cese definitivo de su actividad armada expresan el hecho de no continuar, ni intentar continuar, con su terrorismo sangriento. El resto del comunicado, como la imagen, fantasmales y seseras encerradas en sus boinas demenciales.

La realidad es que la banda de asesinos está acorralada policialmente, sin ningún reconocimiento internacional de sus presuntos postulados de luchadores por la libertad, que la sociedad española y la vasca les repudia y que, hasta sus sectarios apoyos, arrinconados por la fuerza de la democracia y la ley, le piden su abandono para poder actuar políticamente.

Hoy, cuando la banda está encarcelada, acorralada y arrodillada, es el momento de que siga actuando la ley y la justicia. Mientras siga existiendo la banda y conservando las armas siguen actuando como delincuentes, pues ese es un delito. Quienes con ellos colaboren son colaboradores del delito; pero quienes teniendo ideas independistas las defiendan pacíficamente y actúen políticamente bienvenidos sean. Y si gobernantes y autoridades aplican la ley en el tratamiento a los presos, remisión de penas, etc. Es natural que actúen prudentemente y que no se enzarcen en posiciones encontradas.

Por cierto, que al estar la pera madura, han aparecido los recolectores, los mediadores internacionales, con un discurso de apagafuegos entre dos sectores incendiarios, aunque ya no haya fuego, sólo algún rescoldo del que incendió, hablando con precisión, no un único sector sin un solo grupo sectario. ¡Qué paciencia! Pero, en fin, si aseguran que el rescoldo queda inactivo, algo positivo aportan y habría que aguantarlos.

¿Y Sortu, y Bildu, y nacionalismos independistas de la piel de toro y de toda la vieja Europa? La mayoría de los europeos, tanto en España como en Francia, Gran Bretaña, Italia, etc. lo sienten como un incordio, pero con el discurso de que son democráticos no atinan con una actuación coherente.

Estos movimientos encuentran refuerzo en la existencia de la Unión Europea. Las naciones europeas se han ido haciendo laboriosamente como comunidades económicas, sociales, culturales, lingüísticas. La Unión Europea forma ya una estructura común con los estados europeos. Si no existiese, al desgajarse un espacio nacionalista de una nación, perjudicaría su estado de bienestar, económico, de seguridad, de peso internacional y de porvenir. La pertenencia a Europa hace creer a estos independistas de salón que poco se pierde con la disgregación y que podrían pasearse por los salones del mundo como estado independiente.

El incordio independista no tiene solución interna dentro de los actuales estados. Es necesario plantear los hechos como son: España, Francia... Europa forman un entramado total. Desgajarse de España o Francia es disgregarse del todo, de Europa. Ya es hora de que los organismos europeos tomen la decisión legítima de que quien se disgrega de un estado europeo se disgrega de Europa y sólo podrá reincorporarse a ella, volviéndose a integrar en el estado originario.

Además, España es un estado constitucional formado por autonomías, provincias, municipios y personas. El estado está obligado a garantizar sus derechos constitucionales en la medida de lo posible, por lo que si una autonomía quisiese mayoritariamente la independencia, las provincias de esa autonomía tienen derecho constitucional a conservar su españolidad si así lo determinan. Asimismo, los municipios en que fuese posible su integración física a España la conservarían si así lo desean, pues es su derecho. Y, por supuesto, todas las personas que quisiesen conservar su ciudadanía española sin renunciar a ella por una nueva tendrían derecho a ello.

Conseguido el acuerdo europeo y la decisión de los partidos españoles no nacionalistas de preservar y garantizar los valores constitucionales, se podrían dedicar a buscar lo mejor para Europa y para los españoles, también para defender los valores y sentimientos autonómicos.

Y, si con todo ello, algún independismo se hace claramente mayoritario, ¡que Dios les valga! Y a superar con dolor pero con ánimo el desconcierto y los problemas causados por tan legítima como extraña decisión, totalmente contraria al devenir histórico orientado a la concentración de estados y no a su división.

