Comercial figura para algunos,
que envuelven en oropeles un día de negocio. 365 días al año son sus días
maternales ¿por qué dedicarla sólo uno?
Brazos
que sirven de cuna, besos amorosos en el duermevela de la noche, mimos al
primer llanto de niño, al injustificado desasosiego del despertar adolescente,
al error adulto imprevisto en su crecer independiente.
Madre
de silencios infinitos en su alma, de entrega incondicional, fidelidad en el
recóndito deseo de su corazón de la plenitud del hijo.
Madre
que sueña horizontes de luz para vestir de alegría el devenir de sus frutos.
Madre
que cubre su rostro con una sonrisa de aceptación cuando recibe un desplante,
olvido, ausencia, mientras ríos de lágrimas recorren su espíritu.
Madre
que vive enseñando a vivir entre nanas y ejemplos, donándose sin reservas
Madre
de cabellos dorados, oscuros o plateados señas de identidad, de algazara del
recuerdo o la presencia. Mano sosteniendo nuestra mano, familia unida.
Abrazos
guardados día a día en el arca de la esperanza, abrillantados y protegidos
esperando el momento de ser requeridos, de fundirse en un entrañable
reencuentro, de volver a saberse parte de ese ser que el viento alejó de ella.
Pecho de madre, cálido dormitar protegido/, nube de almohada
que late al unísono/ que acaricia, que ama/.
Corazón de madre, concierto de emociones/, casa abierta
al entrañable deseo de la proximidad./ Sentimientos de madre: trinos de pájaros embelleciendo el
aire./
No hay comentarios:
Publicar un comentario