jueves, 24 de abril de 2014

Hoy canta el reencuentro

 
    Es la primera mariposa que veo en estas fechas y ahí está besando con delicadeza a una flor que luce sus galas sobre el tiesto que pende de las rejas del patio. Pasea el sol sus rayos salpicando de luz el tenue aleteo de la sonrisa del aire.
Pasó la semana de gozos y calvarios de fechas repetidas año tras año y siglo tras siglo. Las calles volvieron a tocar la alegría de pasos ligeros, de prisas sin ritmo que aportan serenidad. Fuerzan los deseos de paz y amistad cual abanico de colores, estas vacaciones que relajan y aspiran a llenar los pulmones del oxígeno que da la libertad.
Reencuentro de ida y vuelta, hogar en hogares repartido. Tamarindo jadeando en la plaza de la Iglesia queriendo remontar el vuelo; sus ramas se balancean excitadas intentando hacer subir un palmo las raíces para respirar el aroma de la tarde soleada desde el seno de la tierra.
Ventanas llenas de luminosidad, ladridos tuyos, Chindas, pidiendo salir al campo, a encontrarte también con los amigos atados de la ciudad que acompañan a sus amos en este paseo de murmullos de agua, de brisas campesinas que silencian los motores de los atascos y la algarabía de las prisas.
Campos robando a la paleta del pintor su verde esmeralda, terrenos sin cultivo llenos ocres oscurecidos por la lluvia del otro día, dan al conjunto, la belleza sin parangón del término belleza. Cantares abrazados al recuerdo de la infancia compartida, al buen tiempo que acompaña su estancia, a los comentarios jocosos que arrancan risas o carcajadas en plena calle. Sencillez en el ambiente y alegría en el corazón. Miradas entrecruzadas de relevante plenitud.
Ventanas abiertas de par en par, aleluyas en las fachadas.

jueves, 17 de abril de 2014

SEMANA "SANTA"


       Cuando las creencias religiosas católicas van sumergiéndose en el temblor de la noche y largas filas en la carretera huyen de rezos y recordatorios, tambores ensayando devoción suenan en la ciudad para placer de unos y malestar de otros.
¡Tram, tram...,tracataplam, tracatapalm...! Voces de sonidos broncos con color de tinieblas inundan los sentimientos contrapuestos de la población. Aquél que trajo la luz y dio sentido al arrastre de los pies por la tierra, vituperado y crucificado por intereses de ruindad, amigos de las tinieblas para el pueblo y de felonía evidente, durante siglos y ya van veinte, ha sido recordada su hazaña con respeto, ha motivado expresiones de agradecimiento por esa claridad de fe compartida en su mensaje de bondad y fraternidad. "Yo soy la luz del mundo" esa luz que tanto nos gusta disfrutar a nivel interior y exterior parece que se opaca poco a poco, por el hedonismo social de las vacaciones.
Procesiones de cofrades emocionados que pasean la amargura de una madre, el dolor de la injusticia que olvida fácilmente el hambre quitado, la salud recobrada, la esperanza entregada, la dignificación de la persona proclamada, los hosannas del día de hoy, para caer en la apatía de las gentes que observan esos pasos. Procesiones recordatorios cotidianos de nuestras propias vivencias, tal vez por eso rechazados, nos sumergen en la evasión. Minusválidos de almas empobrecidas por nuestro propio deseo, ejecutores del pulso que arranca las raíces, generación nuestra que antepone la noche al día.
Semana Santa del ayer que en esta semana empieza/ con visos de Resurrección/. Semana "santa" de hoy,/ sobre el corazón un velo cubre la luminosidad de la Pascua/, somero gozo de vacaciones cortas/ Cambiemos el hoy por el ayer y juntos/ demos a las semanas siguientes de la vida/ el gozo de amar sin medida./

jueves, 10 de abril de 2014

Vamos a recordar....

