¡BIENVENIDA!

          Chindas, de repente ha llegado la primavera a tus ojos, un brillo especial aparece en ellos por un balón que ha saltado de la tapia del vecino a tu corral. Es tan inusual que alguien juegue al otro lado que vienes hacia mí con el interrogante en tu mirada.¡Guauuu...! Hay niños acariciando el aire con su presencia.

            Risas infantiles corren a buscar su pelota con la timidez de lo desconocido llamando a nuestra casa. Ya sabemos sus nombres, son Daniel y Andrea, los hijos de los nuevos vecinos: Raúl y Soraya. Sin que ellos se percaten de lo que supone su presencia, de esas ventanas abiertas, de esa vida que comienza dando esperanza y alegría a todos los habitantes de nuestro "mini-pueblo", como decimos habitualmente, su llegada es una alborada llena de luz y color.

            ¡Bienvenidos, amigos!, desde hoy las calles acogen vuestras huellas, el aire se hace más puro y el cielo, tan azul siempre, deja caer suavemente, como desde un tobogán, los rayos luminosos del sol hasta abrazar vuestra presencia. Son pocas las puertas abiertas en estas fechas pero pronto otras se llenarán de vacaciones, de fiesta, de escobas barriendo la portada, de charlas vecinales y remusguillo en el corazón por el reencuentro.

            Pueblos de silencio y soledad, con trinos de aves migratorias, de cigüeñas en la torre, de campos verdes, de aguas mansas, paseantes permanentes del Canal de Castilla, de libertad vestida de sosiego y amistad. Requena, pueblo de Castilla con condado actualizado por el Rey Juan Carlos, conserva la sobriedad y la cortesía, la proximidad y la elocuente generosidad de su simpatía.

Los lirios ya despertaron su color morado /

junto a las hojas de acanto.

Pensamientos, jacintos y petunias/

hacen serpentinas de colores.

Verde alfombra recreada con gotas de lluvia/

niños soplando al aire/

niños estrenando el paraíso de la nada.

Espera alargada cual sombra de aburrimiento/

cometa atada hasta que el verano se acerque/

hasta que otros niños pedaleen, chillen , jueguen...

            Estrenar el paraíso de lo nuevo y desconocido es coger con las manos la fantasía y soñar con ella aventuras nuevas, explorar pisando las estrellas que se escapan de la noche y hacer un collar de vivencias especiales, únicas. Pulseras de margaritas, plumas de cigüeñas y palomas, cosquillas que sonríen a la tarde.

            Juventud que aposentar quiere a su familia en este paisaje con horizontes de ilusión rural e infancia sana, es la meta a alcanzar aportando su vitalidad, sus ideas, su colaboración.  

            Desde esta página cercana os damos la BIENVENIDA con mayúsculas, esperando que vuestro bienestar sea compartido y nuestra vecindad os sea grata siempre.