Entre tanto, que en todas España, como aquí en Requena, que la vida sea pacífica y esperanzada y que la imagen que nos trae la prensa de las cabezas ocultas sea, por fin, la última.

viernes, 21 de octubre de 2011

Los nuevos bárbaros

La tarde es diáfana, fresca y con un poco de viento. Son casi las ocho. Se está poniendo el sol. Desde lo alto de la loma advierto movimiento de perdices en un rastrojo de girasol. Deben ser dos o tres polladas ya creciditas, pues cruzo rápido en pos de las que levantan el vuelo y, a la vuelta, puedo perseguir a otras tantas, y al acercarse mi compañero se aleja pausadamente alguna otra. Mi socio me señala con su vara algo en la lejanía. Tardo en darme cuenta y al acercarme dos pesadas abutardas levantan el vuelo para posarse un centenar de metros más adelante. Sobre la charca del Rosillo ocho milanos planean majestuosos en gran exhibición de vuelo. Al llegar al pueblo, sobre la chopera, un par de docenas de grajos graznan como viejos canónigos mientras se desplazan desordenadamente, sin concierto.


Mi socio está pletórico, satisfecho. Me comenta que muy pocos espectáculos pueden ser tan gratificantes para el alma y los sentidos como una tarde como esta, llena de armonía, de belleza,. Pero le hago observar que muestra aficiones muy antiguas, que hoy el disfrute se consigue con los procesadores, los móviles, sus juegos y la comunicación virtual y lo demás se considera despreciable.
Y es como los romanos, que consideraban despreciables a los bárbaros porque farfullaban en lenguas extrañas y no conocían lo placenteras que eran las termas con los baños de agua caliente y fría, gimnasio, lugar de encuentro, negocios y charla, biblioteca...
Hoy en día en la nueva Roma que es el mundo desarrollado, el inglés es la lengua del imperio, de la ciencia, de la técnica, de la economía, del comercio y de la comunicación, y las TICs son las termas virtuales de un mundo virtual, lugar de encuentro, negocios, placer, juego, información, comunicación y tuiteo.
Los que como mi socio, no dominan el inglés son bárbaros y si además sólo usan el ordenador como máquina de escribir, no frecuentan los laberintos de internet y ni siquiera usan el móvil es que son cavernícolas o antepasados de un estadio primitivo de la evolución humana.
Por eso que se considera primordial, para que la sociedad hispana se inserte en la nueva Roma, que el sistema escolar forme a todos en el dominio del inglés y en el uso de las TICs. Lo que no está mal y es inevitable, como no estuvo mal para los hispanos de los primeros siglos el aprender latín y gozar de los placeres de las termas. Además como es útil, placentero y necesario, no requiere de los oradores políticos ni la ultra dedicación impositiva de los docentes. Basta acompañar, a veces dejarse llevar sin poner obstáculos al curso natural de los acontecimientos
Pero no hay que echar al olvido que el mayor nivel de bienestar y el refinamiento de la sociedad romana no impidió su decadencia y su ocaso, mientras las sociedades bárbaras progresaban y la sustituían
No es finalidad del sistema educativo engendrar angloparlantes y internetactuantes que se producirán por generación espontánea, sino acompañar y suscitar su desarrollo en los escolares, desarrollo intelectual, humanístico, científico, técnico, artíatico, crítico; su desarrollo personal de voluntad, disciplina, seguridad y confianza; y su desarrollo social de sentido de comunidad, solidaridad y justicia.
La sociedad romana perdió su fibra ética y de esfuerzo, su fibra emprendedora e innovadora, su fibra patriótico-social y pereció.
Todo lo que facilite la vida y la haga más placentera es bueno, siempre que la facilidad y la satisfación impulsen a saber más, a ser más dueños del propio querer, a compartir más. Si adocenan, hacen blando el carácter e impulsan el egoísmo llegarán otros dando sopa con honda y podrá decirse: “Llegaron los sarracenos y nos molieron a palos, que Dios bendice a los malos cuando son más que los buenos”, más en empuje, más en innovación, más en cohesión social, no hace falta que sean más en número.