     
     Ojeando, hojeando nuestro libro titulado "Requena, donde la soledad se viste de luz" nuevamente Chindas, me detengo en el capítulo titulado El ABREVADERO. Vamos a dedicárselo a nuestros lectores. Dice así...
Sonido del agua que cae por ese reguero abierto, que tintinea y galopa del Canal (de Castilla) al abrevadero.
Lapislázuli engarzado en fino collar de plata. Gargantillas desprendidas que al pilón caen y éste recoge en su seno, embelesado de tener en el tanto aguinaldo, tanta frescura.
Con prisas disimuladas por su patoso correr llegan las ovejas a saciar su sed. Con paso lento y cansino guardan su vez las mulas. Beben despacio éstas, sin prisa, su jornada ha terminado de la arada a la gavilla.
... Abrevadero de sequedades saciadas, pintado de blanco cada verano, limpio por fuera y por dentro; frescura de citas, de cántaros y calderos. Anodino pareces en un entorno de paso, de arquitectura rural sin nombre que renombre lleve. Cuántas cosas escuchaste, lo sabes bien, como yo que lo escribo, qué secretos quereres se refrescaron con tu agua y tu silencio.
Me pasas la hoja Chindas y al azar aparece LAS PISADAS DE LA CALLE. Romántico recuerdo de la infancia en los pueblos con calles de tierra, hoy peregrinas añoranzas.
Observando las calles miro a nil suelo y oigo murmullos dentro. Son pisadas de la infancia, las tuyas, las mías, huellas de padres y abuelos resguardándose del frío y el olvido. Pisadas que están tranquilas, casi dormidas en ese lecho del suelo, cubiertas con la manta del asfalto.
El tiempo pasa ajeno al susurro de sus voces cuando despiertan; con él silenciamos todos los sonidos de sus vidas, pero ellas permanecen. Hay pisadas formando círculo de amistad, charla vecinal que las marcó. Contemplemos otras huellas que subyacen; la del anciano cuyo bastón fue inseparable compañero de su débil caminar, juntas permanecen en fidelidad mutua.
Vestigios enlodados de niños que marcaron la tierra con la teja del juego, con el aro, la peonza, el morrillo o la petanca. La blanca capa de armiño del invierno no las cubre, más bien hace olvidar sus pisadas. Como niñas siempre niñas, cantan y juegan "al corro de la patata", ríen y saltan a la comba. Corretean sobre esa tierra heredada.
....Rugidos de vehículos modernos se entremezclan. Presentes que pasan deprisa, otros de puntillas temiendo hacer ruido, son ahora pasos nuevos, cicatrices venideras que resbalarán con el hielo de la helada y se irán... Sin embargo esas huellas nuestras ¡ahí están!, vuelve alguna vez a visitarlas.
Paso que mi paso sigues/ sin dolor ni desencanto /paso ligero, felino, callado.../ o pasos, sólo pasos/. ¡Vida dentro!

jueves, 3 de abril de 2014

CUMPLEAÑOS DE CHINDAS

     
 Los últimos acontecimientos nacionales eclipsaron el día en que cumplías cuatro años y esta página se pospuso hasta hoy ocho días después, no obstante ¡Felicidades!
Fue un día de finales de abril cuando en nuestros brazos acogimos a ese cachorrito de mirada encantadora, de temblor infantil y expectante inquietud.           Siempre pegado a nuestros talones desde ese día eres ese "ángel perruno" que custodia nuestra sombra. Socio amigo de idas y venidas, de pensamientos en voz baja compartidos, de correrías por el campo y el Canal, de chapuzones y de galopadas tras la liebre o el rebeco. Nano, tu nuevo amigo de la casa, chiquito de raza, te mira como  tu primer fan y te sigue como lazarillo de ciego.
Ladridos de medianoche asustan a la luna que se oculta tras las nubes temerosa de que su luz te haga ver fantasmas de dos patas donde solo hay reflejos de celestes miradas. Celador de nuestro sueño, expectante de los movimientos más nimios que aproximan el peligro e intuyes presencias extrañas.
Han pasado cuatro años desde tu nacimiento y tres desde que comenzamos este blog, eres un crack de la inspiración en momentos especiales del país cuando razonas con tu socio y no menos cuando es con el ama con quien miras "con otra mirada" el crecer de la hierba o la libertad del aire.
El trino de los pájaros que ya despiertan nuestros sueños al amanecer albergados en el seto del patio, asaltan los latidos de tu corazón y ladras sin parar dominando el espacio con tu voz de macho campesino. En lo alto del abeto se refugia alguna avecilla asustada, pero "tu bondad" pronto les da confianza y si levantan el vuelo es por el placer de cabalgar cerca de las nubes y que, por mucho que los mires, no les das alcance.
Chindas, ya eres mayor de edad y obedecer te cuesta sobre todo para entrar en casa tras el paseo donde has corrido hasta agotar el aliento. El campo para ti es el paraíso y la correa obligada al llegar cerca del pueblo detiene tu independencia por eso nos miras, te "ríes" y desafías los intentos de aproximación.
Cumpleaños de caricias en el lomo/ temblor de infancia retenida/ rabeos de algazara a la presencia amiga/ impaciente llegada de la tarde que marca el paseo,/ huracán de afectos en el pecho y dinámica actitud del vivir de cada día. Orejas erguidas y vigoroso estado de expectación y plenitud en la compañía dada y recibida. Gracias por vivir junto a mi vida. 

