jueves, 23 de junio de 2011

Emociones

Nos hemos parado a reposar en la segunda toja. Ya hace calor y se está bien a la sombra de los chopos. Él saca una hoja de papel y me la lee, por cierto malamente pero con amplia sonrisa de satisfación. Es un breve apunte de esa persona que desde mis primeros meses me llama príncipe.

Este es su contenido:

“¡Hola Chindas! Voy a sentarme un rato a tu lado. ¡Qué agradable brisa de la tarde nos acaricia! Mira que bonitos están los rosales; el color se escapa deteniéndose enlazado, potente, en un ardid de belleza inigualable.
¿En què piensas Chindas cuando tus hojos me miran fijos? Grandes interrogantes adivino en el silencio expresivo. Tu socio aún no ha venido a llevarte a dar el paseo cotidiano, a filosofar juntos, a serenar ideas, a compartir avatares, a gozar de la alfombra floral del camino. Tranquilo, deja unos minutos más para que yo goce del tacto de tu piel, que mime tu espalda, que cepille tu satinada pelambrera mientras late cálida a mi tacto.
¿Dónde vas?¿Por qué te levantas? Sí, haces sonreir persiguiendo a una mariposa que se acerca a jugar con una brizna de polen en la cara.
Ven, Chindas, recoge mi muleta, depistado, que has tirado con tus patas. Jadeas con impaciencia. Tu lengua cuelga absorbiendo el aliento del latido que se alegra de la salida que llega.
Nervios, carreras por la acera que cruza el patio. Pisas las lechugas de la huerta y no te enteras. Te detienes. Un caracol lentamente cruza tu espacio, le hueles, te llamo y le dejas ir. Correteas alegre a la voz de tu socio.
Graciosa imagen la tuya con la correa en la boca incitando. El portón se abre, ¡la calle! Gozoso espacio de libertad te abraza.”

Volvemos pletóricos por la sirga del canal. Que importancia tienen las pequeñas cosas, los instantes de encuentro, el sentir, el cariño. Así que hoy no decimos nada más chitón.

2 comentarios:

  1. ssssshhhhh! Chitón!!!!

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  2. Para qué más, cuando la emoción se transmite, sobran las palabras

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