Por cierto que Requena estás más allá del limes del imperio, y no sólo porque no tenga escuela de inglés, sino porque no dispone de banda ancha y ni siquiera de cobertura de móvil.

viernes, 14 de octubre de 2011

Robahuevos

En nuestros diarios recorridos campestres vemos cómo el campo se transforma. Requena es un pequeño municipio básicamente de secano. En las últimas semanas se ha cosechado el girasol. Todo está seco, menos algunas alfalfas, pero ya no todo es rastrojo. Los tractores con sus arados de disco están enterrando la caña de los girasoles y los restos de paja de trigos y cebadas. Y es que los hombres del campo, con todos sus defectos y virtudes, pisan la tierra y saben que hay que ayudarla, trabajarla para que rinda, que es como una gallina a la que hay que cuidar y alimentar si se quiere que de fruto.


Hoy parece que en nuestra sociedad los frutos, los huevos, no son los productos alimenticios, ni los industriales, ni los servicios educativos, médicos, asistenciales, culturales, turísticos y de entrtetenimiento sino el dinero, los euros, por más que hablemos del cochino dinero o del vil metal. Y los dioses de nuestro mundo globalizado son los robahuevos, los que sin cuidar a la gallinita se apoderan de los huevos, trafican con ellos, especulan y acrecientan sus despensas para sus pantagruélicas tortillas.
Por supuesto que no quieren que las gallinas mueran, pero ya habrá otros que las cuiden mientras ellos las despluman.
Y es que los cuidadores son los peones, los oficiales, técnicos, conductores, maestros, médicos, camareros, autónomos y empresarios emprendedores, los actuales y los que les precedieron. Es la comunidad que ha creado escuelas, hospitales, puertos, carreteras, centros de investigación...
Y son robahuevos los que con los fondos ahorrados por los ciudadanos laboriosos consiguen pingües beneficios, especulando con ellos y con sus propios capitales que van generando. Lo son los directivos de cajas, bancos, empresas que se atribuyen millonarias retribuciones, compensaciones por dejar su puesto y jugosas jubilaciones mientras despiden personal, piden despido libre, contención de salarios y freno a las jubilaciones.Lo son los que evaden impuestos en paraísos fiscales. Los que se benefician de desgravaciones fiscales y rehusan compensar a la comunidad por ello. (En España los beneficios empresariales están gravados con el 30% pero las grandes empresas no cotizan de hecho más que el 10%) Y hasta es un pequeño ladronzuelo el trabajador que rehuye su obligación, carga a sus compañeros y exige insolente que el sindicato le defienda.
Los robahuevos se saben amorales pues es la ley del mercado y se creen plenos de ingenio y sagacidad, capaces de conseguir buenos resultados para sus empresas y por ende para sus bolsillos y nos arrastran en este tráfico bursátil de títulos monetarios en un mercado dominado por los dominadores y manipulado por los manipuladores.Y entretanto, políticos y economistas toman o piden medidas de ajuste para reforzar nuestra posición en el mercado y que este no destruya nuestra capacidad y relativo bienestar ya que hay que hacerse respetar en este mundo tan competitivo.
En el mercado financiero no hay normas y en él campan los injustos, avariciosos, acaparadores sagaces y al rebufo de los triunfadores, multitudes siguen sus pasos. Y todos se cren genios y en realidad son tontos de capirote, pues los euros no son mas que papeles para conseguir huevos, si los hay, y los que ayudan a que se den estos son los ciudadanos de la economía real que es la gallina y la están desplumando con el paro, los bajos salarios, la merma de los servicios y la gallina desplumada produce menos y disminuye el consumo, la producción y el bienestar.
Desgraciadamente, unos pocos, los tramposos con suerte consiguen apoderarse de una parte significativa de los huevos producidos, pero la mayoría de los apostadores en los mercados financieros y en el de los bienes y servicios se hundirá en la depresión si no se pòne remedio.

Puede que no estén mal las medidas que nos propones políticos y economistas, pero siempre que les demos en los nudillos de las manos a los robahuevos si no queremos que la gallina siga languideciendo.

jueves, 6 de octubre de 2011

Sectores y sectarios

Venía yo trotando y mi socio en bici por los caminos de Requena cuando al llegar a las proximidades del pueblo sorprendimos a un gato caminando pausadamente. Di un ladrido y salí como un poseso en su persecución. Este, repuesto del susto, encontró refugio introduciéndose a través del tupido seto en la huerta palomar de Ceferino, hoy muy abandonada. También yo logré entrar, pero el michino se había subido a un árbol y aunque yo pretendía impresionarle con mis ladridos, el me miraba tranquilo, satisfecho de su agilidad y astucia.

