jueves, 18 de agosto de 2011

Joteros

Al caer la tarde entraron en el pueblo siete jóvenes, casi adolescentes, preguntando por el párroco. Eran franceses, y aunque una muchacha se expresaba medianamente bien en castellano, nuestra vecina eventual y su amiga alemana, que dominan el francés, se encargaron de la comunicación. Con permiso del teniente alcalde se les abrió el centro cultural y se les dio albergue, agua, jabón, papel higiénico y margarina para elaborar la pasta. Muy de mañana estaban recogidos rezando a la puerta de la iglesia. Dejaron todo recogido y limpio. Eran peregrinos hacia Madrid de la Jornada Mundial de la Juventud 2011, la JMJ. Qué manía con las iniciales, parecen esos presuntos delincuentes que aparecen en la prensa con sus iniciales para no dañar su imagen en caso de inocencia.


Nosotros preferimos los nombres para facilitar el diálogo y como llamamos “isidros” a los del 15-M si JMJ comienza con j y termina con j, “joteros” serán los de la Jornada Mundial de la Juventud. Y ya tenemos tela para darle al palique.
Entre “isidros” y “joteros” parece abrirse un foso que los separa. Parece que las autoridades han barrido con las acampadas de los isidros en Madrid para dejarla lista para los joteros y que se intentó que manifestaciones de estos y múltiples asociaciones contra la visita del Papa fuesen relegadas a zonas marginales.
Por cierto que la oposición a la visita papal basada en el gasto en orden público y logística, como dicen los rioplatenses nos parece una zonzada. Es un gasto como cuando el Real o el Atlético de Madrid celebran sus triunfos o cuando nos visitan cantantes como Prince o Bono. El estado laico bien puede acometer este gasto por el acontecimiento religioso y suponemos que el estado también es laico o neutral con las hinchadas de los clubs o los fans de los cantantes.
El foso entre los isidros y los joteros nos trae alicaídos pues ambos nos caen bien y gozan de nuestra simpatía.
Nos unimos a los indignados que muestran su cabreo con una sociedad injusta dominada por los poderosos ávidos de dinero y que quieren dinamitar un sistema cuyo dios es el dinero y los sumos sacerdotes los grandes financieros. Pero también nos gustan los jóvenes idealistas de la JMJ y que siguen el mensaje de Jesús de buscar el reino de la justicia, del valor igual de todas las personas como hijos del mismo Dios.
No nos es digerible la parafernalia de grandeza, de dominio de la ciudad, de exhibicionismo del poder religioso que respira. Eso parece este acontecimiento pero no ha de achacarse esto a los jóvenes creyentes, como tampoco se les puede achacar a los indignados determinadas manifestaciones violentas.
Como somos un tanto ilusos soñamos con que no existe un foso entre ambos movimientos y que los jóvenes católicos más impregnados de su fe están también entre los isidros y entre los más conscientes y luchadores de los isidros hay muchos joteros.
Soñamos que al paso del Papa puede escucharse el clamor que proclama: Quien por su interés despide a un trabajador, a mí me despide dice el Señor; quien especulando aviva el hambre, la miseria el despido del hogar, a mí me deja con hambre, en la miseria y en la calle; quien pudiendo no paga los impuestos o desvía sus capitales a paraísos fiscales a mí me deja sin educación, sin sanidad....
Pero también que como Dios no discrimina a sus hijos, hombres y mujeres, laicos y clérigos se escucha el grito de sacerdocio de la mujer ya. Que todos sirven al Señor célibes y casados por lo que celibato voluntario para el clero ya. Santidad, señores obispos, queremos ver en vosotros la imagen de Jesús.
No es necesario el foso, se puede caminar juntos.

9 comentarios:

  1. Estoy muy de acuerdo.

    Que sigas compartiendo estas reflexiones...

    Cris

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  2. ¡Pero que cosas tienes Chindasvinto! Esos temas que tu citas no preocupan lo más mínimo a la jerarquía católica. Ellos con los pecados contra el sexto mandamiento, "no cometerás actos impuros", ya tienen bastante.
    Por cierto que esto de "los actos impuros" es cosa de la Iglesia. En la Biblia lo más parecido es "No cometerás adulterio", en Ex 20 14, y en De 5 18.

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  3. Lo que dice Anónimo de las 18:24, es cierto, y los que lo han entendido a la perfección son algunos miembros del clero. Ellos a muchas mujeres del prójimo no las desearán, pero a algunos hijos del prójimo, desde luego que sí.

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  4. ¿La imagen de Jesús en el Papa y los Obispos? ¡Qué iluso! Hace muchos, pero que muchos años, diría que siglos, que la mayoría de ellos se han alejado definitivamente de esa imagen. Con honrosas excepciones, claro está.

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  5. ¿Existe algún parecido entre un anciano que se hace llamar Pontífice y Santo Padre, que se hace rendir pleitesía por reyes y gobiernos y que se pasea por el mundo en loor de multitudes y rodeado de lujos inalcanzables para la mayoría de sus seguidores, y aquel Joven que entró un domingo en Jerusalem a lomos de un borrico para cantarles las cuarenta a los poderosos y lanzar al mundo un mensaje de amor y paz?
    ¿Qué opinaría este "joven" si volviera?

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  6. ¿Qué pasaría si Jesús volviera? A lo mejor te puede servir como modelo lo que describe Dostoievski en el capítulo quinto de su novela “Los hermanos Karamazov”. El Gran Inquisidor, cardenal de la Iglesia Católica para más señas, ha mandado detener y encarcelar a Jesús, el Hijo de Dios, que ha vuelto a la Tierra, y en la noche, decide hacerle una visita, que se inicia así:
    “De pronto, en las tinieblas se abre la férrea puerta del calabozo y penetra el gran inquisidor en persona, solo, alumbrándose con una linterna. La puerta se cierra tras él. El anciano se detiene a pocos pasos de umbral y, sin hablar palabra, contempla, durante cerca de dos minutos, al preso. Luego, avanza lentamente, deja la linterna sobre la mesa y pregunta:
    ¿Eres Tú, en efecto? Pero, sin esperar la respuesta prosigue: No hables, calla. ¿Qué podías decirme? Demasiado lo sé. No tienes derecho a añadir ni una sola palabra a lo que ya dijiste. ¿Por qué has venido a molestarnos?… Bien sabes que tu venida es inoportuna. Mas yo te aseguro que mañana mismo... No quiero saber si eres Él o sólo su apariencia; sea quien seas, mañana te condenaré; perecerás en la hoguera como el peor de los herejes. Verás cómo ese mismo pueblo que esta tarde te besaba los pies, se apresura, a una señal mía, a echar leña al fuego. Quizá nada de esto te sorprenda...”
    Salvando las distancias en el tiempo, quizá valga como ejemplo.

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  7. Los dos últimos comentarios están inspirados en un artículo que publica hoy EL PAÍS, de Juan G. Bedoya, con algunas aportaciones.
    Ese artículo comienza con una cita del teólogo francés de principios del siglo XX, Alfred Loisy, que también me parece apropiado al caso:
    "Jesús anunció el Reino y lo que vino fue la Iglesia"
    ¡Definitivo!

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  8. Todo lo señalado es cierto. Pero no hay que olvidarse que también hay una Iglesia que está al lado de los pobres y los necesitados, aquí en España y en todo el mundo.

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  9. Por supuesto que existe esa "Iglesia", pero es ninguneada y eclipsada, al menos públicamente, por la "otra"

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