jueves, 10 de diciembre de 2015

GESTOS

        Amigo Chindas: Aunque te he dicho muchas veces que no te iba a escribir sobre política o aconteceres similares, no puedo por menos de comentarte algunos detalles del "Gran Debate", según califican algunos, del pasado día 7 en televisión.
      Ya sabes que cuando se aproxima el día de las elecciones generales, todos los partidos echan el resto de sus fuerzas en convencer a unos y otros de las bondades de sus respectivas siglas. Mira, ese día estuvimos muchos españoles analizando sus esfuerzos y, aunque cada uno oye lo que quiere oír, también nos fijamos en detalles que llamamos gestos. Si el modo de vestir ya indicaba algo, no eran menos elocuentes el modo de accionar las manos. Dando validez al título "con otra mirada" con el que tú y yo tenemos etiquetado este blog, te voy a comentar lo que observé: empiezo por Sáez de Santamaría, por ser mujer, me sorprendió su dominio de la situación, sus palmas invitaban a la calma, siempre moviéndose hacia abajo, mostrando la realidad a ras de suelo, sin idealismos irrealizables; un balanceo tranquilo, seguro y lleno de experiencia.
            La oposición, Sánchez, parecía decir "Dominus vobiscum" con sus manos abiertas como sus brazos extendidos, aunque claro en este caso "el señor" era él. Opción fuera de discusión, mensaje de salvación, echando al mar del olvido errores del pasado de su partido ya prescritos.
            Iglesias, muy tenaz en sus convicciones, señalaba al "indeciso" las ventajas de dar vuelta a la tortilla y comenzar la pirámide a la inversa. Sus gestos punzaban, aunque a ratos la llaga necesita ese impacto de reflexión.
            Por último Rivera, recién estrenado en este ajetreado mundo, deseando ganar para conseguir un país lleno de ideales jóvenes y honestos. Sus manos siempre en movimiento como él mismo, nervios aparte, su verbo enlazaba los vaivenes de los dedos con la esperanza de un futuro mejor.
            Manos que sujetarán el timón nacional ondean frente a un atril inexistente, ante unas cámaras cuya mirada traspasaba fronteras, ante unos espectadores que asentían o censuraban cada palabra. Gestos de connivencia en el deseo común de hacer una España grande y libre.
            Así han sido, mi buen amigo, los movimientos observados desde el sillón de casa, ahora saca tus conclusiones y vota a quien tú consideres más afín a tus ideas.

           La semana que viene te escribiré con otro tema lleno de sones de victoria y adornos navideños. Con cariño, tu ama. 

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