sábado, 22 de noviembre de 2014

¿QUEREMOS?

           
            Cuando el cielo se nubla y sentimos frío en el ambiente, buscamos refugio y las manos se frotan de bienestar. Gozo junto al radiador, la gloria o la chimenea. Aceleramos el ritmo de nuestras vidas buscando cómo paliar la temperatura exterior, cómo sonreír al Eolo furibundo que resopla sin piedad intentando entrar en nuestras casas y adueñarse del ambiente interior. Con cierta superioridad le damos esquinazo mirándole cara a cara a través del cristal de la ventana.
            Una y otra vez nos adentramos en el tumultuoso devenir del otoño-invierno incitados por la pantalla que acapara parte del ocio e inunda de futuras redenciones nuestra ya dolida esperanza. 
           Gira el mundo entre tinieblas y gritos, desencantados al ser envueltos por la luz de lontananza que dejó de brillar. Cayó la sombra e hirió mi mano, palideció mi rostro y tizna de hollín el aire.
            Una pregunta alborota mi mente dudosa, ¿"queremos" realmente avanzar en línea recta o la utopía zigzaguea entre los escombros buscando sostener los pocos cimientos que nos quedan? Alabo sin rubor a estos valientes adalides de la ilusión, a pesar de que el viento de la duda pretenda dejar a la intemperie su sana intención de lavar la colada nacional. Tal vez sus manos, movidas por su excepcional cabeza, han experimentado el apretón del saludo sin intereses y por ello sus ojos están mirando al futuro con el optimismo de los recién operados de cataratas y todo su esfuerzo espera ser el bálsamo que alivia.
            Valientes gotas de lluvia que quitar quieren las grietas de la tierra. Espejismo del resurgir gozoso sin orillas, dolos ni rojos horizontes. Madrugadas con aliento mentolado y atardeceres trasparentes y diáfanos, nueva galería de bienestar cálido.

            Vuelvo al interrogante ¿"queremos" ser espejo o más bien avestruces?. Reflexión cotidiana, privada, llena de madurez y sosegada confianza. El aura del tiempo sonreirá al alba.


NOTA. El retraso en la publicación del artículo de Chindas, no es achacable ni a él ni a sus dueños. Es culpa del encargado de subirlo al blog y de los fallos informáticos. Perdón por el mismo.

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