Maleta de cuero en el desván
dormida, renaces de pronto y con suspirar profundo intentas vivir tu primavera
oculta.
Con
cierto tiempo de antelación llegué a la estación. La gran ciudad asomaba tras
ella y el devenir de pasajeros era incesante arrastrando sus valijas. Siendo
día de luto en Sevilla atisbé de pronto ese devenir de "confort" en
la pequeñas ruedas que hoy día llevan tras de si el peso del equipaje y pensé
en esa gran figura de la libertad responsable que acababa de morir.
Sé
Chindas, que tu no sabes de linajes ni viajes en movimiento y mucho menos de
viajes a la eternidad y lo que conlleva, por eso vas a venir conmigo a mirar
con otra mirada los acontecimientos. Lágrimas de infancia retenidas, alegre
sonreír a la juventud rebelde encorsetada
y plenitud renovada en cada hijo. Nuevos llantos en silencio, soledad
acompañada y de nuevo rodar arrastrando la vida. Vuelve la maleta de cuero
a posarse en la estación y el destino se aproxima. Una mano con firmeza ase la
recia asa y levanta en vuelo su peso. Impecable satinado en el rostro curtido
de responsabilidades, patrimonio con horizontes de historia. Cambio de
particulares planes y de nuevo la sonrisa aflora en su radiante esperanza.
Años
de controvertidos abrazos, de equilibrios en balancines, de árboles que elevan
sus ramas intentando tocar el cielo y enraizados principios sujetando las
florecidas ilusiones. De nuevo la lluvia se resiente y la tierra vuelve a ser
yerma y triste. La sencillez de los sencillos busca su lado de dolor oculto y
comparte con ella sus faralaes, el ritmo de sus palmas y el murmullo de sus
dedos desnudando al aire. Tiembla el suelo a los pasos encantados del ritmo que
les hace vibrar.
Manos
generosas sufragan penas sin boatos ni ecos. Días de pan vuelcan en alegría el
cotidiano laborar y en ese mundo de nubes y soles brilla la amistad. ¿Quién
duda de la proximidad del ras de la tierra con el elevado cielo?, espacio
común, techo azulado que se viste de estrellas y difunde la luz. Trayectoria de
cometas, recepción de brillos. Arte, distinción, cultura adornan su curriculum.
Cercanía y solidaridad tocando el suelo.
La
noche del cansancio hace un paréntesis y solaza los anhelos de la primavera que
brota en su interior. Lucha de la libertad frente la incomprensión, camino de
espinas con reflejos dorados a los que se aferra. Vence apoyando el deseo en el
dominio de sus actos, borrando temores con dádivas hereditarias y anclando su
corazón en el sobrio y fiel carácter castellano. Nueva sonrisa del alma.
El deterioro de los años de servicio la mece y lleva a
fronteras ineludibles. Tras ella, su libertad deja una página escrita para
realzar la importancia de saber vivir interiormente. "Vivió como
sintió". Nueva etapa. Otra plenitud la espera.
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