¡Hola, Chindas! Como te prometí, te vuelvo a escribir
para intercambiar contigo los avatares de la semana. El domingo se celebró el
XXXI DIA DE LA PROVINCIA de Palencia en la localidad de Torquemada, organizado
por la Diputación Provincial. Creo que entre las Autoridades de la ciudad y
todos, o casi todos los alcaldes del mapa de la provincia, llenábamos el aforo
de la iglesia de Santa Eulalia, amén de invitados y vecinos.
El acto
fue bonito, se reconoció la labor altruista de la mayoría de los regidores
rurales que dan al organismo político su razón de ser. Yo diría que papá
Estado, a través de la institución, nos ayuda a crecer aupándo con sus brazos
nuestras iniciativas, valorando nuestro esfuerzo de sostenibilidad de la
cultura y el bienestar ciudadano que opta por quedarse a vivir en núcleos muy
pequeños. El futuro de cada pueblo estaba allí; en cada iniciativa comentada en
corrillos de amistad por alcaldes de varios años de servicio y por los
entrantes que aún tienen, o tenemos, frescos los ideales.
Tú sabes,
Chindas, que no quiero hacer una crónica de todos los actos programados, sólo
hacerte partícipe de esta vivencia mía en día tan señalado. Sentada en un banco
de la citada iglesia observaba a la concurrencia. Un ramo grande de flores
vestidas con el color de la Montaña en esta época, de la Vega, la Ojeda, la
Valdavia, Campos, Cerrato... estaba presente adornando, como sólo en ocasiones
como ésta se engalana. Cada representante municipal ponía sus ojos en la
presidencia, tal vez intuyendo ser mirado a la vez y un brote de esperanza,
cual cinta decorativa, enlazaba las muchas peticiones que entre las ramas se
hacían presentes. Mª
Angeles, la Presidenta, mostraba una discreta sonrisa de cercanía. Estímulos y reconocimientos se emparejaban.
Como te
digo, los medios ya han difundido al detalle todo el programa y su desarrollo;
entre tú y yo, loor a todos los servidores de la provincia, en especial a los
de poca población, que día a día, sin medios, intentan alcanzar el progreso, colocar
junto al silencio de la despoblación un hálito de esperanza. Proyectos que
atraigan y asienten población es el deseo unánime y seguro que con un poco más
de esfuerzo lo lograremos.
Calidad
de vida, romántico amanecer en los campos que ya verdean.
Recibe una palmadita en el lomo
y hasta el próximo jueves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario