jueves, 7 de enero de 2016

REYES MAGOS

     Querido Chindas:
     Ya pasó la noche mágica y con ella, decepcionados o contentos, volvemos a la realidad. Días de frío borran las pisadas de la cabalgata y abrigos y bufandas se ajustan a nuestro cuerpo. 
     Amigos de trapo siempre fieles. Arrullos que calientan y aceptan el desdén del rincón cuando no son necesarios; sonríen cuando son de nuevo requeridos y abrigan con amoroso cariño, la satisfacción de ser útiles.
    ¡Cuántas cosas nos rodean sin que valoremos su proximidad!...
    Sabes Chindas que los Reyes Magos de Oriente son los paladines de la infancia, los entrañables dadores de deseos hechos juguetes en sus manos, de sonrisas y miradas de esperanza, con algún caramelo caído al lado, incluso golpeando el gorro de su inocente cabeza, pero siempre dulce y emocionante. Ellos albergan la ilusión del despertar gozoso, los nervios que mueven las manos rompiendo envoltorios de sorpresa y a la par, la familia remusguea la dicha del placer conseguido. Unidad y latidos se abrazan en sentimientos de paz y la sonrisa aflora dejando en el ambiente el aroma del hogar.
         En la semblanza nacional, en el mundo de los mayores, las cosas caminan no sé si a cuatro patas o sobre ruedas, pero la incertidumbre decapita la armonía. Sueños de bienaventuranza quedan anclados en el horizonte fronterizo entre la cordura y la cultura del bien común. Se desboca el lider catalanista arrasando vallas, pisoteando la hierba patria que adornó parques y jardines dando placer a generaciones y generaciones, sólo en beneficio propio. Cegados quedan los que sirven de arreos y siguen la misma ruta y sólo un abismo o muro les mostrará el error de la falsa libertad.
       A la sencillez señalada de los hogares que celebran "el regalo" de los monarcas del belén a los niños, dando paz y confianza al día a día, se adosa en un costado del mapa esta pretendida desunión, falacia a todas luces para los débiles que se dejan dominar o a los miopes ciudadanos que el horizonte pintado con tizas de colores les sugiere perpetuidad de poder y gloria. Año Nuevo, relato de unidad frente al despotismo de hermanos "mayores" que pretenden dilapidar la herencia de todos para eludir la justicia por sus fallos.
      Bien, Chindas, como ves a una noche especial le siguen muchas más teñidas de nubarrones y cuarto menguante de la luna, en el mejor de los casos. Confiamos una vez más que tras el festivo periodo vacacional pongan sensatez a los aconteceres que se aproximan y los hilos que mueven las marionetas se suelten por el uso inadecuado que reciben.
        
       Ríe el niño con la ilusión entre las manos/ su futuro es nuestro equilibrio, el abrazo que aparta los temores, la generosidad de compartir con él lo que con el esfuerzo en la casa entra. Compartir, he ahí la política para ser feliz. También a nivel nacional, sin más magia que, insisto, el bien común.

            
        Hasta la próxima semana, mi buen amigo.

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