jueves, 27 de marzo de 2014

EL SALÓN DE LOS PASOS PERDIDOS

Adolfo Suárez
            Cuando ya los cirios han apagado su luz y esa presencia de alabanza y muerte ha dejado el vacío disponible, hoy Chindas, tú y yo vamos a volar con la mente al alma de los hechos.
           Panorama de recuerdos, expectación y esperanza. Democracia en tules de ilusión gestada con el sacrificio y la renuncia. Ambición de unidad secundada en mayoría para llegar al abrazo, a la sonrisa que da palmadas en la espalda; mirada interior del presidente en el escaño de la súplica confiada. Diálogo, no imposición, respeto, amable conversación ciceriana. Ideas claras en el marco paisajístico bien constituido desde dentro. Unidad sí de españoles respetando la individualidad de las ideas, pero juntos en el devenir del suelo común.
            Sonrisa amplia , lenguaje de mirada silenciosa que intuía y respondía. Horizontes de libertad en la semblanza del futuro. Este es el legado que llega hasta estos rincones apartados de las urbes, hasta nuestro pequeño mundo de interiorización y estudio. Sí, Chindas, nuestro blog se define "Con otra mirada", dejamos para los medios la literatura, el análisis, los halagos o las críticas para vivir juntos los ideales recibidos en aquél cambio cuyo coartífice principal fue este castellano noble que despedimos hace unos días.
            Salón de los pasos perdidos, mullido silencio en el firme pisar de la mañana, pasos aligerando los nuestros en la tarde. Las calles se llenan de sentimientos encontrados, de respeto y voz apenas audible; pasa el féretro cubierto con la bandera roja y gualda de la patria, protegiendo el ayer amanecido mientras notas nacionales la salpican de un adios que se queda entre nosotros. Lazo negro, pequeño ante la magnitud de la historia con sereno porvenir aportado.

            Paz acompañada hoy en el silencio de las tumbas; Ávila su horizonte y sobre ella el cielo azul de su fe adulta. España unida con el sabor de la concordia y el afecto se aproxima a la familia y con el sonrojado mirar de las lágrimas se funden en el abrazo del agradecimiento. El mañana del hoy seguirá su estela en el salón de los pasos perdidos con huellas de esperanza.

