Chindas, vamos a charlar un rato
sobre esta palabreja que parece estar de moda, ya que partidos político o
grupos que pretenden serlo, están especialmente "sensibilizados" a
usarla en sus filas. Palabra nueva ésta, que si bien es de sentido común que
ambos géneros, pues desde Adán y Eva ya formaban la misma, trabajemos unidos
para el bien de todos; creo que extremar la paridad llevada a raja tabla, raya
con lo absurdo.
Los
valores y conocimientos no son prerrogativa de los hombres y por ende tampoco
de las mujeres solamente. Por lo mismo ningunearse no lleva a ninguna parte.
Desde que aquella ministra "instituyó" el los/as en vez de ganar
espacio, los hombres miran con recelo a las mujeres y en algunos casos al
revés. Quienes hace ya unas décadas rompimos el exclusivismo, con decisión y
coraje, de la supremacía varonil y se pudo demostrar la validez femenina en
temas sociales, administrativos, de dirección..., trabajando a la par sin más
interés que unir esfuerzos en pro del bien común, el camino ha sido y es más
eficaz. Sabemos que todo lo que es participar conjuntamente beneficia a todos
los colectivos.
Nace la luz cada mañana prometiéndonos un horizonte
equilibrado. Surgen nubes pardas que desigualan la nitidez del cielo y rompen
el organigrama de la serenidad.
Sabia
es la naturaleza del suelo y aboga por almorzar con el sol en la pradera. Su
dualidad les lleva a armonizar los tiempos y a hacer fructífera la vida. El
aire se suma y a veces la lluvia y el granizo. Sensibilidades distintas pueden
aunarse sin norma de paridad obligada y ganar en objetivos comunes. Ningún
color es mejor que el otro en el espectro solar y como parte de ese prisma, sin
exclusión, la irradiación siempre será positiva. Lo negativo, amigo mío, es
querer romper el orden natural a codazos para sobresalir.
Paridad o no, sin recuento de mayoría. Unidad de ideales
y armonía.
Como ves, Chindas, con tanta paridad, me ha salido un pareado sin haberlo preparado...
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