Buen encuentro, pues yo desfogué mi instinto perseguidor y él el suyo como evasor. Además mi socio y yo hemos encontrado pie para largos diálogos como veréis y tal vez de forma recurrente.

Personas gatos y perros recorremos las calles, habitamos las casas y disfrutamos de patios y corrales, en una palabra que somos los habitantes que señoreamos la villa. Cada grupo o sector tenemos nuestras propias costumbres, nuestras lenguas, nuestras responsabilidades, pero convivimos y juntos estamos mejor.
La sociedad también está formada por diferentes grupos o sectores y el bien de todos es mayor que la suma del bien de las partes y el mal de un sector es mayor que el mal de ese sector pues todos se ven afectados y a todos importa ponerle remedio. El problema surge cuando miembros del sector se hacen sectarios, rechazan el todo y pretenden que todos se integren en el sector o que el sector se desintegre del todo, ya que todos han de comulgar con las mismas ideas, con la misma posición vital.
ETA y su entorno son sectarios. Se sienten poseedores de la verdad única, representantes únicos de su pueblo. El resto de la población vasca o es traidor a sus raíces, o es engañado o amorfo. Y por supuesto el todo, España, de la que hoy el País Vasco es un sector, es opresor y culpable y como ellos son la voz y voluntad del pueblo, pueden asesinar, robar, extorsionar, amedrentar y a esto le llaman la lucha por la libertad y a sus asesinos, extorsionadores, ladrones gudaris, luchadores heroicos por la libertad y si la sociedad los detiene, procesa y condena, son presos de conciencia, presos políticos.
Hoy parece que debilitados por la acción policial y rechazados mayoritariamente por su pueblo, apuestan por la acción política. Menos mal.
¿Ha dejado Bildu de ser sectaria? Ellos nos hacen ver que no cuando preconizan una “paz” sin vencedores ni vencidos o cuando consideran las justas condenas de los presos etarras como la expresión de la opresión de los estados español y francés y ¿cómo no va a ser así si sus asesinatos solo han sido la defensa de la “verdad”?
Que Bildu aparezca aún como sectaria no quiere decir que lo sea el nacionalismo. Pueden considerarse los nacionalismos, vasco, español, galés o alemán como disparates, así como los nacionalistas puedan considerar que es un disparate no sentirse enraizado en una nación concreta. Eso no impide la convivencia y el participar activamente y solidariamente en la economía, en la cultura, en el deporte...y que la razón, la palabra y el voto decidan los temas del nacionalismo.
Lo malo es el sectarismo, el sentido de la posesión en exclusiva de la verdad ya se trate de la nación, de la religión de la ideología, etc.
Y aún es peor ese torvo y fiero rostro del sectarismo, que a través del temor y de la presión arrastra a los próximos a la secta o impulsa a otros a crear sectas opuestas, que el sectarismo es una gran memez pero un bobo emboba a cientos si le dan lugar y tiempo.
Por el contrario qué maravilloso es que un pueblo haya conservado su lengua durante milenios y que la consiga revitalizar literaria y popularmente, que tenga entrañables y viejas costumbres, sus tradiciones, su cultura, que su tierra y su mar sean hermosos y fecundos que haya emprendido, extraído, transformado con esfuerzo productos tan rentables para todos, que a lo largo de los siglos haya contribuido a la amalgama de la población de España como lo manifiestan los apellidos y que en los últimos siglos haya integrado a tantos inmigrantes, que nuestra lengua tenga tanta influencia de la suya y que hayamos gozado de sus navegantes, artistas, santos, deportistas y cocineros.
Todo ello lo podemos perder por un sectarismo atroz y los sectarismos a la contra. El sectarismo es torvo, feroz, triste y feo pero sobre todo es irracional y es darle la razón caer en sectarismos opuestos.
La convivencia, el celebrar y gozar de lo bueno de lo hermoso, de lo culto, de lo deportivo, de lo culinario, tiene rostro de esperanza, tiene la sonrisa del futuro.

Y no penséis mal, nunca he lastimado a un gato. Es una presa fantástica que nunca será presa. En un pueblo de convivencia no podemos ser sectarios.