jueves, 20 de marzo de 2014

AL FIN LLEGÓ

         Al fin llegó retardada y temerosa. Han sido los elementos: lluvia, frío y sol quienes la han empujado a soñar con brotes nuevos, con plenitud en ciernes de la belleza.
Sonríe el tallo mostrando sus engendros, aspirando a verlos crecer. Paladea la abeja el primer néctar entre zumbidos de algazara. El sombrero de la tierra se llena de trinos bajo él y las cigüeñas en la torre del campanario comienzan a anidar.
Primavera, la pariente más querida del otoñal vivir. Los cristales de mi ventana, tan traslúcidos ellos, empiezan a avergonzarme cuando el sol les mira de frente. Tendré que acariciarles. Me asomo corriendo la cortina y te veo, Chindas, tumbado con placer junto al seto del patio, aplastando los lirios que pujan por salir mientras la hierba del césped te mira también, pausadamente.
Cascabeles de primavera, alegría trepando por el corazón hasta alcanzar la punta de las copas de los árboles. Sueños despertando a la nueva realidad. Viajo y contemplo el campo con su alfombra verde extendida invitando a pasear nuestros pies en ella, mientras en la lontananza, la nieve blanca sigue posada en las cumbres de las montañas.
Verde y blanco, esperanza e ilusión; arriba, el cielo vestido de sol. Los eólicos dan vueltas  una y otra vez, entre sus aspas retienen trozos de aire y luz. Vuelvo a mi patio y una florecilla se escapa del almendro y llega a posarse en mi mano, la llevo instintivamente a mis labios besando su corola con la ternura y el amor con que se besa a un recién nacido. Corazón de poesía en su vuelo. Sonrisas de la tarde. Palomas alcanzando el paraíso. Flores de primavera.

jueves, 13 de marzo de 2014

MARCILLA - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

            Cuando la ilusión de un pueblo se viste de "Maribel" todo lo imaginable se hace posible. Mujer trabajadora de agrupar los sueños, disfrazar la aventura, sembrar la inquietud de compartir el ocio fomentando la unidad y la amistad, estrena uno de sus muchos logros realizados en el día de ayer en Marcilla.
Invitadas de excepción, abrimos los ojos a este dinamismo sin límites hecho azúcar; paladeamos la belleza de su casa-museo que almacena las sonrisas de otras épocas más calladas, olvidadas en las lagunas de la mente o simplemente inútiles objetos pasados por el tamiz.
El carnaval dejó para este día su broche plateado en el patio, allí brillaba la sardina en ese mar de aire reposando ante la admiración más graciosa de su colorido. Escamas de color de luna hacían resaltar aún más sus ojos de azabache que parecían invitar a mirarlos. Cánticos de singulares risas fructificaban sus notas en torno a esta falla engalanada para pasear las calles antes de  acercarse a su final. ¿Entierro de la sardina?, más bien incineración, porque volátil se hizo ante nuestra expectativa presencia.
Aplausos en el adiós sin lágrimas, en brazos enlazados en el corro de despedida. Brasas azules se movían ansiosas de atrapar los rojos amarillentos que poco a poco buscaban su vestido gris hasta quedar sumidas en el silencio del suelo de la plaza.
Mujeres y hombres, presidenta de la Asociación del evento y alcalde local daban fe de un ritual que va a convertirse en institución socio-festiva de la población. Contemplando, una vez más, ese armazón de hierro que desnudo se exhibía sin apuro agotando el calor de sus "carnes" de cartón bajo su vientre, fuimos dejando que paladease su soledad en la noche ya cerrada.
Celebración " fraternal" junto a la mesa aviada con el esfuerzo y entusiasmo de la amistad compartida sin exclusión alguna. Disfraces de alegorías y corazones abiertos al compañerismo sin distinción de edades. Pregón armónico, jocoso e inteligente. Aplausos y risas. Enhorabuena.
Regalos al paladar iban desgranando el entusiasmo y una queimada gallega, calor en el alma de Maribel, poniendo punto final, vuelve a acentuar el regustillo de esta convivencia vecinal sintiéndonos parte del todo. La carretera llena de serenata oscura, hace brillar aún más los faros de nuestro coche y en el interior, las flores de papel son en nuestra manos, el retorno a la magnitud de la paz invitada.    
Marcilla de Campos queda atrás saboreando la jornada, el esfuerzo. Socios y colaboradoras entre ellas la mencionada, retiran de su cuerpo el mandil blanco y el gorro alto que coronaba su testa como chef de altura de fama bien ganada.
Algarabía de florecillas en el ramo de la amistad, pequeñas mariposas queriendo posarse hasta perpetuar los encuentros, las alegrías y el horizonte común de la soledad de los pueblos llenándolos de luz.