jueves, 10 de mayo de 2012

EN ESPACIO AJENO

Chindas, me vas a perdonar, igual que tu socio, por invadir vuestro espacio en el blog del que sois contertulios cada semana. Creo que mi intromisión merece la pena por el personaje a quien va dedicado.


Cada día la llegada de la Prensa a mi domicilio supone uno de esos placeres que no tienen parangón. La hora del cartero suele ser siempre la misma y la inquietud ante su retraso se hace patente entre los lectores familiares.

Desprecintando el periódico con la avidez de ser el más hábil en tenerle en las manos, en una ojeada relámpago, la primera página deja su impacto de noticia de cabecera, pero el gozo de su lectura está en la contraportada. En un recuadro pequeñito cada día trae consigo el rostro amable y querido (porque después de tantos años de “visitarnos” ya es parte de la familia), de Manuel Alcántara encabezando su columna VUELTA DE HOJA.

La lucidez que su edad corona es digna de admiración; su escritura sin ambages llega a nuestra cabeza y captamos su recóndito sentimiento de benevolencia con los lectores a los que nos trata con respeto e inteligencia. La actualidad de los temas que trata, su crítica objetiva y constructiva cala y hace madurar nuestro pensamiento al respecto. Con ingenio de similitudes cercanas, de cotidianas vivencias, presenta esos temas espinosos o sencillos para ser comprendidos con total entendimiento por todas las mentes, con estudios o sin ellos.

Realidades plasmadas, empíricas unas, de oídas otras, así cada días nos regala unos minutos de su vida escribiendo esa estrecha franja del periódico que toca nuestros dedos sosteniendo su voz. Reparte sensatez y cordura entre todos aquellos que seguimos y nos hacemos eco de sus palabras. Oír lo escrito es tarea agradable, distinguir el grito de la ignorancia (voces callejeras) de la voz que trae el rumor del aire al pasar la hoja y que en infinidad de veces clama, en tono elevado, la igualdad de sosiego en el paseo de la vida.

D. Manuel Alcántara desde su ciudad de Málaga se acerca cada día, en vuelo nunca realizado a estos despoblados pueblos de Castilla, para hacernos partícipes de su saber, de su clarividente percepción de la vida y sus vaivenes.

El Norte de Castilla tiene en usted el máximo exponente que atrae a los lectores; con gran satisfacción expreso mi opinión y la de muchos seguidores, más al decir que su columna diaria engrandece al periodismo.

Gracias D. Manuel por esta cercanía por compartir con nosotros su patrimonio de humanidad y cultura. Esperamos que siga, aunque sea despacito, muchos años más ayudándonos a superar la “crisis” que ahoga nuestro presente y, de su mano, llegar a saborear la belleza colectiva de vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario